26 de febrero de 2016

RESTAURANTE SUA SAN (BILBAO): Cuando lo SANO y lo RICO son compatibles.


De cuando en vez suelo bajar a Bilbao de día. Esa costumbre mía de ir a cenar hace que las veces en las que disfruto de la capital a plena luz del día sean las menos. He pasado muchas veces por la puerta de este restaurante situado frente a “nuestro enorme perro”, el “custodio” del impresionante museo Guggengheim. Me había llamado la atención pero no terminaba de animarme a visitarles. Hoy he “perdido la veguenza” y he decidido probar.


El local no es excesivamente amplio pero posee unas cuantas mesas agradablemente decoradas. Aquí no busques demasiada intimidad, no es esa la idea. Pero el trato por parte de los jóvenes que lo regentan es amable y diligente. Hoy me he sentado cara al local, si miras hacia afuera las vistas no son nada desdeñables.


Al parecer su política es hacer comida “sana” y además con productos más bien naturales. También hacen comidas para llevar, buenos zumos naturales…


El menú del día consiste en un par de platos a elegir con bebida y postre o bien café. Las opciones son interesantes y nada “comunes”. Así que sin saber muy bien lo que voy a encontrarme, me decido por comenzar con una Ensalada templada de arroz japonés, tempura de pescado y salsa teriyaki. Sorpresón. Una ración más que generosa de una excelente ensalada. Con mucho producto, con buenos trozos de pescado, con un estupendo arroz y con un conjunto que la hacen sabrosa, apetitosa, atractiva, agradable. Riquísima, de las mejores ensaladas que he tenido ocasión de probar.


Una pequeña chapata de pan y una caña de cerveza tostada han acompañado mi comida de hoy. No soy demasiado de cervezas pero de cuando en vez disfruto de su frescura.


De segundo plato me he decidido por el Medallón de pollo relleno, manzana, queso y parmentier de calabaza. De nuevo maravillosa sorpresa. Nuevamente me encuentro con una generosísima ración de carne original, distinta. Bien preparada. Con sabor, con mucho sabor. La salsa me recordaba a algo, no conseguía saber a qué. Me ha costado pero al final me descubierto que me recordaba a algún huevo a baja temperatura que he comido por ahí. Un estupendo plato que lleva materia prima y trabajo.


Tentado he estado de pedirme algún postre. En las vitrinas, algunas tartas con buena pinta, “me miran” con “ojos malignos”, pero al final ha ganado la lógica y he pedido un café. Mira que la que tenía colorido “Bob Marley” me ha llamado la atención…… Ya habrá más ocasiones. Creo que no será la única vez que les haga una visita.

Total abonado 12,50 euros. Imagino que dar de comer así por este precio no será demadiado fácil. Es lo que toca.     Su página web: www.suasan.es



21 de febrero de 2016

RESTAURANTE NIDO (BILBAO): Buena comida, buen vino y.... algo más.


Dejé pendiente algo cuando les visité la primera vez. Quería probar algunos platos en concreto y no me gusta demasiado dejar las cosas a medias. Asi que sabiendo que a día de hoy es complicado encontrar mesa, llamo con tiempo para evitar problemas.

Hoy me llevo a una buena comedora. Necesito ayudante para poder llevar a cabo “mi plan”. La idea era hacer una degustación de “casquería”, pura y dura. Pero la excelente jefa de sala que tiene este local que además es propietaria, nos “anima” a suavizar un tanto la cena.


Así que comenzamos con unos más que ricos y bien preparados txipis a la plancha acompañados de una cojonuda cebolla caramelizada que bien pudiera pasar por una mermelada. Dos piezas para cada uno de estupendo tamaño. Textura perfecta. Como a mi me encanta. Un pelín “tiesos” dirían algunos pero así es como se degustan este tipo de platos. Se nota la calidad del producto y se nota la buena mano. Muy ricos.







Aunque ya había comprobado la vez anterior que en este local cuidan el asunto vinícola, hoy me he sorprendido aún más. No sabía yo que al propietario le gustaba tanto el tema y que además tenía tan amplios conocimientos.


Así que aunque la oferta de vino es amplia, repito uno degustado hace bien poco. Un ribeiro que me encantó y que quiero que Marijo pruebe. Un Ramón do Casar, cosecha 2014. Iratxe, la jefa, me saca una botella a temperatura ambiente con idea de enfriarla en cubitera pero hablando de temperaturas de consumo del vino, al final es él quien nos trae otra más fresca y así pasamos de hielos. Por costumbre de clientela, dos camareras, cada una por su cuenta, nos acercan una cubitera amablemente. Se conoce que somos “especímenes extraños”. Ya iremos “educando” al personal. Un vinazo, de una bodega muy joven pero que hace un buen vino.











Me he fijado en como sirven los vinos en otras mesas. Con incluso “envinado” de copas. Cosa muy rara de ver. Al comentarlo con el joven camarero, al que he preguntado si era sumiller, me explica que dado que lleva tanto tiempo trabajando con ellos y que tienen ese buen gusto para el vino, no le ha quedado otra que enamorarse también e intentar hacer las cosas como deben hacerse. Pues me alegro un montón. Es un tema que en pocos sitios se trata con el debido respeto. Conste que la foto la he "robado" para explicar visualmente lo que supone un "envinado" de copas.


Continuamos ahora con unas albóndigas con salsa rubia. Acompañadas de unas estupendas patatas fritas cortadas a mi manera. Así saben mucho más a patata. La carne está rica de ganas. Tamaño bocado. La salsa, con un toque picante muy agradable, está para untar pan sin conocimiento. Buen plato que compartimos al centro. El pan, que también está bien rico, nos sirve de “apoyo” pues esta salsa lo merece.




Llega ahora el turno a esas patas con salsa bizkaina. Yo quería callos y morros pero ese era el plan que me han hecho “romper” entre mi compi y la dueña. Yo creo que quieren que vuelva más veces. No os preocupéis que vuelvo.

Un par de buenas patas. Menudo alimento. Esto sí que es un “caramelo”. Chupar esos huesos….. mancharte las manos…. untar esa salsa…… coger la cuchara para rematarla y no terminar inflado de pan…. Placer de los verdaderos. Uno de mis alimentos preferidos. He comido muchas, muy bien trabajadas y muy bien cuidadas. Estas están a la altura. Muy ricas.



Y como queda vino, la que no quería cenar en exceso y la que no quería que cenásemos demasiado, me animan a terminar con un plato muy “liviano”, muy suavecito. Ni más ni menos que unos huevos rotos, es decir: huevos, cebolla, patata, jamón joselito y piquillo. Lo que se dice un “postre digestivo”. Nos ha costado un poquito terminarlo pero no podemos quedar mal. Como dos señores de bien hemos cenado.



No hay sitio para postres pero sí para cafés, así que dos cortaos y terminamos un poquito más llenos que cuando hemos entrado pero mucho más contentos y satisfechos. El total abonado hoy ha sido de 90 euros. Esto quiere decir que bebiendo agua por ejemplo, el precio de una cena como esta se queda en 35 euros por persona que me parece una excelente relación calidad-precio.




Destacar el buen hacer de todo el personal comandado por Iratxe que sabe, que tiene mucho arte, que conoce a los clientes y acierta en el modo de hacernos sentir bien.
Volveré a terminar con "mi plan".  Su página web:  www.nidobilbao.com