30 de abril de 2015

RESTAURANTE PERRETXICO (Vitoria/Gasteiz) : Caracoles!!!!!!!

Hoy es la noche en la que si no pasa nada raro, me acerco anualmente a la capital de Euskadi, al menos institucionalmente lo es, con la excusa de ver la retreta pero principalmente a meterme una buena cena.
Como no puede ser de otro modo, el “santo patrón”, nos “deleita” con una noche más bien de “perros”. Agua y frío.


Había yo pensado en visitar algún otro local pero pregunto a un amigo que vive en la ciudad y que sabe mucho más que yo de asuntos del comer y ya ni te cuento del beber y me recomienda este sitio. Así que se disipan todas las dudas y reservo mesa.
Si hubiese sido una noche “normal” no lo hubiese hecho, lo siento pero yo eso de los dos turnos lo llevo garrafal y mucho más aún si el turno es el primero. Eso de tener que andar mirando el reloj……..

El local está repleto, hoy hay mucho ambiente y tanto en la zona de barra como en el comedor, no hay un hueco. Más de uno se ha tenido que ir con viento fresco. 
Decir que las mesas para dos son excesivamente pequeñas, aunque consiguen que no lo parezca tanto a la hora de servirte. Por lo demás el sitio es bonito y agradable la decoración.

Hoy no hay mas oferta que el menú degustación San Prudencio, a 29,50 más iva con vino incluído. Pero yo, como no, prefiero cambiarlo y nos decantamos por un champagne que no había probado. Un Guy Charlemagne Grand Cru. Nos ha gustado pero yo por el precio e incluso ahorrando un poco, me quedo con un buen Gramona.

Una bandeja de buen pan que me hubiese gustado un poco más crujiente y comienza el desfile de los entrantes a compartir.

Ensalada de tomate raff rey con verdel Ortiz. No estamos aún en tiempos del tomate y eso se nota pero el verdel está cojonudo. Un comienzo muy refrescante y sabroso.


Pan de cristal con cecina, parmesano, rúcula y tomates secos. Dice Marijo que parece cecina de potro. Yo a esos niveles de conocimiento no llego pero es un bocado exquisito. Esto sí que es una merienda y no la nocilla.
El pan tostadito, la cecina rica y el queso que acompaña y remata el sabor de un “bokata” de los que apetecen a cualquier hora del día.


Croquetas de txuleta. Realmente son unas señoras croquetas. Tienen un sabor auténtico a carne y además el relleno bien consistente sobre una masa líquida, jugosa. Unas croquetas de las de diez en nuestra opinión.


Revuelto de perretxiCos. Estamos en las fechas que estamos. Las setas con sabor a tierra, como debe ser. Un pequeño problema que además al parecer ha sido común en los primeros en ser servidos, se han pasado un poco con la sal. Una pena porque estaba muy rico. Curiosamente es el único plato sobre el que nos han pedido opinión, así que algo sabían…..


Los segundos pueden elegirlos entre algunas opciones y lo tenemos bien claro. También los compartiremos. El primero de ellos son los Tacos de vacuno mayor con patatas gajos y pimientos asados. Ricas las patatas, pecado mortal sería que estando donde estamos no lo estubiesen. Ricos, mucho, los pimientos asados. Con un sabor excelente. Y la carne, sin ser sobresaliente, está bien trabajada y tiene muy buen sabor.


El otro plato es uno que hoy no puede faltar, los Caracoles al estilo tradicional. El comienzo es “raro”? No, al parecer el txorizo tiene un sabor muy fuerte y es lo primero que nos zampamos pero a medida que vamos degustando el plato, nos va gustando más y más. Me hubiese comido yo otra ración más que gustosamente pero el menú no es precisamente para quedarse con hambre. Muy ricos. 


Pensábamos que había que elegir postre pero no, resulta que nos sacan dos medias raciones a cada uno. Un Yogur de caserío con coulis de frutos rojos. Un postre ya de sobra conocido que refresca pero que a la vez es contundente. Buena materia prima y buena ración.
El otro medio es unaTorrija de pan brioche caramelizada. Jugosa, con un toque a coco que hace que mi compi me ceda prácticamente su ración. A mi me ha gustado mucho a pesar de ser bastante distinta de la torrija habitual. Realmente con semejante menú yo preferiría algo menos contundente para rematar.


En el precio del menú van incluidos el agua y el vino que nosotros, no hemos utilizado. El champagne nos lo han cobrado a precio de carta. Quizás no estaría mal descontar un pico por el vino no bebido, como detalle, sin más. No tengo nada que objetar, yo lo he pedido así.
Total abonado 98 euros. Precio del champagne 33,50 euros. Aquì se puede cenar estupendamente, con buena cocina y desde luego que para salir bien “completo” con el menú en sí. En ese caso la relación calidad-precio me parecería estupenda.


Como pega, que para mi lo es y bien grande es el sistema de turnos para cenar. Entras a las 9 y para las diez y media tienes que dejar la mesa. Son muchos platos y realmente los sirven a la velocidad exacta para que no esperes entre uno y otro. Al final te queda una sensación de hartazgo que con media hora más de tiempo y unos pequeños descansos no hubiese sido tal. Si vuelvo, que no lo descarto por su cocina, será, sin duda alguna, al segundo turno.
Quizás si no fuésemos tan exigentes con la hostelería, si no “apretásemos” tanto, si fuésemos capaces de entender que tienen que tener sus márgenes, si valorásemos su trabajo igual que valoramos el nuestro, las cosas no serían así.

Su página web: www.perretxico.es

26 de abril de 2015

RESTAURANTE PARRILLAS DEL MAR (GETXO): Había disfrutado yo más aqui.

La idea de hoy era totalmente distinta. Hemos partido en busca de una cervecera en Leioa y tras varios intentos, lo hemos conseguido. Me encanta perderme, me encanta investigar, me encanta no terminar de “robotizarme”. Todo tiene su parte positiva y las nuevas tecnologías las tienen pero al final, terminaremos hablando solos, terminaremos siendo más raros de lo que ya somos, que ya es decir.


Como es demasiado temprano, decidimos dejarlo para otra ocasión y reanudar ruta hasta el Puerto deportivo de Getxo, lugar de ocio de muchos y donde hay suficiente oferta gastronómica para todos los gustos.
Aunque Aran es más de otro tipo de locales, al final se decide a hacerme caso y nos vamos a un restaurante que conozco sobradamente y que, dentro de lo que cabe, siempre ha cubierto mis expectativas.
No llevamos hoy idea de darnos ningún banquete y por ello lo que hacemos es compartir alguna cosa liviana, más que suficiente.


En casi todas mis visitas he pedido su ensalada especial de la casa. Una ensalada bastante completa. Además recuerdo que tiene ese toque un tanto “peleón” que diría yo que no es otra cosa que llevar buena carga de vinagre. Me encanta.
Unos espárragos, bonito, huevo cocido, tomate, lechuga, unas antxoas y unas aceitunas. La hemos pedido expresamente sin cebolla. Una que yo se no la soporta. Correctos los ingredientes, sin ser de calidad superior. Lo que más destaca es el bonito no es precisamente de lata. No es desmiagado, buenos trozos y de estupendo sabor y calidad. El resto…. justito.


Unos langostinos plancha que degustamos como me encanta. Quiero ser yo quien los pele, quien saque el jugo. Ella se come la carne principal y cuando terminamos siempre parece que he sido yo quien se ha zampado la ración. Pero ande yo caliente……. 8 buenas piezas que con medio minuto menos de plancha hubiesen estado mejor. Pero ricos-ricos.


Habíamos pedido unas almejas en salsa y nos aparecen con unos tigres pero sintiéndolo mucho, mi compi no puede con ellos. Así que nos los retiran y ahora esperamos un poco y nos traen esas almejas. Quizás el error ha supuesto que la salsa esté un poco sin ligar, demasiado acuosa y ha sido una pena. Tampoco las almejas son demasiado “allá”. Un pelín pequeñas y sin soltarse del caparazón con la facilidad deseada. Esto malo no puede estar casi nunca pero no ha sido el plato de la noche. Una pena.


Para untar sí, eso es impepinable. Cada día llevo peor lo del precio del pan en según que circunstancias. Hay día que me lo sacan en cantidad, con panes diferentes, trabajados y no me cobran un duro. Otras veces te sacan panes que están bien pero que te cobran a precio de pan casero de kilo. Creo que casi 4 euros por dos txapatas de pan normal es un precio excesivo. Se que cada vez apretamos más a la hostelería y que de alguna manera tienen que jugar con sus márgenes pero prefiero pagar un poco más en cada plato a que multipliquen por 4 el valor de este alimento al que tanto admiro cuando se lo merece.
La golosona se ha pedido una tarta de queso, media ración. Es del tipo que a mi no me va demasiado. Con demasiada mermelada por encima y además no tiene nada que ver con esas tartas caseras, con esa imagen casi de crema pastelera que hemos probado en alguna ocasión. Eso sí, se la termina como una campeona.



Para acompañar la cena y como nos gusta a ambos, hemos disfrutado de una botella de Juvé y Camps brut nature gran reserva 2010. Del que ya he dicho en muchas ocasiones que me parece que tiene una relación calidad precio estupenda. Hoy, el hecho de cenar bastante liviano ha supuesto que su efecto haya sido más notorio y “gracioso”.


Un cafecito y nos vamos con una sensación más bien normalita. No ha sido la cena del año, creo que  no hay que dormirse en los laureles. Tienen una ubicación excelente y tienen buen producto, creo que hay que currárselo un poco más. El precio abonado por todo ha sido 88 euros.

Como se nota cuando sales como un "campeón" y como se nota cuando no lo haces.

21 de abril de 2015

COLOMBO (BILBAO): Esto es, al parecer, lo que "queremos".


Tenía ganas yo de visitarles. Uno de esos locales que se están poniendo de moda en la capital. Curioso pero estaba a tope en fechas no demasiado fáciles. Además repiten mesas, creo que habrán dado casi el doble de capacidad. Hemos pasado a reservar nos han dado mesa para las diez y media pues estaban completos.
Así que después de tomar un par de potes por la zona, a la hora convenida nos aposentan en una de las mesas para dos.


Los sofás no me parecen los más apropiados para cenar y tengo la suerte de que hay un cojín y puedo usarlo para “elevarme” un poco, uno no es un “jirafa” precisamente y no llegaba muy bien a la mesa. Local muy grande, con mucho bullicio y movimiento. Había leído por ahí lo de los baños y la verdad es que son muy originales y bonitos.

Tienen una decente carta de vinos pero vengo con Amaia y esta mujer no sabe salir de su “moscato”, así que no me queda otra. Una botellita de Moscato La Modenese. Es “gracioso”, son vinos que cobran a 10 euros y el personal dicen que son baratos. Para los restaurantes y bares son un chollo. Si se les ocurre multiplicar por tres el precio de un buen vino y les ponemos a caldo pero por estos vinos pagamos lo que sea sin darnos cuenta de lo abusivo de su precio en comparación con el de tienda. Bueno, sin más, se bebe como agua y punto, es lo que hay. Mi compi encantada, tengo que llevarla al "lado oscuro" y conseguir que se anime a probar otras cosas.

La carta del comer es larga y dejo que Amaia se decida por lo que le parezca. Nos acercan una bolsa de panes que por cierto están bien ricos y que suponen 1,50 euros por persona. 


En este caso diría que está casi justificado su precio. Buenos panecillos, de esos que se meten al horno en el momento y que da gusto comerlos calentitos.

Comenzamos con unas verduras asadas de temporada. Espárragos trigueros, calabaza, zanahoria, vainas, tomatitos…. Con una salsita y unos frutos secos picados. Están ricas, la verdad. Se dejan comer gustosas y mi compi disfruta más que yo que aunque me gustan, soy más carnívoro que “verdulero”.

Me toca ahora disfrutar a mi, el pollo me encanta y más si está frito y rebozado como es el caso. Presentado cual si fuesen rabas, en un cesto bien chulo y con una salsa tipo mayonesa que acompaña estupendamente a la carne. Bien frito, sin demasiada sensación aceitosa y con el rebozado muy turradito. Me ha encantado, Además la ración es suficientemente generosa.


Me sorprende Amaia hoy, está cenando como una campeona, de lo cual me alegro. Y se anima con unos huevos rotos con patatas fritas y jamón. Realmente rotos no están, están enteros y los rompemos nosotros. Los huevos normales, sin más, no tienen ese color de yema que denota calidad. Las patatas, a mi parecer, no son congeladas, o al menos están muy conseguidas si lo son. El jamón rico pero me hubiese gustado algo más de cantidad. Un plato presentado originalmente.


Pedimos la carta de postres y el camarero nos recomienda la torrija con helado de café. Pues llevo yo una temporada de torrijas……. El problema es que la víspera comí una que estaba de muerte y esta no deja de estar correcta. Esto malo no puede estar, es lo que es. Pero un pelín seca, nada esponjosa. Vamos, de suficiente. El helado tampoco es nada del otro mundo. Bonita presentación eso sí.


Un cafecito de los que no dejan huella y la cuenta que asciende a 47 euros que para lo degustado me parece correcta.
El servicio sin demasiadas simpatías. Entiendo, que no comparto, el éxito de estos locales. Sitios “elegantes” con precios finales arreglados.Tampoco he probado platos principales pero creo que aquí es más “rentable” pedir de picoteo. No pasará a formar parte de mis restaurantes preferidos.

12 de abril de 2015

RESTAURANTE ATEA (BILBAO): Esa tarta de queso.........


No llevaba yo hoy reserva, pensaba, como así ha sido, que problemas de sitio no íbamos a tener. Llegamos pronto para lo que acostumbro y somos los primeros. En la barra, sentado y ocupado con sus cosas, está Daniel García, el “jefe”. De incógnito.

Al final se menea un tanto la noche y por lo menos 16 comensales nos juntamos en el local. Siempre he pensado que las mesas de dos son demasiado pequeñas. El espacio entre ellas no es el que me gustaría que fuese. 

Evidentemente si las cosas fueran distintas el precio debería serlo también. Yo lo pagaría gustoso pero todos no somos yo, afortunadamente, por cierto.

Arantza suele cenar habitualmente muy ligero y cuando sale de casa, dice que la “cebo”.  Así que prefiero que elija un plato principal para después acompañarlo con alguno de los “picoteos” que oferta este restaurante.

Para beber, como a ambos nos encanta, me decanto por un cava. En esta ocasión un Raventós i Blanc Gran Reserva la de Finca 2007

Elaborado con cinco variedades de uva. Tras una primera fermentación en depósitos de acero, el cava reposa 3 años en botella.

Fina burbuja bien integrada, fruta fresca y por supuesto, como un buen cava, notas de pastelería que incluso yo comienzo a percibir.

Un par de ricas y  crujientes txapatas de pan. Como curiosidad decir que te lo traen en una bolsa de papel. Se me ha caído al suelo e inmediatamente ha venido la camarera a cambiarlo y eso que yo he insistido en que no lo haga. Eso es un detalle muy a agradecer.


Comenzamos con un par de croquetas caseras Atea. De carne. Ricas no, lo siguiente. De esas que te comerías una docena. Consistentes. El relleno con sustancia. Nos han encantado.
Un par de langostinos envueltos en pasta kataifi. Esta pasta, presentada en forma de hilos finos, de origen griego y utilizada principalmente para postres, permite jugar para darle formas de nidos, cilindros, madejas….


Al no ser ni dulce ni salada permite jugar mucho con ella y en este caso que nos ocupa es un buen acierto. Nos ha gustado mucho a ambos la propuesta y de estos también hubiésemos comido unos cuantos.
Llegan ahora los principales, ella, carnívora por naturaleza, se ha ido de cabeza a las láminas de entrecot a la brasa con pimientos asados y patatas fritas. Eso sí, ante la pregunta del punto deseado, como no, ella ha pedido que se la pasen un poco más. No le va eso de “al punto”. Pero está rica, con mucho sabor a carne, esto no es ternera, no señor. No siempre hacerse viejo va a ser malo.



Tengo la suerte de que Aran no es amiga de grasas y las puntas me las como yo. Tengo el colesterol a niveles que “tengo que mantener” y pienso hacerlo.
Yo, es un vicio desde siempre, he visto lo de manitas y no he podido evitarlo. Lo digo como si me importase. Así que me han sacado unas manitas de cerdo a la plancha sobre salsa de tomate.

Las manitas exquisitas, deshuesadas. La salsa, alegría de la huerta, es más una bizkaina que un tomate. Rica de ganas. Este plato me tiene a mi ganado el corazón. Para untar pan, cosa que he hecho sin contemplaciones. Si cuando digo yo que al cerdo hay que hacerle homenajes…….. Me refiero al de cuatro patas, que conste.

Una de las amables camareras que nos han tocado hoy en gracia nos ha preguntado si queremos postre. Le hemos dicho que nos gustaría compartir uno y ella nos ha recomendado encarecidamente que probemos su tarta templada casera de queso sobre base de galleta.



Ha tardado un rato en salir pero ha merecido la pena. Templado, como se enuncia. Dulce pero sabrosón. Rica de ganas. Cojonuda. Recomiendo que si pasáis por aquí no dejéis de probarla. Gracias maja por el consejo, ha merecido la pena. Eso sí, como ración individual es mucho más que generosa, es mejor compartirla. Estupendo final para la cena y además con el cava……. “matrimonio perfecto”.


Una infusión para ella y un cortao para mi y tras dos horas nos vamos con la sensación de que ha sido una experiencia muy satisfactoria. El total abonado han sido 77 euros. Buen precio.   Su página web: www.atearestaurante.com



8 de abril de 2015

RESTAURANTE EUROPA (IRUÑA/PAMPLONA) Gora San Fermin!!!!!

Como medio mundo, había estado en Iruña pero hoy lo he hecho de día y he podido verla de un modo un tanto diferente. Un precioso día de los que últimamente tenemos tan pocos nos ha acompañado.



Teóricamente voy con alguien que “conoce” la ciudad y que además tiene ascendencia Navarra, pero hemos comprobado que también a ella las circunstancias festivas la “confunden”. Así que cruzamos la puerta de entrada a la ciudad y nos adentramos en sus calles.
Estamos a primeros de abril pero parece julio, menudo ambientazo.


El camino hacia el restaurante lo hacemos de una manera especial, comenzando en los corrales de Santo domingo con parada obligatoria delante de la hornacina del santo, no hemos cantado, simplemente en la mente ha quedado ese : Gora San fermín!!!!!




Subimos la cuesta de Santo Domingo hasta la plaza del Ayuntamiento para continuar por la calle Mercaderes y girando por la famosísima curva, enfilamos la concurridísima calle Estafeta donde hacemos un par de paradas de “avituallamiento”. La Plaza de toros la dejamos, el restaurante espera.



Situado en el hotel Europa se encuentra este restaurante galardonado con una estrella michelín y donde la familia Idoate, comandada en cocina por Pilar, trabaja estupendamente la materia prima y la cocina tradicional.




Un comedor amplio, con mucha luz, mesas de excelente tamaño y estupendamente vestidas. Las opciones son varias, con algunos menús especiales pero la compañía de hoy hace que la mejor solución sea elegir de su carta. Muy buen servicio, correcta atención y pendientes pero sin agobiar en ningún momento. El sumiller bien pudiera pasar por "italiano", lo digo por su atención con las damas. 


Estamos donde estamos y creo que lo lógico será pedir un vino navarro y concretamente nos lanzamos a por un blanco Palacio de Otazu Chardonnay 2009, fermentado en barrica.
Contrariamente a lo que esperaba, tiene, para mi gusto, casi demasiada “fruta”. La madera poco presente y eso hace que Aran disfrute y yo no tanto. Es cuestión de gustos. 

Nos ofrecen unos aperitivos en forma de un rico puré de verduras, una patata asada con salsa rosa que tiene un agradable toque picante y un langostino rebozado que está riquísimo.
Unos panes de los que me encantan, uno blanco y el otro de cereales que a medida que ven que necesitas, reponen sin problemas.



Comenzamos con una ensalada de bogavante para compartir pero que nos emplatan individualmente. La lechuga está como me encanta, con sabor a la de siempre, con vinagreta potente. Muy buena materia y en cantidad suficiente.



Como no podía ser de otro modo, mi compi se decanta por la carne, un solomillo de ternera del Baztan a la parrilla con foie asado y dados de panceta confitada crujiente. La carne está que se derrite. A pesar de ser ternera tiene mucho sabor.  Lógicamente yo me he tenido que comer el foie que si lo hubiese hecho con los ojos cerrados bien pudiera haber pensado que estaba comiendo tocino ibérico. 



Yo iba a decantarme por el tataki de atún pero me han recomendado el rape ahumado con salsa de cebolla y tampoco es cuestión de discutir. Lo más gracioso ha sido que al final una que yo se me ha terminado comiéndose dos de los tres trozos de pescado y yo media ración de solomillo. Si es que………. lo sabía. El pescado muy rico, quizás la ración un poco reducida para su precio. 



Tenía necesidad yo de beber algo menos “floral” con la carne y hemos pedido un par de copas de cava que por cierto no nos han cobrado.
De postre Arantza se ha ido de cabeza a por la torrija de brioche con helado de leche de oveja. Estaba impresionante. Golosa cien por cien. Jugosa, riquísima, de las mejores que he probado jamás. Y he probado unas cuantas.



Yo me he decido por un surtido de quesos compuesto por: Idiazabal ahumado, Pastor de Legasa, Bavaria blu y Parmigiano Reggiano. Acompañado de higo verde, membrillo y nueces. Todos a muy buen nivel y por fin, aunque en reducida cantidad, los he probado con la mermelada de higo que es una maravillosa compañía. Me la habían recomendado en más de una ocasión. Y tengo que decir que realmente casa estupendamente con cualquiera de los quesos.




Aparece ahora el sumiller con una botellita de otro vino navarro que realmente está muy logrado y que tiene un sabor claro. Un moscato de Ochoa MdO. Definirlo es fácil: Moscatel, moscatel excelente y además sin esa burbuja exagerada. Este vino es un muy buen vino de postre. Diría que casi “demasiado fácil” de beber.
Con el café y la infusión nos ofrecen unos “remates” dulces que podéis ver en la foto. Chocolate, galletas, teja….. a cada cual más rico. No puedo evitarlo, ni quiero y me fumo un cigarrito en un balcón que da a la calle Estafeta. Me imagino allá por el 8 de julio aquí asomado….. un lujo.
El total abonado han sido 138 euros que por el entorno, la comida, la calidad y el servicio me parece un precio nada exagerado.

Su página web: www.hreuropa.com 



Nos vamos a la Plaza del Castillo que está a rebosar. Tenemos la suerte de pillar una mesa en una terraza y allí, con unos cafés, disfrutar del relax. Por cierto hemos conocido a la niña más simpática que he visto jamás, Noa se llama y tiene la sonrisa más adorable del mundo. Un placer. 


De vuelta hacia el coche, paramos de nuevo a tomar un par de sidras en la calle Estafeta. Hay un ambiente que invita a seguir.  No puedo evitar la tentación de comprar un trozo de un queso que ha sido elegido como uno de los mejores del mundo. Puedo asegurar ahora que la elección ha sido justa.

Cruzamos de nuevo la puerta, ahora ya en sentido contrario y después de algo más de hora y media llegamos a casa cansados pero contentos.

                Antojo resuelto.

4 de abril de 2015

RESTAURANTE ABIAGA JATETXEA: Lo que los calçots han unido que no lo separe el hombre.

Por tercer año consecutivo y esperemos que sea ya hasta el final de los tiempos, ha llegado esta reunión de amigos que hacemos con la excusa de comernos unos calçots. La cosa comenzó tontamente pero el grupo se va ampliando y eso que por circunstancias adversas algunos se han tenido que quedar sin venir. Esperemos que para el año que viene contemos con su inestimable presencia.


Gracias a las “gestiones” del “impresionante” organizador del evento (no tengo abuelas), hemos tenido algo que nos parecía impensable: hemos tenido SOL. Increíble pero cierto. Los hay con suerte. Si al final…… existen los milagros y todo.
Quedamos con tiempo para tomarnos unos txakolis en la terraza mientras van llegando todos los integrantes. Es reunión familar, se admiten niños. Incluso ellos mismos van haciendo amigos nuevos. Con un queso de la zona y un par de botellas de txakoli UNO también de “casa”, que por cierto está bien rico, vamos poniéndonos al día y, así somos, vamos preparando nuevas quedadas. Tenemos ganas de probar sitios, unos cuantos por cierto.


A la hora convenida, hoy ha sido puntual hasta una que yo me se, subimos al comedor. Dos mesas separadas, para que los adultos y los niños disfruten de sus respectivas circunstancias. Buenas mesas, redondas, bien vestidas y con amplitud. El comedor está a rebosar, cosa de la cual me alegro.
Como ya he dicho, los calçots no son más que una excusa para juntarnos y este año en el restaurante han decidido ponerlos en primer lugar. Nos ha parecido buena idea y ya hemos hablado de que quizás el año que viene estaría bien comerlos antes de subir al comedor, más al estilo propio de este alimento. Presentados, como no, en papel de periódico y sobre unas tejas. Acompañados de su compañera de viaje, la salsa romesco. Para “txulos” ellos y nos ofrecen unos guantes de latex para no mancharnos las manos. 


Algunos son unos profesionales, yo soy un pato y además, lo siento, no me hacen demasiado tilín. Fíjate que creo que los comería mucho más gustosamente a la vinagreta......
Pero el personal disfruta como chiquillos que es lo que cuenta. Algun@s se han puesto las botas además de los guantes.
Una vez terminados los calçots, comenzamos con el primer plato que es un ravioli de txangurro con naranja sanguina y zanahoria. “Ensaladas” así me comería yo bien gustoso. El ravioli está cojonudo y el conjunto muy acertado. Sabores muy bien avenidos. Empieza bien la cosa.


Pasamos ahora a un plato triunfador. Un plato del que no me cansaré jamás. Algo “simple” pero que me sigue impresionando. Preparado de maneras más o menos diferentes pero con el mismo ingrediente principal. El huevo a baja temperatura con infusión de morrones. Un plato que emana un aroma atrayente. Da gusto olerlo. Y mucho más aún comerlo. Esto se puede hacer con cuchara pero después, cosa obligada, necesitas un buen trozo de pan para rematar la faena. Perfecto.


Le toca al turno a la “media” ración de arroz negro con txipirones. Plato que ha sido quizás el que menos ha impresionado pero que como dice Josean….. de esto me como yo cuatro raciones. A mi me ha gustado mucho. Pequeños “debates” sobre el punto del arroz que a mi me parece idóneo pero que, como siempre, para gustos los colores. Desde luego que mirando los platos del resto de comensales, “malo” no le ha parecido a ninguno. Eso es evidente.


Le llega el turno a la carne. Un cochinillo con peras al vino tinto. Este ya si que ha sido más aplaudido a nivel general. Buen punto, buen producto, la lección de la compañía nos ha parecido muy acertada. Es curioso lo rico que pueden estar juntas en un plato cosas tan diferentes. Un plato que recomiendo sin lugar a dudas. No penséis en el cochinillo típico, esto nada tiene que ver.


El postre ha estado a la altura de la comida. Buena elección de Marta que se ha decidido por algo muy fresco. Crema de mango y maracuya. Aunque no ha sido mi preferido puesto que para mi es un sabor un tanto “subido de tono”. No por no saber a lo que tiene que saber no, es más bien por mis propios gustos. En general ha gustado mucho y sabor tenía a raudales, sin discusión.


Algunos tenemos un poco de “saque” aún y estaríamos dispuestos a seguir pero tampoco es plan de abusar. Eso sí, pedimos unas raciones de quesos, acompañados de un poco de membrillo y unas nueces. 


En el apartado vinícola, hemos aportado algunos vinos. La generosidad de mis compis hace que a excepción de uno, el resto sean blancos. Terminamos primero con el txakoli UNO  para pasar después a un albariño Contraparede 2008. Llega ahora un txakoli gipuzkoano pero “sin burbujas”, un buen txakoli que ha gustado mucho también: Hiruzta 2013 de Getaria. Continuamos con un Riesling añada 2012 que según nuestro entendido en vinos es de producción natural, sin historias raras. Un aroma y sabor a…. ¿sidra? Nos ha sorprendido a los “ignorantes”. Pero Josean nos explica perfectamente el porqué.


Josean se enfrenta ahora a una “putada” que le prepara un servidor que no es “nada bueno” y tiene que catar a ciegas el que para mi ha sido el vino de la tarde, un Mandolas 2011 Oremus Tokajii Dry. La vida cambia mucho con los ojos cerrados. Pero se defiende con uñas y dientes.


 Para la carne, como no, ha aparecido por allí un tinto, un Viña Pomal reserva 95 que a pesar de su vejez se ha dejado beber. Mientras tanto algunos hemos aprovechado para beber un cava que nunca falla, Juvé y Camps Reserva de la Familia. Y para finalizar, con los postres y quesos nos hemos pimplado una de Casta Diva, un viejo conocido que sabemos que lidia perfectamente con ese potente postre y un desconocido para nosotros, un moscatel del Empordá, concretamente un Sinols 2010. Este último ha gustado mucho también.
 Así que en reglas generales hemos disfrutado del buen beber.


Unos cafés bien ricos que algunos hemos incluso repetido y unos GTs bien preparados han dado lugar  a la charla final donde van estrechándose lazos, donde van preparándose nuevas oportunidades de quedar para disfrutar de las cosas que nos gustan:  los buenos vinos, de la buena comida y de algo que supera con creces a las dos cosas anteriores: la buena compañía y la amistad, tan cara en estos tiempos que corren.


Eskerrik asko al equipo de Abiaga, gracias por atendernos así, por vuestra generosidad y buen hacer, por ese despliegue de “coperío” al que os obligamos. Y que sepáis que aunque esperamos tener la ocasión de volver a visitaros antes,  dentro de un año allí estaremos con esa 4ª calçotada que confiamos en que sea más mayoritaria aún. Por cierto, creo que se nota, las fotos son gentileza de Juanjo. Esos móviles de..... "mil megapíseles de esos...". Eskerrik asko majo.
El precio del menú en sí ha sido de 50 euros, hay muchos "restos" que la gente "normal" no suele pedir, lo nuestro es "puro vicio".
Su página web: www.abiagajatetxea.com