De nuevo visita a la capital de la
provincia. Arantza, al contrario que yo, es más alavesa de corazón y le encanta
visitarla.
Como la temperatura no es precisamente
veraniega, entramos en un bar a tomarnos un
cafecito para calentar un tanto nuestros temblorosos cuerpos.
Nada más entrar en el local me percato de
que no es un bar sin más. Veo algunos vinos distintos a los de siempre, veo
algunas propuestas comestibles interesantes y sin dudarlo ni medio segundo le
pregunto al camarero si tendrían una mesita para cenar. Después de consultar
con el encargado de sala nos comenta que casualmente les queda una libre. Pues
dicho y hecho.
Local sin estridencias, mesas amplias, sin
manteles. De todos modos la sensación es agradable y cálida. Servicio atento,
simpático. Vajilla y cristalería moderna y con los cambios pertinentes. Buen pan para comenzar.
Una carta de vinos que te permite hacer
alguna elección, sin ser demasiado grande creo que es mucho más que correcta.
Hoy nos hemos decidido de nuevo por un buen cava. En esta ocasión en concreto por un Recaredo Terrers Brut
Nature gran reserva. Un vino de fina burbuja. Variedades Xarel-lo, Macabeu y
Parellada. Quizás en boca pese más el tema cítrico que la fruta madura y esa
leve sensación final de amargor que hace el trago mucho más largo. Cada día
disfruto más con los vinos espumosos. Vinos con una estupenda relación
calidad-precio que acompañan todos y cada uno de los platos, sean salados o
dulces.
Empezamos con una ensalada templada de vieiras.
Original. Sabrosa. Con pipas, con jamoncito tostado, con una agradable salsa.
Las vieiras están mu ricas, por cierto. Buen comienzo.
Seguimos con unas riquísimas croquetas de
jamón. Buena ración, bien hechas, sin llegar a ser cremosas en exceso. Además,
saben a jamón, tienen jamón.
Una ración de pulpo sobre un puré de
patata. Quizás para mi gusto el pulpo esté demasiado hecho pero como no hay
“mal” que por bien no venga, mi compi disfruta un poco más. Yo lo prefiero más
de tener que masticar un poco. Pero está rico que es lo que cuenta.
Como no hay hoy demasiada hambre, pasamos
ya a la parte dulce.
Como no puede ser de otro modo Aran se va
de cabeza a por la torrija. La foto merece, si que estaba un poco “seca”, muy
rica de sabor pero a falta de esa esponjosidad necesaria.
En mi caso, al escuchar la propuesta de
tosta de idiazábal y además al “advertirme” el camarero que tiene mucho sabor,
que me tiene que gustar el queso…. Pues qué más quiere el ciego que ver.
Atrevida propuesta y desde luego que acertada
cien por cien. Con sabor a queso azul, todo el conjunto está a un estupendo
nivel. Me ha encantado.
Pagamos en total 71 euros que teniendo en
cuenta el vino elegido que supone 25, nos da una más que estupenda relación
calidad-precio. Creo que volveremos en alguna ocasión a probar alguna de sus
otras propuestas.
Curiosamente, un par de semanas después de
nuestra visita, les descubro en el programa que emite ETB2 titulado Juego de
Cartas y en el que semana a semana compiten 4 locales. Presentado por Javi
Sierra, propietario del restaurante Capricho de Baco de Laguardia. Pues el
restaurante ganador fue el que comento hoy. Mira tú por donde…..
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