31 de enero de 2020

RESTAURANTE REMENETXE (MUXIKA): Ponme "morritos" porfi.


El afán de no repetirme en exceso ha hecho que haya pasado un año ya que no comentaba nada de uno de mis restaurantes favoritos. Un sitio donde me tratan casi demasiado bien.
Me apetecía hacerles visita y como siempre aviso a Jonan para que me tenga preparado algún espumoso con algo especial.

Nos acomodan en “nuestra” mesa, allí nos sentimos estupendamente y también como siempre dejo que sean ellos quienes me comenten un poco lo que podemos degustar hoy. Me alegra ver que pese a ser cena hay buen ambiente y unas cuantas mesas ocupadas, esperemos que dure el asunto.

Mientras tanto nuestro sumiller nos acerca una serie de cavas a cada cual más apetecible. Curiosamente de las 4 ofertas he probado ya alguno que otro y prefiero decantarme por el único del que no tenía conocimiento. Un Castell Sant Antoni Gran Reserva brut nature 2008. Variedades típicas de esta denominación, Xarel-lo, Macabeo, Parellada y Chardonnay. Larga crianza con sus levaduras, burbuja muy fina.  Es reseñable su nariz, potente, mucha fruta presente. Destacable ese “poder” que aún mantiene en boca. Un carbónico muy marcado pero a su vez muy bien “domado”.  Invita a degustarlo pausadamente y más teniendo en cuenta esas copas maravillosas donde lo disfrutamos.

Calentamos boca con un aperitivo de sopa de ajo. Difícilmente se encuentra esto en un restaurante.
Aran es amante de las sopas así que comenzamos lo fuerte con un cojonudo plato de sopa de pescado, de las “gorditas”, de buena materia y maravilloso sabor. Qué agradecido se queda un estómago con semejante delicia.

Me apasionan sus croquetas, de tamaño bocado y con intenso sabor. Crujientes por fuera, suaves en su interior.

Mi compi es de “sota, caballo y rey” y se mete un pedazo de rape que incluso yo me quedo anonadado. No pensaba yo que iba a poder con todo pero lo consigue. Mucho tiene que ver lo bien preparado que está. En su punto perfecto.

Yo hay cosas que nada más escucharlas se me pone la carne de gallina y no puedo resistirme. Así que eso de morros a la bizkaina como que va a ser que sí. Se deshacen en boca, finos, con un punto de picante de los míos. Presente, muy presente pero sin desagradar. Plato de los de relamerte y de los que untar pan sin “delicadeza” alguna. De 10.

No puedo resistirme, a pesar de que no voy a tener ayuda, de pedirme media ración de ese impresionante queso del que disponen. Siempre lo he dicho, uno de los mejores que he probado jamás.

Y para el cafecito dos galletitas que ellos mismos preparan y dos bomboncitos de champangne. (foto superior).
Salimos a la pequeña barra de la entrada y me dice Jonan que tengo que probar una cosa. Increiblemente es un vino tinto. Pues anotaremos el día en el cuaderno de bitácora: me ha gustado. No como los "míos" pero me ha sorprendido y mucho. No me ha dejado esa extraña sensación que me causan habitualmente los vinos de este color. Emilio Moro La Felisa 2018, un cien por cien tempranillo con un año de crianza.
Abonamos 65 euros por persona por todo ello y nos vamos, como siempre, con esa sensación de querer volver lo antes posible. Un placer, eskerrik asko por todo.

19 de enero de 2020

ZUBEROA KAFE (LAUDIO/LLODIO): Donde Addu


Hay seres vivos que nacen, se reproducen y mueren . Algunos seres “humanos” poco más llegan a hacer. Afortunadamente otros damos alguna “vuelta” más. Es importante tener cosas para contar e incluso es interesante tener cosas para escuchar. Resumiendo, que está bien eso de ser un  poquito “vividor” y considero imprescindible para ello ser, así mismo, un poquito “bebedor”.  En ello estamos.

Hemos hecho una “cuadrilla” unos cuantos “raros” que nos vamos “alimentado” los unos a los otros. Gente con gustos un tanto “sibaritas”, que preferimos la calidad a la cantidad. Que vamos descubriendo verdaderas maravillas gastronómicas. Gente con la mente abierta a nuevos sabores tanto en plato como en copa.


Y encima hemos tenido la infinita suerte de encontrar un sitio donde podemos dar rienda suelta a nuestros vicios: Zuberoa Kafe, que quizás debería llamarse Zuberoa Gastrobar. En la esquina “este” del bar suele desatarse alguna que otra “bacanal” , allí hemos descubierto platos variados, de procedencias variopintas y estilos muy diferentes de entender la gastronomía.

Al frente del local se encuentra un tío especial, un vasco que nació en tierras lejanas, todos sabemos que uno de Bilbao nace donde le da la gana. Eso sí, por el camino la piel se le oscureció un tanto y puede parecer más un indígena de las Américas que de su tierra natal, el país del cuscús, del cordero, del té. Casi ha quitado el nombre a su bar para pasar a decir aquello de: vamos donde Addu.




Allí podéis degustar los mejores torreznos del pueblo, unas gildas espectaculares, de altísima calidad y una de sus delicatessen, un café preparado con amor. Incluso podéis degustar algún txakoli de calidad.


Por aquí han pasado y pasarán buenos vinos, siempre acompañados de platos variados que uno u otro va aportando. Cómo olvidar ese jamón con el que hemos pasado buenos ratos (eskerrik asko Pepillo). Esos quesos del sur peninsular (gracias Paco y Alcides).
Esa morcilla de León que me ha impactado sobremanera (gracias Luis y Mari). Esas patas que con su paciencia ha sido capaz de “dominar” Marina, eskerrik asko y a ti también, Jon.


Garbanzos a la gallega de un nivel sobresaliente, gracias a quien corresponda.

Aquí he aprendido yo a comer cabeza de jabalí. De un nivel difícilmente superable. Tenía yo un tanto denostado este alimento.

Tampoco podemos olvidar ese cojonudo membrillo de mi amiga Mertxe, aunque me meta con ella y esas impresionantes antxoas que nos aportan ella y su compi Patiño. Gracias a ambos.

Algún vinito y queso canario que Javi tuvo el detalle de regalarnos, una pena que tus horarios y los de “tu rubia” no os permitan acompañarnos en más ocasiones. Eskerrik asko.


Incluso aportaciones generosas de personas que al vernos disfrutar como lo hacemos nos han regalado botellas de algunos interesantes vinos, eskerrik asko a todos ellos, seguid así, vosotros no lo perderéis.

No podemos olvidarnos de la generosidad de Galder, un txabalote vecino de la zona que nos ha hecho pasar unos momentos gloriosos con esas carnes de sus bien alimentados animales. Qué txuletas, qué solomillo….. de vaca y de buey. Mila esker.

Zuberoa kafé es un local internacional, con una clientela más que fiel y que va creciendo, por algo será. Pensemos que algo tiene que ver también esa “ayudante”, Esti y su fiel compañero, Txema. Eskerrik asko a ambos también. Por aquí pasan algunos “personajes” dignos de mención. Unos más interesantes que otros pero que en conjunto hacen del local un sitio diferente.

Pues esperemos seguir así, continuar investigando en esa gastronomía variada y por supuesto regada con, cada vez, vinos más ricos. Eskerrik asko a todos y todas los momentos  pasados.


12 de enero de 2020

RESTAURANTE PETIT KOMITÉ (GALDAKAO): Un "petit" muy grande.


Integrado junto al hotel Iraragorri, en un precioso caserío del siglo XV, se encuentra este pequeño restaurante. Me encanta su “desigualdad”,  la poca uniformidad. Es una sensación de tranquilidad y bienestar que de entrada hace que te relajes.
Ya lo he comentado en otras ocasiones, es quizás el restaurante más romántico que conozco.


Algún cambio en el personal desde mi anterior visita y curiosamente se nos ha “colado” uno de la Real en la cocina de este restaurante tan del Athletic. Pero aquí lo que cuenta es el resultado culinario y hemos comprobado que sigue mereciendo la pena.


Además de la chica habitual de sala, tenemos a un medio tocayo mío, Jon, un “mudo” así como yo. De los que te dan todas las explicaciones necesarias si te abres a ello.
Nos deleitan con un par de aperitivos, uno en forma de buñuelo y el otro una aceituna rellena. Ambos muy originales y agradables.

Para beber hemos elegido un champagne conocido ya de otras ocasiones, un Veuve Clicquot Brut. Variedades Cardonnay, Pinot Meunier y Pinot Noir. Los porcentajes de uva varían según las condiciones de cada añada. Este champagne tiene casi 50 vinos en su ensamblaje, en su gran mayoría procedentes de pagos clasificados como Grands Cru. Un vino muy agradable, con una intensa nariz y muy “fácil” de beber. Da gusto “masticarlo” un buen rato para disfrutarlo en su justa medida.

Aran no se cansa de ciertos alimentos y cuando sabe que van a estar ricos ya ni te cuento. Así que comenzamos con unas croquetas, de jamón y de chuleta. Estupendas, no se puede pedir más. Justo crujiente, cremosidad y con sabor a lo que tienen que tenerlo.

Como siempre un rico pan para acompañar la cena, de los panes de verdad.
Pasamos ahora a un cojonudo arroz cremoso de langostinos y verduras. Pues un plato que nos emplatan individualmente y que está exquisito. Punto ideal de ese arroz y el preferido por mi para las verduras, “al dente”. Salsa bien lograda y que consigue que la suma de todos los ingredientes sean de un resultado notable.

De nuevo se nota mi compañía de hoy y terminamos la parte salada con un pulpo a la brasa. Diferente, no el pulpo en sí, más bien la compañía. Causa limeña y alioli de ajonegro. A mi el pulpo me encanta en sus diferentes versiones pero a la brasa me apasiona. Está realmente rico. Esa salsa no es de mi devoción pero para gustos los colores. Yo he comido un pulpo estupendo que es lo que cuenta. Además  la salsa en sí, al venir separada es como las lentejas; si quieres…. Y sino…..

Como la cena no ha sido excesivamente copiosa nos deleitamos con un postre suavecito, concretamente Piña a la brasa con espumoso de coco y chocolate blanco. Qué rica esa piña con el toque de brasero. Fresco y muy pero que muy agradable.

Aquí el café está rico pero simplemente por ver sus tazas merece la pena pedirlo.
Jon, al comentar algunas cosas sobre vinos y gustos me ha enseñado alguna cosita que tienen por allí guardadas y me ha puesto los dientes largos, así que a no mucho tardar tendré que volver para degustar alguna de esas botellas.

Abonamos poco más de 25 euros por persona  por el asunto sólido, que el champagne es de gustos particulares, así que una maravilla de precio considerando el conjunto: entorno, cocina y servicio. 

6 de enero de 2020

LO MEJOR DE 2019

Pues otro año más que se nos ha escapado. Cuando comencé con esta historia no pensé que aguantaría tanto. Cada día cuesta más contar lo vivido pero tengo que confesar que disfruto con ello.  Alguno de los vinos destacados:



De nuevo agradecer a tod@s los que hacéis que sea posible, desde los más reconocidos hasta los anónimos, cada cual en su papel. Y por supuesto a todos los que habéis visitado este espacio.


Difícil intentar aglutinar en tan poco espacio todo lo vivido pero ahí queda lo más relevante, quedarán cosas en el tintero, a veces una mala foto hace que sea así. Otros pocos vinos:




11 aldeanos : pan y tomate


Abiaga : canelones de txipis


Amaren : Txuleta


Amonalola  : callos de bacalao al pil.pil


Andra Mari : Sopa de pescado


Bascook : risotto de centenos y boniato, tofu ahumado y pipeta de jalapeños


Basuki : langostinos salteados, tamarindo, piña y boniato asado


Bizkaiko txakolina 25 aniversario. Gracias por esa tremenda invitación, un verdadero privilegio.


Egurra : txuletillas de cordero


Eneko Bilbao : txakoli 42 by Eneko 2015 


Eneko Larrabetzu: Bogavante asado, aceite de hierbas y aroma al sarmiento


Gotzon : Txakoli Doniene XX



GU2 : manitas de cordero



Horma ondo : rape negro brasa 


   
Itsasmendi 7 cata de 10 añadas. Momentazo.


Añadiré aquí ese 2005 que Unai (Porrue) tuvo el detallazo de ofrecernos, espectacular.



Kaskagorri : biscuit glacé de Goxua



Kuma :  Salmón King ikura



La despensa del Etxanobe : “ajoblanco” de trufa con espárragos y gambas  



La Ola : Solomillo “Luismi”asado a la brasa sobre lecho de clorofila de acelgas y láminas de ibérico



Mikel Bengoa : Almejas



Mugarra : momentos golosos.



Nebak : pulpo brasa



NidoBilbao :  Croquetas de rabo 



Origen : suspiro



Porrue :  Carabinero



Remenetxe : revuelto de cantharellus



Sambal :  Moras, vino, chocolate  



Sutan : txuleta



Trueba : callos bizkaina



Uribe kosta : tarta queso



Zarate : kikirikotxas 



Zigor :  txipis con cuscús y sus patitas




Mención especial a ese grupo de Catas Gorka que me ha permitido probar vinos que jamás hubiese conocido y con quienes he aprendido lo poco que sé del mundo del buen beber. Por supuesto a mis compis habituales de andanzas y cómo no a esa “cuadrilla” con sede en el Zuberoa Kafe que tan buenos ratos me hacen pasar. Eskerrik asko a tod@s.