Difícil será encontrar a quien no conozca La Viña del Ensanche en
Bilbao. Buenos pintxos, buenos vinos, buenas raciones…… Ahora le han dado una
“pequeña” vuelta de tuerca y han abierto su tienda y “taller”. Allí, a cocina
vista, ofrecen un menú degustación de 7 platos entre los que incluyen un par de
postres. Además se da importancia a la bodega y podemos encontrar buenas
referencias de donde poder elegir.
Con vistas al estupendo ambiente que se respira en esa zona un
viernes noche nos acomodan en una de sus
amplias mesas de cuatro comensales, algunas de dos quizás pequen un poco de
tamaño un tanto reducido para el tipo de local.
La sumiller habitual está de baja, ha sido amatxu y no hemos
tenido el placer de conocerla. Pero su vuelta es casi inmediata y algún día
volveremos para que nos guíe de manera distinta por su oferta. De todos modos,
nuestro “anfitrión” ha dado sobradamente la talla y su amabilidad y su buen
hacer nos ha hecho sentirnos estupendamente.
Tras un par de dudas e incluso probando uno de los posibles
candidatos a acompañarnos en la cena de hoy, nos decantamos por un Ribeiro Viña
Mein, cosecha 2013. Un vino que lleva como uva principal la Treixadura pero
acompañada por algunas variedades más como la Godello, Loureira, Torrontés,
Albariño y Lado. Tiene un color brillante. En nariz se nota mucho la fruta. Es
muy fresco y la acidez invita al trato pausado.
De esos vinos que sin dispararse en absoluto en el precio, te hacen
pasar un rato muy agradable. Rico, muy rico.
Comenzamos la andadura con un “bokata”. Pan Bao con pollo al curry. El Pan Bao es un
pan típico de oriente que está hecho al vapor. Es sedoso, esponjoso, suave. De
los que se pueden comer sin dientes. Nos invitan a degustarlo “a mano”. Que más
quiere uno que “perder la compostura” con “permiso”. Está muy rico el conjunto.
Además no abusan del curry con lo que no nos anestesian el paladar.
Llega ahora un plato mucho más tradicional. Un plato de los
triunfadores. De los que jamás deberían desaparecer de sus ofertas. Algo que,
curiosamente, no es tan simple como parece. Coincidiremos todos que hay
“huevos” y “huevos”. Se lee igual pero….. Unos Hongos salteados con huevo escalfado. Aquí prima la calidad del producto y luego ya las buenas manos del
artista. Plato sabroso, con intensa nariz a tierra. “Obligatorio” mojar pan.
La tercera propuesta nos sorprende. Como base un caldo dashi, un
caldo muy ligero de pescado que se prepara con alga kombu, copos de bonito seco
y agua. En esta ocasión acompañado de atún rojo marinado. Desde luego que a
este caldo le han “ayudado” y con acierto. Está riquísimo. Sabor potente pero
agradable. Iguala a más de un caldo de pollo de esos que degustamos en el
invierno. Son distintos pero ambos calientan el estómago y además nos hacen
disfrutar. Nos ha encantado a ambos.
Marijose no se sentía excesivamente atraída por el nombre de este
plato y lo ha cambiado por un Txipiron a la plancha con arroz en su tinta.
Buena elección también. Otro clásico que
triunfa. Buena mano tienen estos jóvenes cocineros, alguno de los cuales tiene
ya mucha escuela y mucha práctica.
Como plato de pescado nos deleitan con un rodaballo al horno. Buen
pescado, fresco, suelto… acompañado de unas piparras, de cebolla pochada,
patata…. Sin aventuras raras. Buena cocina, bien planteada y para todos los
gustos, sin duda.
Terminamos la parte salada del menú con Pluma ibérica “Joselito”.
Mi compi ha sido carnicera, algo sabe de carnes pero….. es de los que tiene esa
creencia, como la inmensa mayoría de la gente, que el cerdo hay que hacerlo
mucho. Si hablamos de carne “blanca” quizás sí pero en este caso esto tiene
color rojo de por sí. Bien pudiéramos confundirlo con carne de vacuno incluso.
Así que se ha terminado animando y tiempo habrá de devolverlo para que le den
un “plus”. Pues no, nos lo hemos zampado al punto. Teniendo temperatura así da
gusto comerse la carne. Rica, mucho.
Me gusta, cuando hay dos postres, que el primero sea fresco,
suave, que ayude a nuestro sistema digestivo a trabajar como debe. Pues hoy así
ha sido. Un sorbete de manzana. Realmente más parece mousse que sorbete. El “helado” que puede ser
casi una gominola, tiene un sabor exquisito a manzana. Postre muy apropiado en
este momento de la noche. Un acierto.
Terminamos con una tarta de zanahoria y helado de frutas
tropicales. Un pastel muy jugoso. De excelente sabor. Como podéis ver el plato
está presentado de manera muy original. Muy buen remate de velada.
Un punto negro en la cena ha sido la “encantadora” presencia en
una mesa cercana de un grupo de “educados” pijos que nos “han deleitado” con
una disertación sobre como jugar al padel con un tono de voz que ha requerido
que los responsables del local les diesen 3 avisos. Evidentemente no han hecho ni caso. Una pena.
No quisiera olvidar que hoy he tenido “fotógrafa” y que las fotos
son de Marijo, no mías. Imagino que algo mejores que las habituales serán.
Destacar la simpatía y buen hacer del equipo del restaurante. Y
las excusas sobre el proceder de nuestros “vecinos”. El precio del menú degustación es de 50 euros persona, sin vinos. El de
hoy nos ha costado 15 euros. La página web del restaurante:
www.laviñadelensanche.com
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