23 de febrero de 2020

RESTAURANTE UTZINE (LAUDIO/LLODIO): Será un cardo pero está muy bueno.


Las nuevas costumbres, las nuevas generaciones, las nuevas “culturas” han conseguido que  muchos locales se hayan visto obligados a no ofrecer cenas los fines de semana. Esto pasa desde hace ya un tiempo más que largo. Ahora se lleva mucho eso de “picotear” y dejarse los cuartos en otros menesteres.
Pero hoy era un día un tanto especial, sábado de carnaval y me ha venido a la cabeza que quizás tuvieran alguna reserva hecha y así podía yo aprovechar para quitarme el antojo de visitar a mi amigo Patxi. He llamado y efectivamente abría, así que hoy me quedo en mi pueblo.

Es un restaurante donde he comido en muchas ocasiones y donde hemos celebrado más de una despedida. Un local y un cocinero con nombre en el pueblo, puedo aseguraros que su fama es bien merecida.
Nos aposentamos en su pequeño pero muy coqueto comedor en  una de sus estupendas mesas y nos acercan el que va a ser el menú carnaval de esta noche.
He pedido permiso a Patxi para llevar el vino. Hay botellas que uno no sabe mu bien si abrirlas o no. Conoce el “poderío” de guarda pero no el momento exacto de apertura. En esta ocasión se trata de un txakoli, un Itsasmendi 7, cosecha 2009. En la cata que hicimos en Bilbao fue el que más me gustó pero hoy me ha vuelto a sorprender. Un vino que tiene ya más de 10 años pero que conserva una acidez impresionante. Me he arrepentido y encima difícil lo tengo para encontrarme con otra botella. Es increíble como se conserva, qué potencia. Incluso diría que no he disfrutado con él lo que me esperaba. Yo los quiero más “domados”, más sedosos. Marijo me dice que le encanta y eso es señal de que está casi demasiado frutal. Bueno, desgraciadamente en esta ocasión las golondrinas no volverán sus nidos a colgar.

Comenzamos la cuestión gastronómica en sí. Grata sorpresa con el pan. Un pan casero hecho a mi gusto. Corteza crujiente a más no poder. Cojonudo.
Colocaré los nombres de los platos y la foto correspondiente. Todos y cada uno de ellos a un nivel notable y en algunas ocasiones incluso sobresaliente. Patxi sabe lo que se hace. Disfrute total y absoluto.



 ´
Para que luego diga mi amigo Pepe que no como verduras. Pero si están preparadas así me como lo que haga falta.


Calidad de diez del bacalao. Lascas tremendas. Riquísimo.


Quizás decir aquí que yo hubiese preferido que la salsa no tocase la carne. Está tan rica que no necesitaba "ayudas".


Rematamos con dos estupendos cafecitos y tengo incluso la suerte de tomarme un txupito de un PX que han encontrado por allí para mi. Todo ello nos sale 80 euros, sin vino. Un regalazo. Eskerrik asko Patxi, un verdadero placer, me va a “joder” un poco esa prematura jubilación de la que tienes intención de disfrutar.

16 de febrero de 2020

BRASA IBÉRICA (BASAURI): VACA versus cerdo.


Mi amigo Luis me comentó que había descubierto un local en una zona industrial de Basauri donde parecía que había buena oferta en asunto de carnes a la brasa. No está demasiado lejos y había que curiosear. No es fácil encontrar novedades y cuando las hay se me hace interesante investigar.

Acompañado en esta ocasión por mi retoño nos acercamos hasta esta zona de pabellones industriales donde resulta un tanto curioso encontrarse con semejante local.
En el acristalado escaparate ya se vislumbra la oferta que nos vamos después a encontrar, buenas txuletas de ganado mayor y alguna otra cosa que no termino de saber muy bien lo que puede ser.
Comedor muy alegre y decoración variada pero también se deduce que aquí lo importante son las brasas y los ibéricos.
Es viernes noche y no hay demasiado meneo por aquí pero al menos hay alguna mesa ocupada. Disponen también de un pequeño txoko para poco más de media docena de comensales.

Nos atiende Iván Pinto, quien gestiona el negocio. Pertenece a una familia que lleva ya muchos años metido en el mundo de las carnes y los embutidos, así que no son, precisamente, unos novatos. Nos ha “llevado al huerto” puesto que prácticamente nos hemos dejado guiar por él para nuestra cena de hoy.
La carta de vinos no está mal pero al preguntar por algún espumoso nos ofrece un champagne que yo no había probado, además a muy buen precio. Un Drappier carte D´or. Se trata prácticamente de un blanc de noirs. Solamente lleva un quince por ciento de uva chardonnay. Con un trato muy natural en su elaboración. Nos ha gustado bastante, tiene esa potencia característica de los champagnes que llevan uvas tintas pero aporta a su vez una buena frescura. Ha acompañado estupendamente los poderosos platos de nuestra cena.

Hemos comenzado con una ración de pulpo a la brasa acompañada de unas muy ricas patatas, otras más tipo chip crujiente y unas salsas muy sabrosas, una de ellas alioli de “humo” que tiene verdadera potencia. La ración es algo más que generosa, casi excesiva diría yo. Cuatro comensales bien pudiera degustarla quedando satisfechos.

Después, aunque nosotros íbamos con la idea de comer una txuleta de vaca, nos ha ofrecido algo que nos resulta novedoso, una de cerdo gallego. Tamaño parecido a las de vaca y presentada igual. La carne resulta mucho más clara y aunque tengo que reconocer que estaba rica, a mi dame una con “cuernos”. Creo que la pelea es injusta y en otros asuntos el cerdo bien puede “torearse” a la vaca pero no así en asuntos txuleteros. La carne viene acompañada por una tremenda ración de patatas y además pimientos rojos asados y verdes fritos. De nuevo excesiva cantidad para dos seres humanos. No hemos podido con ella.

Aunque hambre precisamente no tenemos, ante la propaganda que nos hace de su torrija y ante la posibilidad de hacerla en dos partes, una para el txikito que no es demasiado amigo de que la caramelicen, nos animamos a probarla. Nuevamente la ración es para los del mismo Bilbao. Está muy rica, para mi un tanto pasada de dulce. No la pondría en mi lista de tops pero meceré la pena.

Un cafecito y abonamos los 93 euros de la cuenta. Si no tenemos en cuenta el vino podemos cenar aquí poniéndonos hasta las trancas por menos de 30 euros por persona. Buena relación calidad precio. Tenemos que volver a probar esa vaca gallega que seguro nos deparará más satisfacción que su hermano el cerdo. Original presentación de la cuenta con unas riquísimas gominolas .