Nos acercamos a este pequeño pueblo alavés a visitar este
restaurante. Voy por recomendación de una persona muy fiable en asuntos
gastronómicos, alguien que es más “duro” que yo y que si él dice que se come
bien es que realmente se come mejor. Gracias Josean.
No me esperaba yo semejante sorpresa. El hecho de ser persona
principalmente de cenas me hace perderme muchas veces algunos sitios que
merecen la pena, que la merecen mucho.
Ahora que voy cambiando un tanto de costumbres y que de vez en
cuando saldré a comer, puedo desplazarme a sitios donde la noche no es la mejor
acompañante y hoy ha sido uno de esos días.
Como siempre, me pierdo un par de veces y tengo que utilizar mi
“gps” particular que no es otro que preguntar a los lugareños. Siempre llegas y
encima haces amigos.
No espera uno entrar por esa puerta y encontrarse semejante
comedor. Muy bonito, muy acogedor, muy bien vestido. Amplio, con buenas mesas,
con una sensación muy agradable.
El servicio genial, simpático y muy atento en todo momento. El
cocinero, Alberto Molinero, que en 2014 resultó ganador del campeonato de
cocineros de Castilla y León. Después de lo vivido hoy, no me extraña en
absoluto.
Comenzamos muy bien, con dos tipos de pan que a cada cual están
mejor. Yo, no puedo evitarlo, me decanto por el de maíz. Riquísimo.
Comienza el espectáculo, comienza su menú Festival:
Aperitivo en forma de vasito con una crema de queso y confitura.
Ensalada de burrata, sardina ahumada y kinoa
Vieira asada, patata trufada y huevas de arenque
Cigala salteada con yema de huevo de corral y migas
Pulpo a la brasa y emulsión de ajo negro
Merluza, crema de coliflor, patata confitada y mantequilla café
de París
Solomillo asado al sarmiento con colmenillas a la crema
Cromoterapia naranja (compota de zanahoria, granizado de naranja
sanguina y maracuya, helado de yema de huevo y albaricoque y azúcar naranja).
Coulant de almendras y helado de pistacho. (Me ha recordado a
uno de los mejores postres que he degustado jamás. Un fluido de avellana del
restaurante Etxanobe de Bilbao).
Todos los platos han estado a un nivel altísimo.
Todo está riquísimo. Mi amiga Marijo, una de las mejores comedoras que conozco, ha disfrutado como una chiquilla. Me dice: Jon Ander, yo he nacido para esto. Yo también pero…. no da la cartera para todo. Y menos mal, mi cintura mediría el doble.
Todo está riquísimo. Mi amiga Marijo, una de las mejores comedoras que conozco, ha disfrutado como una chiquilla. Me dice: Jon Ander, yo he nacido para esto. Yo también pero…. no da la cartera para todo. Y menos mal, mi cintura mediría el doble.
El vino que he elegido ha sido un Audrey et Christian Binner
2005 Pinot Gris. Un vino de Alsacia. Cultivo ecológico. Es naturalmente dulce.
Precioso color oro. Nariz a frutas tipo melocotón.
Soy un completo ignorante en el mundo de los vinos. Nos ha
gustado mucho pero está más pensado para los postres o para otro tipo de
platos. Esas ganas de probar todo lo nuevo que me ponen delante…..
Con los estupendos cafés nos han obsequiado con unos detalles en
forma de pequeña magdalena, una especie de trufa y una gominola.
Por todo ello hemos pagado 102 euros. Me parece una relación
calidad-precio genial. Diria que incluso
es barato. Su págia web: www.restaurantelola.net
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