Hace ya algo
más de un año tuve la oportunidad de conocerles en su restaurante de
Amorebieta, el Gu Geu. Comentado en este blog.
Así que con
eso de las amistades del Facebook, he ido siguiendo a Monika en sus andaduras.
Pocas personas sigo yo así puesto que es de las que cuelga cosas inteligentes,
no las tonterías habituales. Y de esa manera me he ido enterando de esta nueva
aventura en nuestra capital. Con los retrasos lógicos de un nuevo local, por
fin han podido abrir la cocina y nada mejor que ser de los primeros en tener
acceso a ella.
Situado en una zona privilegiada, cerca de la concurrida Pozas y camino de la
Catedral, una zona más pensada para los que tenemos ya una edad y buscamos un
poquito alejarnos del “follón” que monta nuestra alborotadora juventud.
Local
pensado en los tiempos que corren, en los cambios que hay en el asunto
gastronómico. Al menos algo nuevo que se abre con la intención de dar
importancia a la buena cocina y no solo a llenar tres turnos.
Con una buena barra de pintxos, unas mesas altas para poder degustar tanto las miniaturas como unas estupendas raciones y al fondo, un pequeño comedor.
Con una buena barra de pintxos, unas mesas altas para poder degustar tanto las miniaturas como unas estupendas raciones y al fondo, un pequeño comedor.
Me encanta
su decoración, esa madera “gorda” de las mesas, esas preciosas puertas
correderas, la iluminación, ventanas…… Más moderna la parte exterior y más
“rústico” el comedor.
Están
comenzando la andadura así que la carta presentada aún en folio y sin carta de
vinos escrita, están en ello. Me gusta la propuesta y más aún el hecho de que puedas pedir medias raciones. Eso da opción a degustar más platos y conocerles mejor.
Como hoy me
acompaña mi amiga Marijo, una excelente comedora, prefiero, como no, que sea
ella la que decida un tanto lo que vamos a cenar.
Comenzamos
con un aperitivo de la casa . Foie con compota de calabaza y gele de txakoli.
Buena composición cuyos ingredientes casan perfectamente unos con otros. A mi lo
que me sucede es que me gusta tanto el foie en sí que prefiero no mezclarlo con
nada. Muy rico. Una bandeja de panes diferentes nos ayudan a degustarlo.
Pasamos
ahora al salmón marinado. Un plato que siendo bueno el producto no puede fallar
y en este caso lo es. Con un toque cítrico que lo hace más agradable aún. Para
ser medias raciones, hay que reconocer que son generosas.
La agradable
camarera que tiene tablas en esto de la gastronomía, nos ofrece una sopa fría
de tomate. Nos la sacan individualmente y esto es una especie de salmorejo que
está de vicio. Hemos decidido que en otra ocasión nos tomaremos la ración
entera. Refrescante. Toque de ajo pero sin pasarse. Mi amiga Amaia diría que
lleva poco pero no la hagáis ni caso. Su salmorejo es un “espanta-vampiros”.
Me quedo
sorprendido cuando Marijo me dice que nunca ha comido piparras. No puedo
creerlo. Pues allá que vamos a por una ración de las susodichas delicias
fritas. Ella no es de picante y tiene la infinita suerte de que tan solo ha
picado una y me ha tocado a mi. Alberto luego nos dice que ha apartado las más
grandes para evitar el picante. Yo prefiero que piquen. Están impresionantes.
Esto es mejor que los pimientos. Con esa sal gorda que tanto me encanta encontrarme
en el plato. Muy ricas.
Degustamos
ahora un taco e pulpo con cremoso de patata y aceite de pimentón. Estupendo
producto. Con la textura perfecta. Hay que masticarlo. Así sabes realmente a lo
que sabe. La patata está casi mejor que el pulpo. Me apasiona. Y el toque de
pimentón, imprescindible para semejante plato, armoniza a la perfección.
Y llega ya
el rey de la noche. Un estupendo rodaballo .Tamaño más que decente
después de lo degustado. Presentado entero y muy bien desespinado por la camarera.
Me suele dar miedo a mi en sitios nuevos esta maniobra, tengo algún recuerdo de
ver como lo destrozan literalmente. En esta ocasión no ha sido así y el
emplatado ha supuesto una buena degustación sin tener que estar pendiente de
posibles encontronazos con las desagradables espinas.
Excelente producto y bien horneado. Me encanta a mi este pez. Las alegrías que me ha dado.
Excelente producto y bien horneado. Me encanta a mi este pez. Las alegrías que me ha dado.
Le pedimos a
Alberto que sea él quien decida el postre. Que estamos bien y que no queremos
nada que nos haga arrepentirnos de haber cenado en exceso. Así que nos deleita
con un yogur con fresas y helado. Riquísimo. Las fresas con un sabor auténtico.
Sin azúcares añadidos. Fresquísimo.
Acierto pleno.
Hoy para
beber me he animado con algo que creo no haber probado anteriormente. Un Campillo
Fermentado en barrica 2014. Me ha sorprendido gratamente aunque necesita más
tiempo. La madera está demasiado presente aún. Es joven. Pero un vino que tiene
una cojonuda relación calidad-precio y que espero tener ocasión de beber ya
más “asentado”. Buenas copas y el servicio correcto. Marijo lo prefiere algo
más frío así que jugamos un poco con la cubitera y sus tiempos. Ni para ti, ni para mi.
Salimos a la
calle a tomarnos un par de buenos cafés y charlamos un rato con Alberto que
está animado. Esperemos que tengan la suerte que se merecen.
Hemos pagado
107 euros por todo ello que me parece una muy buena relación calidad.precio.
Solo ese pescadito se lleva la palma.
Volveremos a
visitarles, otro más a la lista. Esto ya es demasiado complicado para quedar
bien con todos.
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