Ya nos conocíamos de su anterior local sito en Quijas, La Torruca.
Llevan poco tiempo en su nueva ubicación y ya
tenía ganas de visitarles. Asi que mejor pronto que tarde.
Hacemos primero una visita a Andrés en La Cigaleña pues quiero que Arantza conozca ese templo del buen beber
Hacemos primero una visita a Andrés en La Cigaleña pues quiero que Arantza conozca ese templo del buen beber
Además, Andrés, conocido de Gustavo y Menchu, los propietarios del Anna,
nos indica amablemente el camino puesto que es vecino y además cliente
habitual.
A la hora convenida llegamos al nuevo restaurante. En la parte baja una
barra donde poder tomar algo o degustar también alguna de sus posibilidades en
forma de raciones. En la parte superior el comedor principal.
Buena iluminación, buenas mesas. De amplio tamaño. Tanto cuberteria
como vajilla, como coperío, de alto nivel.
Destacar la amabilidad de todo el personal, pendientes en todo momento
de nosotros pero sin ningún tipo de molestia. Buena gente.
Nos hemos entendido a la primera y simplemente nos van a dar de comer.
Ellos deciden, no tenemos alergias conocidas así que a por ello que vamos.
Gazpacho
sólido y boquerón
Atún
marinado, aguacate y soja.
Langostino
alistado, royal de erizo y jugo de sus cabezas.
Bonito
escabechado al momento.
Ensalada
de lechal, berenjena y jugo de vainas.
Zamburiñas,
guiso de puerro y bacon, pasta y patata espumosa.
Cocina que desde el principio al fin ha conseguido hacernos disfrutar. Todos y cada uno de los platos de excelente producto y genialmente tratado. Sin altibajos.
Además con la bebida también ha acertado Menchu. Nos hemos bebido un vino que me ha sorprendido gratamente. Un vino que al parecer ya no va a ser tan fácil de localizar. Un Albarinho natural, el Dorado 2011. Desde luego que no esperéis esa fruta típica de esos vinos, sobre todo de los más comerciales. Distinto pero muy rico. Hemos disfrutado mucho con él. Perfectamente repartido a lo largo de la comida para poder llegar al final.
En los postres hemos disfrutado de un Alicantino moscatel. Un Enrique Mendoza que ha puesto la guinda perfecta a una comida perfecta. Volveremos. no tengáis duda alguna.
Un cafecito rico y una charla tranquila, acompañados de Gustavo y Menchu y de Sergio, que tiene el detallazo de acercarse desde su Torrelavega querida. 113 euros han tenido la culpa. Un precio mucho más que justo para el homenaje que nos hemos "cascao".
Su página web: www.annasantander.es
Además con la bebida también ha acertado Menchu. Nos hemos bebido un vino que me ha sorprendido gratamente. Un vino que al parecer ya no va a ser tan fácil de localizar. Un Albarinho natural, el Dorado 2011. Desde luego que no esperéis esa fruta típica de esos vinos, sobre todo de los más comerciales. Distinto pero muy rico. Hemos disfrutado mucho con él. Perfectamente repartido a lo largo de la comida para poder llegar al final.
En los postres hemos disfrutado de un Alicantino moscatel. Un Enrique Mendoza que ha puesto la guinda perfecta a una comida perfecta. Volveremos. no tengáis duda alguna.
Un cafecito rico y una charla tranquila, acompañados de Gustavo y Menchu y de Sergio, que tiene el detallazo de acercarse desde su Torrelavega querida. 113 euros han tenido la culpa. Un precio mucho más que justo para el homenaje que nos hemos "cascao".
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