15 de septiembre de 2019

NIDOBILBAO: Cru: mi vinazo favorito.


Aprovecho una de las películas favoritas de Aran que no es otra que:  “Gru: Mi villano favorito” para jugar un poco y dar título a mi comentario de hoy. 
Cada día que pasa, cuanto más los pruebo, más me estoy aficionando a los vinos espumosos. Asi que en cuanto Iratxe, del restaurante NidoBilbao me comentó que tenía intención de hacer una cata de champagne me apunté sin dudarlo. En esta ocasión me acompaña Xabier, un compi de trabajo que tiene algún que otro interés en conocer algo más sobre el mundo del vino.
Nos juntamos casi media centena de personas, clientes habituales de este restaurante y comienza la historia.

Comenzamos con una pequeña introducción por parte del enólogo invitado que además es el creador de nuestro primer pase, un rosado espumoso que acompañamos de un sándwich de foie con pan crujiente de chocolate. Riquísimo el plato con potente sabor a foie y muy agradable el vino, burbuja bien presente, potente, en boca te recuerda a un buen vino rosado. Un todoterreno para abrir en cualquier ocasión.


En segundo lugar probamos el primer champagne de la noche, en concreto un Jean Paul Hebrart. Premier Cru, blanc de blancs. Vinos con muy poca intervención en viña, métodos tradicionales. Por supuesto uva chardonnay y mezcla de añadas siendo un porcentaje muy alto el de la última. Disfrutamos ahora de unas cojonudas croquetas semilíquidas de carrillera.


En tercera posición bebemos el que ha sido el favorito de mis compis de mesa, un Veuve Fourry & Fils Vertur, gran reserva y también primer cru. Este champagne ya lleva un porcentaje de Pinot Noir y la burbuja está muy presente, es potente. Con él degustamos un estupendo risotto de hongos y verduras.


Continuamos con un vino que me resultaba conocido, un Christophe Mignon Festigry Pur Meunier. Cien por cien uva pinot meunier. A mi me encanta, una burbuja mucho más fina que el anterior, me resulta más rico en aromas. Es un champagne que bebería gustoso en cualquier ocasión. Mientras tanto nos jamamos un bacalao con su piperrada y pil-pil.

Terminamos la parte salada de la cena con la presa ibérica acompañada de puré trufado de patata y lo regamos con un Mouzon Leroux & Fils verzy L¨atavique. Grand Cru. Viticultura natural. Este vino lleva ya más uva pinot noir que chardonnay. Mucha fruta en boca, buena burbuja bien integrada, me parece muy rico también aunque me resulte más atractivo el anterior. Quizás a ciegas sea incapaz de diferenciarlos pero la mente es la mente.


Y finalizamos la cata de hoy con el que me ha parecido el mejor de la noche. Marguet ambonnay Shamman. Grand cru. Biodinámico. Sube aún más el porcentaje de pinot noir con dos terceras partes. Burbuja finísima, nariz muy agradable, boca sedosa. Me ha encantado. Lo acompañamos de bombón de chocolate y fresa y un estupendo helado de chocolate negro.

Pues una jornada en la que hemos disfrutado de algunos de los que me parecen los mejores vinos del mundo. El champagne es otra historia.  Encima una cena cojonuda, qué más se puede pedir. 

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