Estaba yo el otro día tomándome un café en mi bar favorito
cuando entró un compañero de trabajo y me pasó una tarjeta. Allí ponía Asador
Egurra.
Cuando le pregunté que a qué santo, me dijo que sabía que me
gustaba este tema y que lo habían abierto unos amigos que antes trabajaban en
el Asador Ibañez. Anda, pues a esos les conozco yo. Así que ni corto ni
perezoso, nada más salir por la puerta, llamé para reservar. No puedo, es
superior a mis fuerzas.
Así que tras buscar compañía, allí que nos fuimos a probar su
cocina. Yo, como siempre, sin GPS, me gusta perderme, me gusta investigar. Será
que quiero parecerme lo menos posible a un robot.
Está situado en la calle Egaña, un poco más allá de la zona más
agitada de esta calle donde en más de una ocasión hemos cenado o hemos tomado
algún pote.
Allí estaba el antiguo Asador Aranda. El local es muy parecido
al Ibañez,, el típico asador castellano. Maderas elegantes, maderas trabajadas. El
horno a la vista, allí se preparan asados de calidad.
Llevan abiertos dos semanas, pero afortunadamente y siendo
viernes, el comedor donde nos ubican está lleno. De lo cual me alegro.
Abajo tienen otros dos comedores, uno más amplio y uno al que le
he echado el ojo inmediatamente, me imagino allí con los “compis” de afición.
Una mesa para ocho personas que invita a esas comidas que preparamos. Será
cuestión de proponerlo y hacerles una visita algún día.
Al frente del local se encuentran dos socios, Joselu y Gonzalo,
acompañados estupendamente por la mujer de este último y un camarero que en
alguna ocasión me ha puesto algún cafecito rico-rico. Según ellos han abierto
esté local para adelgazar. Dicen que al estar más alejado, tienen que
andar. A mi me gustan así, parecen cocineros. Que últimamente ves a algunos que
parece que pasan hambre y eso da una imagen…. :-)
Una vez aposentados en nuestra mesa, de buen tamaño y muy
elegante, nos aparecen con un plato de algo que nos abre los ojos y no digamos
las sensaciones….. un plato de jamón que tiene una pinta impresionante.
Hablando con ellos nos comentan que es de Huelva, concretamente
jamón de Lazo. Al parecer ellos han estado de visita en la zona y desde
entonces lo trabajan. Curado en tejaderos de madera y teja árabe. No recuerdo
haberlo probado antes pero prometo que no va a ser la última ocasión. Está riquísimo. Gracias por el detallazo.
Dos panes que me hubiese gustado que fuesen más crujientes, un
pase por ese horno….. Y vamos pensando en lo que cenar y vamos hablando del
vino.
La carta es mediana pero tienen cosas fuera de ella y alguna más
que atractiva. Asi que conociendo un poco mis gustos, me ofrecen un blanco,
como no puede ser de otro modo. Un rioja que creo que haber probado (alguno
puede sacarme de dudas), un Marqués de Murrieta. Capellanía 2009. Algunos dicen
que es un vino blanco con alma de tinto. Esto no lo entiendo. Yo quiero que sea
un vino blanco con alma de vino. Me ha, bueno, más mérito tiene que a Arantza
le haya encantado. Ella es más de afrutados y este marca la madera, no
exageradamente pero la marca. La fruta está presente pero, como a mi me gusta,
sin sobresalir.
Cien por cien Viura, con 20 meses de crianza en barricas de
roble francés. Dice mi compi que no tiene acidez. Al menos lo que ella entiende
por tal. Realmente me ha sorprendido y mucho. Está rico, muy rico y además
“emborracha”. La producción es limitada y pienso, mañana mismo, hacerme con un
par de botellas. Este vino tiene que ganar un montón con el paso del tiempo.
Guardaré una para alguna ocasión especial de aquí a un tiempo y lo comprobaremos.
Comenzamos con foie gras de pato casero con mantequilla y
mermelada de tomate. Como reza el titulo lo hacen ellos mismo y está cojonudo.
Lo de la mantequilla, que al parecer es típico del país vecino es la primera
vez que lo probaba y realmente “maridan” estupendamente. La mermelada, que
Arantza disfruta con agrado, está rica pero a mi el foie me gusta como es. Buen
comienzo.
Aparecen ahora unas antxoas con pimientos rojos. Estupendamente
“afeitadas” no encuentras ningún estorbo. Están impresionantes. Tienen el
“pelo” que tienen pero mejor será comerlas de vez en cuando de esta calidad que
comerlas más habitualmente y no disfrutarlas. Untar pan en ese aceite es otro
de los placeres de la vida, incluso para una mujer que se cuida tanto. Es
“naturista” pero…. jejeje, como le va el “vicio”. (Me servirá esto para ganarme
una toñeja).
De pescado pedimos atún. Cada uno lo pide a su gusto propio. El
mío… poco pasado, en ese punto parecido a una txuleta al punto. A fin de
cuentas tienen un color muy similar. Ella lo pide muy hecho, incluso le tienen
que dar un toque más. Es curioso lo distintos que son nuestros paladares. Yo
con el mío disfruto mucho que es lo importante y ella lo mismo, así que todos contentos.
En cuestión de postres, sigo dejando que sea Arantza la que
decida y se decanta por la tarta de queso. Nuevamente los diferentes gustos
hacen que cada cual la deguste a su estilo. La mía sin mermelada, se agradece.
Con un helado de turrón o avellana muy rico y una natilla caldosa de base.
Yo
hoy hubiese comido de “postre” otra ración de jamón. J
Con el postre nos sacan un moscatel pero ha sido tal la
impresión del vino blanco que este último ha pasado desapercibido. Cada cosa
que no me ocurre…….
Un cafecito y una infusión y nos enseñan el resto del local.
Charla con Gonzalo que así como yo, es “poco amigo” de la conversación y nos
vamos con esa sensación de satisfacción que tanto me gusta.
Volveremos, sin
duda. Son ya demasiados los sitios que me encantan, cada día más y no puedo
visitarles con la asiduidad que quisiera. Les deseo toda la suerte del mundo. Lo hacen bien pero los "caprichos" del público son eso, caprichos.
El total abonado por el festín ha sido de 106 euros lo que una
vez más me parece una relación calidad-precio muy ajustada. Es producto de
mucha calidad y ese blanco no es de los más baratos del mercado. Aunque merece
la pena pagarlo.
En facebook podéis seguirles en: Restaurante asador Egurra y en
Asador Egurra.
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