23 de agosto de 2018

RESTAURANTE AMELIBIA (LAGUARDIA): Pongo la mano en el fuego por él.


Teníamos pendiente volver a visitarles. Cuando lo hicimos hace no tanto, dejamos algo en el tintero y había que “solucionar” el asunto.
No es sencillo aparcar en este precioso pueblo en temporada de vacaciones. Son innumerables los visitantes que encuentras aquí a diario. Pero siempre hay algún hueco más o menos cercano.

De nuevo nos encontramos con que el local está a rebosar. Hacer las cosas bien, aunque no siempre, suele tener su recompensa. Nos alegramos de ello aunque suponga que esa agradable presencia de Alex, no pueda ser todo lo “abundante” que nos gustaría.

Una vez acomodados, dejamos que ella decida, poco a poco lo que vamos a comer. A su libre elección.
Como aperitivo nos deleitan con un más que refrescante gazpacho que, dado el veraniego día, entra de maravilla. Cojonudo, sin más.

Como siempre, pan blanco para acompañar la comida.
Continuamos con unas estupendas croquetas. De cecina, de hongos y de jamón. Riquísimas.

Continuamos con otro refrescante plato que no es precisamente algo que me tenga enamorado. Pero he venido en compañía de mi amigo Pepe, asiduo de este local y ellos conocen bien sus gustos. Así que prefiero que, aunque lo pruebo, sea él quien disfrute con ello. Carpaccio de bacalao.

El asunto que dejamos pendiente era el del vino. Concretamente veníamos a bebernos una botella de vino blanco, cómo no. Un vino de la bodega Contador. Qué bonito cacareaba. Cosecha 2011. 
Variedades: Garnacha blanca, viura y malvasía. Envejecido durante 8 meses en barricas de roble francés. No sabemos exactamente si nos hemos equivocado con él. Quizás necesite abrirse con más tiempo, dejar que se airee durante algunas horas. Quizás pensaba yo encontrarme otra cosa. No lo sé. La madera a mi humilde parecer, excesivamente presente. Le cuesta horrores “abrirse” y cuando más o menos lo hace, aflora un alcohol un tanto subido de tono. Sus catorce grados y medio pueden influir, sin duda. Su fama, imagino que bien alcanzada, no ha sido suficiente para que nuestra comida de hoy sea totalmente exitosa. Una pena. Lo dejaremos para los que, no son pocos, lo consideran uno de los mejores vinos del estado.

Nosotros seguimos a lo nuestro. Les toca el turno ahora a unas maravillosas kokotxas de merluza al pil-pil. Suaves, sabrosas. La salsa, como bien merece, la degusto “a mano”, con ese pan blanco que tanto me gusta. Deliciosas.

De nuevo los gustos de mi compi hacen que, sin demasiados problemas, deguste un pichón. Este tipo de carnes, aunque me gustan, no son una de mis preferencias culinarias. Pero reconozco que está en su punto perfecto. Bien cocinado. En esta ocasión no invito a mi compi, me lo como yo, como es menester.

Evidentemente con este plato daban por terminada la parte salada y quizás mi acompañante hubiese preferido que así fuera pero yo tengo aún un tanto de sitio en mi estómago y “necesito” algo más…. “contundente”. Así que tras comentarle a Alex el asunto, allí que nos aparece con un plato de los de recordar. Un rabo guisado de vaca. La carne está que parece gelatina. Suelta a más no poder, fina, sabrosa, suave, ligera………… Sin más definiciones, perfecta. Un final feliz al asunto salado.

En cuanto al postre, de nuevo tenemos ocasión de probar varias de sus propuestas. Una intxaursalsa a su estilo, unos canutillos de crema pastelera con chocolate y ese “provocativo” chocolate negro con sal de Añana. Si me tengo que quedar con uno, sería el último. Tiene un no sé qué que te engancha.

Para los postres, Pepe, que hoy tiene “taxista”, se ha pedido un PX. Yo me conformo con beber un trago de esa agua con gas que tanto le gusta.

Dos cafés servido a nuestro gusto y de nuevo unas riquísimas rosquillas ciegas dan por terminada la velada. Con algún detalle por parte de la casa, salimos en lo sólido a 55 euros por barba. Estupendo precio. El vino sale más de 45 y eso que lo tienen prácticamente a precio de bodega.

Restaurante para recomendar a cualquiera. Lo tiene todo y así les va. Si tenéis intención de ir, os recomiendo llamar con tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario