28 de julio de 2019

RESTAURANTE ZAPIRAIN (BILBAO): Almeja de..... "3 carriles".

Fechas complicadas en la capital. Epoca que aprovechan muchos restaurantes para cogerse sus merecidas vacaciones antes de las fiestas. Así que muchos de ellos están bajando las persianas. Tenemos medianamente suerte y Zapirain cierra mañana. Hemos llegado justo a tiempo.


Aquí usan mucho el producto. Producto de calidad que, lógicamente, barato no está.
Tres cuartos de entrada. La inmensa mayoría de la clientela es hoy de turistas. Muchos de ellos de habla inglesa y que vienen a probar “nuestras” cosas.
Nosotros somos más “de casa”  y nos entendemos mejor. Así que tras dialogar un tanto con mi compi, consigo más o menos cenar a mi gusto y al suyo. O eso creo yo en mi inmensa ignorancia.

Aperitivo en forma de “chupito” de melón. Fresco, de beber un litro en un día de estos de temperatura elevada.


Buen pan, calentito, quizás un poco elevado de precio.
Tengo antojo de comerme unos pimientos verdes, así que me pido media ración. Aran, curiosamente, a pesar de sus genes, no es amante del producto. Así que me los como todos. Están cojonudos, una pena que las piparras se les hayan acabado.


Compartimos una ración de unas almejas tamaño XXL. A la plancha. Están impresionantes.  Producto de calidad superior. Están a n precio muy poco “popular” pero merece la pena. En muy pocas ocasiones me he encontrado con semejante calidad.


Nos metemos un lenguado que está en su punto exacto. De esos peces que tampoco es sencillo encontrar. Bien presentado y después estupendamente emplatado. Le acompañan unas patatas fritas que están a la altura del pez. Acojonantes.





Hoy hemos tenido nuestros más y menos para elegir el vino. Tienen una carta con cosas más que interesantes. Al final me llevan al huerto y terminamos con un cava que es de acierto asegurado. Un gramona imperial. Un 2014.  Xarel-lo, Macabeo y Chardonnay. Un vino con una excelente RCP. Disfrute asegurado. Está perfecto de temperatura. En buenas copas de vino. De las que suenan un buen rato al brindar. Un vino que acompaña perfectamente los platos salados  dulces de cualquier comida.



Terminamos la cena con una pantxineta que hemos visto por allí. Está muy rica, la verdad. Punto perfecto de dulzor. Ni poco ni mucho. Crujiente hojaldre.
Cafecito e infunsión. Quizás no he terminado de entender los 3,5 euros de un cortao. Entiendo lo e los bajos márgenes en hostelería pero….


De todos modos un local donde se manejan buenos productos y donde se elaboran por buenas manos. Diferencio muy bien lo “caro” y lo “costoso” pero prefiero pagar el exceso en un pescado o una carne que en un café.
Hemos salido a 70 por persona sin vino. Una justita RCP-

21 de julio de 2019

RESTAURANTE SUTAN (BILBAO): En 3 palabras..... TXU....LE....TA!!!!!!!


Restaurante de reciente apertura en un lugar privilegiado. En plena entrada al Kasko Viejo, cercano a todo. Zona turística  a más no poder. Un amigo me dice si lo conozco… pues va a ser que no pero eso se arregla en un pis-pás.

Acompañado de mi amiga Marijo, que es una verdadera campeona a la hora del disfrute gastronómico, me acerco a conocer este local. Al parecer un experto en cuestión de brasas, con mucha experiencia en un local con fama muy bien ganada, se ha animado a ponerse por su cuenta.
Local bonito, con opción “moderna” de mesas altas en zona de bar, con pintxos, más bien raciones de cosas ricas y con un comedor al fondo muy agradable donde puedes cenar ya con ganas.

Viendo su carta y con lo poco que he escuchado, no tengo duda alguna de que tengo que probar su carne.
Así que tras echar un vistazo a su carta, decidimos hacer un mar-tierra.
Nos deleitan con un par de aceitunas muy curiosas. Con un relleno con toque de naranja. Atrevimiento culinario con un resultado más que agradable, sin duda.

Panes muy ricos, caseros, rústicos….. encima tengo la suerte de que tienen el de maíz. Ricos, muy ricos.

Un aceite que dice Marijo que es de la tierra. Untamos gustosos.
Una ración de kokotxas de bacalao, de tamaño bocado. A la brasa. Acompañadas de una cebolla potxada. En mi modesta opinión, las kokotxas están demasiado ricas como para la mezcla. Preferiría que esa cebolla fuese en recipiente separado para degustarla si quieres… que no me “obliguen”. Pero buen resultado final.

He visto que disponen de un txakoli que me encanta pero algo “raro” ha pasado. Conozco algunos vinos de su creador y el de hoy no era el que yo pensaba. Oxer Bastegieta hace cosas ricas, muy ricas. Su Gure Arbasoak me ha apasionado pero creo que hay cosas distintas. Hoy pruebo un Selección Especial, un 2015 concretamente. Me gusta pero no es lo que yo pensaba. Había probado hace poco uno con etiqueta más “atrevida” y sin duda alguna era más de “los míos”. El de hoy era más ácido, más…. Txakoli, el otro me parece más “maduro”, más “hecho” , con más cuerpo, más “vinazo”.  Pero como siempre….. mis gustos son míos y de nadie más.

Pasamos a degustar su txuleta. Acompañada de esa ensalada de lechuga y cebolla. Cuanto tiempo….. Mira que me encanta y más si está potente. Dice mi compi que está ideal, yo le hubiese echado un poco más de vinagre, pero un poco. No queda ni el recuerdo.

La carne????? Pues señores  señoras, simple y llanamente…. ESPECTACULAR. Textura perfecta, se corta sin apretar el cuchillo. Se deshace….. Sabor a raudales. Rica, pero que MUY RICA. De las mejores carnes que he probado nunca. Tamaño ideal para dos personas y si Marijo hubiese sido un poco más “valiente” yo me hubiese comido otra. Pienso volver con mis compañeros de viaje habituales, todos son enamorados de la carne.

Ya que mi compi no se anima con otra txuleta, pedimos, aconsejados por Felipe, un camarero muy amable  y con el que he llegado a un acuerdo “vinícola” una “tapa” de costilla a baja temperatura con puré de patatas. Pues…. De maravilla, fina, suave, sabrosa….. en su perfecto momento.

Terminamos con un par de cafecitos a nuestro gusto, sólos pero con la jarrita de leche correspondiente. Estupendo el café, por cierto. De los de repetir.

Hoy tocamos a 53 euros por barba con vino incluido. Un precio estupendo para una cena cojonuda. Tiene todos los ingredientes para que vuelva a no mucho tardar. Curioso que en pleno centro del Bilbao más turístico dispongamos de semejante local.

14 de julio de 2019

RESTAURANTE GU2 (BILBAO): Buenos huevos los de Elorrio.


Este es uno de mis restaurantes favoritos, de los que visito todos los años sí o sí. De aquí sé de antemano que voy a salir completamente satisfecho. Monika y Alberto siguen peleando y parece que no les va nada mal. Me alegro un montón por ellos.
Nos acomodamos en una de sus mesas y aunque Monika nos acerca las cartas de lo sólido y lo líquido, prefiero que nos cuente lo que tienen y así el acierto siempre está más asegurado.


Nos obsequian primero con un par de aperitivos en forma de un pastel de marisco y una crema que están deliciosos. Una cesta de panes a cada cual más rico y vamos a por el asunto principal.


Degustamos una más que cojonuda ensalada de bogavante. De tamaño XL, aderezada con una especie de mayonesa de aguacate. Generosa presencia del crustáceo. Todo un conjunto bien avenido en cuestión de sabores.


Continuamos con otra tremenda ración, un huevo (de Elorrio) a baja temperatura con foie y con hongos. Este tipo de platos generan una sensación tremendamente satisfactoria a mis papilas gustativas. Un plato casi excesivamente generoso en ración pero de los que no puedes dejar ni rastro en el plato. Incluso Aran ha sido capaz de terminarlo.


En este momento casi me daban ganas de tirar la toalla pero ya habíamos elegido otro par de platos. Mi compi, más “cobarde” a la hora de comer ha pedido media ración de gambas plancha (la foto es de otra visita y es la ración entera). Como siempre están exquisitas.


Yo he preferido meterme un par de salmonetes entre pecho y espalda. Con un toque de sabor “terrestre” como compañía. Están mucho más que ricos pero el recorrido de hoy ha sido excesivo y no he podido terminar. Una pena pero muchas veces como con los ojos y eso me juega malas pasadas.


Todo ello lo hemos regado con un champagne que no había probado nunca pero que me ha encantado. Un vino que tiene mucha potencia, no es de los de “fácil” beber como dice Aran. Eso permite que se recate un tanto y así la botella nos acompaña hasta el final. Philipponnat Royal reserve brut. Variedades Pinot noir, pinot meunier y chardonnay.  Hemos disfrutado mucho con él.
Salimos a su terraza a tomarnos el cafecito y charlamos un rato con Monika, pagamos la cuenta, hoy hemos salido a 55 por persona sin vino pero la calidad del producto, su perfecta ejecución y lo tremendo de sus raciones hacen que el precio sea más que acorde con lo disfrutado.

7 de julio de 2019

RESTAURANTE ENEKO (BILBAO): NARANJA versus LIMÓN.

Después de visitar a su “hermano” de Larrabetzu y dado que tenía yo un pequeño “negocio” apalabrado, me acerco con mi retoño a visitar Eneko Bilbao.
Situado en la parte superior del Palacio Euskalduna.  De entrada da una sensación más “elegante” que el otro. Espacio bien aprovechado, cocina vista, buenas mesas y con amplitud más que suficiente. Ninguna sensación de agobio. Hay opción de comer en su acristalada terraza con unas cojonudas vistas que nosotros ya estamos un poco acostumbrados a disfrutar, así que elegimos su cómodo interior.




Como no puede ser de otro modo servicio joven y profesional pero que, curiosamente, de ahí el juego de palabras del título, es mucho más de mi agrado. Gente seria cuando tiene que serlo pero cercana cuando lo pide el comensal. El “rollete” ha sido estupendo y hemos disfrutado de una de las cosas que más marcan en una experiencia gastronómica, al menos a mi, la amabalidad sin “plastificados”. Esa Maider…… una txapeldun, sin duda.

Tenía yo un pequeño “enchufe” aquí, había coincidido con Esteban, el sumiller y había negociado el vino que queríamos probar. Como no podía ser de otro modo, ese ganador del “mejor blanco” 2019. Ese txakoli 42 by Eneko, añada 2015. Un vino que a día de hoy no es, precisamente, fácil de encontrar. Mil millones de gracias por el detallazo.  Cien por cien Hondarribi Zerratia. Criado con sus lías durante diez meses y batoneado a diario. Guardado en barricas de roble. Desde luego que rico sí que está, eso del mejor vino del mundo, supongo que depende mucho de los paladares o de los criterios de cada cual. Yo, si me lo permiten, me quedo con su hermano mayor, el Ama.



Hoy he sido un verdadero desastre con el asunto fotográfico, quizás el buen ambiente reinante haya hecho que me olvide de alguna y que otras sean, simplemente impresentables así que aprovecharé lo que tengo y lo demás lo dejo a vuestra imaginación.
Copita de champagne gentileza de Andoni, eskerrik asko por todo y comenzamos el recorrido. Como en Larrabetzu, cuatro entrantes. Esa mantequilla, la de oveja y la de setas. Ambas riquísimas. Un pan de mucha calidad que te ofrecen a discreción, lo que necesites.
Kapiritxa, una bola que explota en boca, preciosa presentación y estupendo resultado. Fresco a más no poder.


Completan los aperitivos el brioche de setas y esa naranja y foie que es un contrapunto ya que en Larrabetzu lo presentan con limón. Jugando con esto, quizás el servicio tenga algo que ver con la dulzura de la naranja y el punto agrio del limón…. Ahí lo dejo.
Tartar vegetal , caviar de aceite y emulsión de hierbas y flores. En este caso hemos metido la pata ambos comensales, no hemos preguntado y esa remolacha que “engaña” con su color perfectamente en su presentación, no ha sido de nuestro gusto. No hemos terminado de congeniar pero repito que el problema ha sido nuestro.



Ravioli de rabo de vaca, caldo de legumbres y bombones de idiazábal. Riquísimo, jugoso, sabroso…. Eso sí por su presentación no he terminado de entender lo de “ravioli”.
Cochinillo albahaca y flores. Dos raciones más que generosas de un platazo. Muchísimo sabor, carne jugosísima. Estupendo. (No hay foto).



De platos principales yo me quedo con su Salmonete en tempura, jugo de pimiento y cebolla morada de Zalla. Acompañado del mismo pescado marinado y ahumado a la llama. Repito lo que dije en mi anterior comentario. La tempura está de enamorar. El salmonete tiene una gracia especial. Pescado no demasiado conocido por el público en general pero merece la pena, mucho.


Esteban nos obsequia con una copita de algo que desconozco totalmente. No me lo enseña hasta última hora. En nariz hubiese dicho que se trataba de un brandy o poco menos pero en boca está mucho más “domado”. Resulta ser un sake. Ya con unos añitos. Curioso pero no creo que me aficione yo…..


Carré de cordero guisado a fuego lento, berenjena a la llama, sesos en tempura y tartar. Aquí mi hijo ha disfrutado como un chiquillo. Sabor conseguidísimo, esos sesos están impresionantes. Otro plato a destacar.


Tenía yo muy claro con lo que íbamos a terminar. Esa tabla de quesos. Aitor, nos explica con detalle cada queso y nos va cortando las porciones y ordenándolos para su posterior degustación. Ha tenido el detalle de hacerme un listado con todos ellos. 


Desde luego que indiferente no te deja la tabla. Desde el primer de ellos ya empiezas a oler y saborear queso de verdad. Los tres últimos son casi excesivamente potentes, no para cualquier paladar.  Y siendo 9 , al final acabas un tanto saturado. Pero es una estupenda manera de hacer un buen recorrido “quesero”.


Terminamos con un cafecito de los ricos-ricos, ya me hubiese tomado yo otro en esa terraza… y por supuesto los dulces detalles fin de fiesta.
Pagamos los 193 euros de la experiencia. Precio acorde a lo vivido y a lo bebido, sin duda. De nuevo eskerrik asko a todos por lo bien que lo hemos pasado y por vuestros detalles.