Hoy es un día de sabor “agridulce” para
nosotr@s. Después de pasar unos cuantos años en nuestra compañía, algunos de
ellos dirigiendo “el carro”, nuestra “jefa”, nos abandona. No ha sido una fácil
elección pero dado el poco o más bien ningún “mimo” ni cuidado de nuestros
responsables políticos, no ha tenido más opción. Siendo sincero es la primera
vez que voy a echar de menos a uno de mis jefes, en esta ocasión siento
realmente una pena muy grande.
Hoy la comida era lo de menos pero esto
es un blog que se dedica a contar cosas del comer y del beber, así que al
menos, referencia haremos del lugar y de lo degustado.
Bideko es un restaurante de referencia en
nuestra zona, sin duda. Buena cocina, buenas instalaciones, buen servicio y
además, atención destacable en asuntos vinícolas, que le dan un plus importante. Aquí degusté yo uno de mis platos para el recuerdo, impresionante ensalada de láminas de bacalao.
Hoy comemos el menú, una pena pues no es
la mejor manera de apreciar realmente lo que una cocina puede dar de sí,
pero…..
Muchos platos a elegir, opciones más o
menos interesantes donde queda muy claro lo diferentes que somos en cuestión de
gustos.
Decir que prácticamente todos los platos
han estado a buena altura, de buena calidad. Así que no perderé demasiado el
tiempo en describir, las fotos hablarán por sí mismas.
Una docena de comensales, muchos
“bebedores de vinos tintos”, pero, de nuevo, tengo la ocasión de comprobar que
eso de que los blancos no gustan no deja de ser un chiste poco menos que
gracioso.
Conozco el sitio y a la sumiller, así que le pido si tiene por ahí guardado uno de sus txakolis pero de alguna añada un tanto “vieja”. Tenemos suerte y allí nos aparece con un UNO 2014. Está muy frío por lo que la primera impresión es de triste nariz y más triste aún boca. Pero le damos un poco de tiempo. A medida que la temperatura se templa las cosas cambian. Más de una cara de sorpresa al ver que esto comienza a expresar otras sensaciones. Yo opino que incluso en un vino que está aún joven. He probado recientemente un 2012 y algún 2013 y pienso que están en su preciso momento. Txakoli que es un señor vino. “aposentado”, sereno. Mantiene un punto de acidez pero totalmente “domada”. Intensa nariz a fruta y una boca sosegada que invita a un trago pausado y largo. Me encanta.
Conozco el sitio y a la sumiller, así que le pido si tiene por ahí guardado uno de sus txakolis pero de alguna añada un tanto “vieja”. Tenemos suerte y allí nos aparece con un UNO 2014. Está muy frío por lo que la primera impresión es de triste nariz y más triste aún boca. Pero le damos un poco de tiempo. A medida que la temperatura se templa las cosas cambian. Más de una cara de sorpresa al ver que esto comienza a expresar otras sensaciones. Yo opino que incluso en un vino que está aún joven. He probado recientemente un 2012 y algún 2013 y pienso que están en su preciso momento. Txakoli que es un señor vino. “aposentado”, sereno. Mantiene un punto de acidez pero totalmente “domada”. Intensa nariz a fruta y una boca sosegada que invita a un trago pausado y largo. Me encanta.
Paso a presentar algunos de los platos
degustados.
Ensalada de láminas de tomate con
ventresca, cebolleta y picadillo.
Ensaladilla rusa
Ensalada de pimientos del piquillo con
bonito y mezclum
Garbanzos con berza
Escalope de ternera con salsa de queso
Parrillada de pescado
Hojaldre relleno de carne con setas y su
salsa
Albóndigas en salsa. En esta ocasión
hubiese preferido que en vez de tomate la salsa hubiese sido la de los demás
platos.
Bajamos al porche. Unos estupendos cafés en una buena mesa redonda, unas copas de cava, la jefa invita. Salimos a menos de 20 por barba propina incluída, precios de ganga. Vamos contando anécdotas, hay “ojillos” brillantes. No
queremos que llegue el momento. Es como un sueño donde uno piensa que al
despertar nada de esto ha ocurrido pero…..
Toda la suerte del mundo en tu nuevo
destino, siempre estarás ahí. Un inmenso placer haberte conocido y además esto
no es un “adiós”, es un hasta siempre.
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