Va llegando poco a poco el fin de año y me llega el momento de visitar
mis restaurantes de cabecera, me gusta hacerles una visita antes de la
campanadas.
Nos toca el turno de visitar el Trueba. Aquí sabemos a lo que venimos,
a que nos traten de maravilla y a que nos den de comer excelente producto.
Además sé que beber tampoco vamos a beber nada mal.
Hoy Marian tiene un disgusto. Un disgusto en forma
de comentario en ese “espacio” donde todos tienen derechos y nadie
obligaciones. Esa página que permite absolutamente cualquier comentario sin
necesidad alguna de demostrar siquiera que has visitado el restaurante en sí.
Me refiero, como no, a Tripadvisor. Quiero colgar el comentario del “personaje”
tal y como él lo ha escrito, con faltas incluídas. “Gato por liebre” lleva de
título. “Nos dieron una merluza con jibiones… Al trocear la merluza salía
agua….. Le comenté a la camarera y que por favor. Que. El género es fresco….
Cobraron la mitad del plato…. Vergonzoso, mi madre tenía una pescadería y se lo
que publico.”
He indagado y el personaje en cuestión sólo tiene dos comentarios colgados y casualmente el otro se titula: "chapuza" El búho está bizco demasiadas veces.
La respuesta de Marian creo que no desmerece: “Hola Jose Miguel. Nos ha dejado muy
sorprendidos tu comentario. Para empezar, no disponemos de ese plato que dices
(si bien si tenemos merluza y begihaundi en carta). Para continuar, tampoco nos
consta que haya habido ninguna reclamación por nuestra merluza, y mucho menos
que se haya cobrado la mitad por este suceso (de darse un caso como ese
nosotros directamente no te hubiéramos cobrado). Por último, nuestra filosofía
se basa en productos de mucha calidad, procurando siempre los mejores precios
para el cliente final. De haber sucedido algo así, nos hubiera gustado saberlo
para hablar con nuestro pescadero, pero como te decimos no nos consta en
absoluto que nadie haya tenido queja. En todo caso, estaremos encantados de que
vuelvas al Trueba a formarte una segunda opinión porque nos apena enormemente
que alguien piense así, dado que trabajamos muy duro para ofrecer la mejor calidad
y el mejor trato a nuestros clientes, procurando siempre que se sientan como en
casa. Un saludo”.
Desde este espacio mi abrazo al Trueba, poco o nada tienen que demostrar
pero muchas visitas van ya y de muchos amigos y de aquí nadie ha salido
comiendo gato por liebre.
Bueno, comenzamos como siempre con ese aperitivo de txistorra que tan rica
está y que hace las delicias de mi compi que es medio navarra. El pan es otro de sus puntos fuertes.
Continuamos con unas excelentes croquetas de jamón ibérico. Nada que decir,
deliciosas.
Pasamos a unos más que cojonudos hongos con puré de patata. Producto,
producto y producto.
Dos “medias” raciones de merluza con begihaundi. Ambos maravillosos.
Yo me animo a rematar la faena salada con un taco de atún rojo. Punto
exacto de preparación. Color “sano”, sabor y más sabor. De rechupete.
Como sucede siempre, la que “no tiene más apetito” resulta que se pide una
pantxineta. Me pide sopitas para terminarla. Realmente está muy rica.
Para beber hoy nos hemos decidido, bien aconsejados por Marian por un
champagne, GARDET. Creo que ya lo habíamos bebido en otra ocasión aquí. Es un champagne
fácil de beber. Estupenda y fina burbuja. Fresco a más no poder. Con los
típicos dejes de compotas y un final con un toque ligeramente “amargoso” que
ayuda a no viciarse en el trago. Creo que por su precio es una buena manera de
poder beberse un champagne.
Terminamos con el consabido cafecito y la infusión. El total abonado hoy ha
sido de 117 euros que en mi opinión es una de las mejores relaciones
calidad-precio de la capital.
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