Hace un par de años que pasé por este restaurante y
tenía muy buen recuerdo de él. Hoy hemos tenido un día veraniego y había que
aprovechar para este tipo de “excursiones”. Evidentemente y como no podía ser
de otra manera me he perdido y tras “alguna que otra” vuelta por los
alrededores hemos sido capaces de encontrarlo. Las enormes palmeras ayudan un
poco.
Como hemos llegado con tiempo más que de sobra nos
tomamos un cafecito en su terraza exterior, invita a ello.
Disponen de un menú degustación a un precio muy
ajustado pero como hay cosas que no son del agrado de Aran preferimos elegir
alguna cosa de su carta.
La carta de vinos es correcta, suficiente para
disfrutar de algún tinto, blanco e incluso espumoso. Hace tiempo que le tengo
un poco abandonado así que me decido por un viejo conocido, un txakoli Itsasmendi
7, cosecha 2014. Este año en cocreto lleva un 65% de Hondarribi zuri zerratia,
un 17 de Hondarribi zuri y un 18 de Riesling. Todo ello confiere al vino una
acidez destacable pero “domada” y gracias a la riesling una capacidad más que
notable de envejecimiento. De todos modos aparece la fruta tanto en nariz como
en boca. Un vino blanco que gana muchos puntos a medida que gana temperatura y
que respira.
Nos ofrecen como aperitivos unas anchoas a la
vinagreta, unos vasitos de fresco zumo de sandía y unas patatas con salsa
picante. Un aperitivo en toda regla, las antxoas están cojonudas y además como
alguna no soporta el vinagre en exceso pues….. “pa mi todas”.
Me pido para mi puesto que sé que aquí tienen producto
de casa, media ensaladita de tomate y cebolla. Me parece que estos no saben
mucho lo que es una media ración.. Una señora ración de un estupendo tomate que
además lleva un aceite de oliva cojonudo y que hace que ese pan de ajo que nos
han sacado desaparezca de la cesta a pasos agigantados.
Ya las habíamos probado en nuestra anterior visita y
sabíamos que el caballo era ganador. Una degustación de croquetas. Están
jugosas y crujientes. De bacalao, de jamón, de hongos y de txipis. Mejor
comerla casi en ese orden. Todas están ricas pero la potencia de sabor tanto de
la de hongos como de la de txipis deja un poco mermados los otros dos sabores.
Todas ellas saben sin duda a lo que son. Aquí de congelados nada. Cuatro de
cada que hacen que sea un plato muy consistente.
Hoy Arantza se
encuentra con que tiene la oportunidad de comer uno de sus alimentos favoritos
no como siempre lo hace, hoy puede comerlo como plato principal. Un tronco de
pulpo con puré de patata. De tamaño más que notable, con la textura exacta.
Mucho sabor. El puré de patata genial, en mi modesta opinión sobraba esa
compañía verde. Pero… pecata minuta.
Ración exagerada para la que cena poquito así que tengo que ayudarla un poco.
Yo me decanto por el taco de bacalao. De nuevo tamaño
notable. Textura perfecta. Calidad superior. Excelente punto. Muy bien
preparado. Acompañado de unos estupendos pimientos rojos asados y de una
mayonesa que me gusta mucho pero que en esta ocasión declino. Prefiero
disfrutar del sabor del bacalao tal cual, sin ayudas no necesarias.
El total abonado ha sido de 67 euros, siendo 16,50 el
precio del vino. Así que lo sólido sale a 25 euros por persona. Es un local con una rcp excelente. La visita merece la pena, sin duda alguna. Eso sí, si tenéis gps os
perderéis la aventura, el mundo no es lo mismo sin aventuras.
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