Hace ya algún tiempo que por
estas aficiones mías de intentar comer bien y a su vez acompañarlo de buenos
vinos, he conocido a gente que sabe de esto muchísimo más que yo. Tampoco os
emocionéis demasiado, saber más que yo de vino es tan fácil…….. Pero realmente
son unos tíos que se ponen a hablar y hay veces en las que no sé muy bien si lo hacen en mi mismo idioma.
Generalmente hacemos las
catas en un bar-restaurante de mi pueblo pero en esta ocasión la hemos hecho en
un txoko del que nuestro perfecto anfitrión de hoy es socio. Ha ejercido de
cocinero y tengo que reconocer, lo podréis comprobar más tarde, que no lo hizo
nada, pero que nada mal.
Soy amante de los vinos
blancos y si ya tienen alguna que otra burbuja pues ni te cuento y cuando las
catas son exclusivamente de tintos no suelo acudir. Pero en esta ocasión, el
encargado de traer los vinos me dijo que si iba no me arrepentiría. Así ha
sido.
Cuando leo catas de vino en
las redes, cuando escucho a estos “frikis” hablar de sus sensaciones, escucho
cientos de palabras. La lista sería interminable pero por ejemplo, y para no
aburriros, podemos ver algunas de ellas:
“Café con leche, hierba
fresca, manzana, pomelo, melocotón, cereza picota, resina, cacao negro,
vainilla, piña, monte bajo, panadería, frutos secos, pera, bollería, plátano,
carburo, canela, cuero, roble, pimiento rojo, castañas asadas, eucalipto,
avellanas tostadas, membrillo, caoba, fresa, tabaco……..”
Vosotros habéis leído UVA????
A que no. Pues exactamente. Es curiosísimo pero es dificilísimo que alguien
hable de ella cuando habla de un vino.
Pero hoy la cosa ha sido
diferente. Curiosamente los vinos que ha traido Raúl me han recordado a eso
mismo, a la fruta de la que nacen. Suelo ser parco en palabras en las catas y
mira que generalmente no me callo ni debajo del agua. Pero hoy lo he dicho y
Raúl, que sabe la repera de vinos me ha comentado que sí, que es la mejor
definición para los vinos naturales que nos ha traído hoy. Huelen y saben a
uva. Así que hoy me he reconciliado con ellos y como bien pongo en el título de
este post, quizás sea cierto que se hacen realmente con dicha fruta.
No voy a decir nada más.
Hasta aquí puedo leer. Algunos al ver la foto me entenderéis, otros, como me
pasaría a mi, os quedaréis como antes. Pero si tenéis ocasión, probad a
disfrutar de vinos distintos a lo comercialmente puro y duro, os llevaréis más
de una sorpresa y degustaréis más de una maravilla.
En el asunto culinario, Bizen se ha enfrascado en su delantal y nos ha preparado un menú muy
apetitoso y nos ha demostrado que merece la pena dejarse alimentar por él. Comenzamos con una buena
ración de langostinos a la plancha. Poca pereza ha tenido y nos hemos puesto
finos.
Una ensalada de bonito,
además hecho en casa, pescado por el padre de nuestro cocinero. Buenos
pimientos rojos lo acompañan.
Unas riquísimas croquetas.
Aquí es donde más me ha sorprendido nuestro amigo. Se le da muy bien esto.
Cazuela de buen bacalao con
una estupenda salsa. De nuevo me quito el sombrero antes nuestro “cocinillas”.
Pues eskerrik asko a nuestro
anfitrión por esa estupenda cena y también a nuestro “proveedor” vinícola de
hoy, Raúl, que me ha hecho la demostración de que, incluso a mi, pueden
gustarme los tintos. Y gracias por las fotos que “he robado” de no sé bien
dónde. Espero no haber incumplido alguna ley.
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