Sin lugar a dudas uno de mis
preferidos en Bilbao. Pero hoy además había un “plus” importante. Iratxe y
Angel han viajado con su equipo a Galicia recientemente y yo les propuse un
“reto”, encontrar una botella que todos sabíamos no iba a resultarles nada fácil.
Pero, casualidades de la vida, después de pasar incluso por la bodega donde no
quedaba absolutamente nada, en un restaurante se encontraron en la carta con
ella y como sólo había una disponible, han tenido el DETALLAZO de traerla para
que la disfrute.
Así que acompañado por Pepe y Javi
que tenían una tremenda curiosidad por probar ese vino del que tanto me habían
oído hablar, nos acercamos hasta la capital para comer bien y beber incluso
mejor.
Diremos que el vino en cuestión
no es otro que ese “pedazo” de albariño que tiene por nombre Desiguales, del
gran Eulogio Pomares. Cosecha 2009 y cinco años de crianza. Monovarietal
albariño. 10 meses de crianza en barricas de roble francés y otros 3 sobre sus
propias lías. Descansa después 5 añitos esperando lo que Eulogio consideró el
momento ideal. Hay que decir que no es un vino “fácil”, a mi me hace pensar.
Disfruto cada trago pensando en lo rico que está y en que soy completamente
incapaz de describirlo. Me da una pena enorme no tener alguna botella para ver
su posible evolución, creo que es un vino que bien pudiera estár mejor con algún año más de reposo pero eso nunca lo
sabré. Mil millones de gracias, Angel e Iratxe, un lujazo.
Comenzamos con un aperitivo de
un riquísimo salmorejo. Casi es una crema más que un líquido.
Mis amigos son amantes del
tomate y a mi cada día me gusta más. Pues una estupenda ración de un tomate de
Gernika que está en su punto. Carnoso y tierno. Bien regado con un buen aceite.
Disfrutando.
Ración de pulpo que como suele
ser habitual desata esa pequeña discusión del punto ideal de este alimento. A
mi me encanta que te obligue a masticar, otros lo prefieren más blando. En este
caso está muy a mi gusto. Así disfruta uno mucho más de su sabor.
Por recomendación de Iratxe nos
metemos una ración de begihaundi en su tinta acompañado de arroz. Está de
muerte., perfecto. Rico es poco decir.
Como cambiamos de tercio, pedimos
a Angel que nos ofrezca alguna “burbuja” rica que tenga por ahí. Hoy el primer
vino pone difícil la continuación. Pero un buen champagne siempre resulta
apetecible así que disfrutamos de una botella de Mouzon-Leroux. L´Ascendant.
Vinificado en barricas de roble. Extra brut. Pinot noir y chardonnay. Discreta
burbuja, buena fruta y acidez. Un vino fresco, muy apetecible que acompaña
maravillosamente el fin de fiesta de la comida de hoy.
Degustamos ahora una memorable txuleta
de kilo y medio. Carne de casa, concretamente del pueblo de nuestra anfitriona,
de Muskiz. Carne deliciosa, sabrosa, con sabor, tierna….. ni una sola pega
podemos ponerle, ni queremos. Javi, persona de tamaño engañoso, bien hubiese
continuado comiendo algo más pero, sintiéndolo mucho no nos vemos capaces de
ayudarle. De esas carnes que te quedan en la memoria. Acompañada de unas
cojonudas patatas y unos riquísimos pimientos verdes.
Quiero que prueben sus helados,
artesanos cien por cien. Javi se tira de cabeza al de chocolate y nosotros al
de queso. Impresionantes ambos pero mira que soy de queso pero el de choco está
para echar cohetes. Maravillosos.
Terminamos con 3 riquísimos
cafés hechos a nuestro gusto.
Abonamos la cuenta, hoy salimos
parecido en el asunto líquido que en el sólido. Al final 90 euros por barba que
con agua se quedan en la mitad. Me alegro que mis compis de mesa hayan salido
enamorados. De nuevo, eskerrik asko a nuestros anfitriones.
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