30 de noviembre de 2013

ANDRA MARI: una lección de humildad.


Mucho tiempo esperando el día de hoy. Una experiencia gastronómica nueva para mi y nueva para muchos, entre ellos los organizadores.
Invitación a 8 blogeros del entorno acompañados de dos invitados entre sus seguidores. Sorpresa total, no tenemos ni idea de lo que nos espera. Nervios hasta última hora.
Tenemos no la suerte, la infinita fortuna, de que los cocineros de 3 de los mejores restaurantes de Bizkaia, cocinen para nosotros: Aretxondo, Andra Mari y Aizian, que lujazo.


A mi se me acumulan otros nervios. Un bloguero, por definición es un típo de taitantos y yo hace ya demasiados años que los pasé.
Efectivamente, descubro que soy "el abuelo" de la reunión. :-(
De entrada, invitación a un rico txakoli de Gernika y a un pintxo de croqueta con pimientos rojos que nos da una ligera idea de lo que nos espera posteriormente.


Visita a la bodega. Pequeña charla histórica de los comienzos de este restaurante. Lo que comenzó siendo una casa sin más, ha terminado siendo casi un museo.
Con restos de los caseríos que la autopista hacia Donosti fue destruyendo, se terminó de cuajar este impresionante caserío.
La bodega es un homenaje a cuatro bodegas riojanas, allí descubres instrumentos utilizados en otros tiempos que a día de hoy están obsoletos pero que tienen un valor histórico impresionante.
Da gusto oir a nuestro anfitrión hablar como habla, con orgullo, con pasión.
¿Qué nos espera? Dudas, pero cada vez menores. Las velas que han sustituido a la luz artificial, nos indican algo de lo que viene a continuación.



El antifaz en la mesa es ya la prueba evidente de que estamos ante una prueba, una prueba difícil de superar.
Con los ojos vendados nos colocan el primero de los platos y el primero de los vinos de la noche:

Foie con merengue de frambuesa deshidratada y puré de manzana.
El foie ha sido descubierto, la frambuesa también. El puré de manzana no he sido capaz de adivinarlo. Qué presión más tremenda. Qué sensación de ignorancia. Qué nervios.

Este plato viene acompañado de un vino, si un "experto" como yo en comidas, eso me creía hasta hoy, no es capaz de descubrir sabores sólidos, de los líquidos ni te cuento.

The Excepcional Harvest un vino con toques dulces pero final más amargo. Marida estupendamente con el plato.

 
Láminas de hongo salteado con cruijiente de manchego. Esto es idiazabal, sin duda, se oye por la mesa. Yo sé que son hongos. Para eso un master no se necesita. Lo único que pienso es que esos hongos no necesitan demasiada compañía. Me voy sintiendo cada vez más "pequeño". Hoy algo va a cambiar en mi, sin duda alguna.



 
Tallarines de txipiron con ali oli de calabaza y velo de su tinta. Para mi ha sido el plato estrella de la noche. Toma paloma, pastillas de goma. En un examen hubiese sacado un muy deficiente. Rico, mucho. Pero...... ni idea. Cero patatero. Tallarines sí, pero nada más. Algunos lo habían probado ya pero otros no y la verdad es que el desconocimiento era muy generalizado.

Bacalao con moluscos y tirabeques.

 El pescado lo pillas a la primera, esa textura es inconfundible, afortunadamente. ¿No tiene piel? pues sí la tiene pero no se aprecia. Eso pretendían al parecer. Los berberechos se descubren con facilidad y yo pensaba que estaba degustando algún caldo de ave, incluso. Diossssssss. Esto de no ver es la repera. Seguimos con el vino anterior y me sigue gustando.
Cervoles fermentado en barrica 2009. Algo me venía a la mente pero no sabía qué. Al oír posteriormente Godello..... pero ya no vale. Otro gol por la escuadra y van........
 
 
Rabo de buey deshuesado con crema de cebollet y ajo. Aquí ya el suspenso es de remarcar. Mastico, vuelvo a masticar. Esto qué es lo que es?. Cordero? Manda eggs.... carrillera? Pues no, rabo.
Estupendo el punto, estupenda la compañía. Me dan ganas de llorar por la ignorancia demostrada.



Clos D Agnon 2007. Me piden que al menos lo huela y lo pruebe pero no puedo dar opinión sobre un vino tinto. Los que lo han probado de verdad dicen que está bueno. Yo, fiel a mis costumbres, sigo con el Cervoles que cada vez me gusta más.

Bombón de chocolate y naranja con crema de caramelo y especias. Menos mal, sé que es chocolate, sé que lleva piel de naranja, sé que hay bombón..... alegría inmensa, por fin. Algo conocido de verdad.
Rico el postre, sin duda y al verlo con los ojos sin vendar descubro algo que mis pupilas gustativas habían captado.




The Old Harvest. Vino dulce pero potente, serio, con un amargor y un postgusto que me hacen repetir y aceptar la copa de compañeros de mesa que tienen que conducir. Yo también pero menos.


Un café estupendo con unos trozos de bizcocho.
Acompañados en todo momento por los cocineros y el anfitrión y por el "ideólogo" de esta experiencia, Angel. Esto ha sido un punto y aparte en mi forma de ver las cosas o más bien de no verlas.
Lo que nos engaña la vista, lo que cambian las cosas con los ojos cerrados. La tensión de querer descubrir lo que crees que conoces.
Me ha encantado lo vivido, me ha encantado conocer a gente que leo habitualmente y a la que ahora he puesto cara. Me ha emocionado ver que gente joven está enamorada de este mundo tan satisfactorio.
Pero a la vez, he recibido una lección que espero y confío en no olvidar tan fácilmente. Somos menos "listos" de lo que pensamos.


Eskerrik asko a todos por lo vivido. Hoy nos habéis tratado como no nos merecemos, esperamos demostraros que el agradecimiento existe.

Recomiendo vivir algo similar a todo el mundo, quizás así, nos demos cuenta de que como diría alguien que conozco, los "trampantojos" y además sin ojos, son, pero no.

Guardaré como oro en paño el antifaz para que me recuerde que debo ser mucho más humilde.