Desde
que me animé a colgar comentarios de restaurantes en Verema, una de las mejores
cosas que me han sucedido ha sido, sin duda, el poder conocer a personas de
diferentes procedencias y hacer incluso, buenos amigos.
En
esta ocasión, una pareja de catalanes. Era la primera vez que nos veíamos y en
su nueva visita a tierras norteñas, han decidido que yo podía ser un buen
consejero (es que los hay inocentes….).
Ellos
solitos ya han ido dando cuenta de unos cuantos restaurantes de nuestro pequeño
país pero además, tenían en mente visitar uno en concreto de nuestra vecina
Cantabria. Solana era la elección. Aquí vengo con la total y absoluta seguridad
de que quien me acompañe no va a salir precisamente indiferente.
Para
evitar volver a describir el restaurante, al final de este comentario os dejo
un par de entradas en este blog que ayudarán a conocerlo mejor y a hacerse una
idea de esta visita obligada.
Tras
echar un vistazo a la carta y preguntar sobre el menú degustación y como nos
dan la opción de casi preparárnoslo nosotros mismos pues entre una cosa y otra
vamos organizando una comida que comienza con tres panes riquísimos de los
cuales vamos dando cuenta a medida que transcurre la sesión.
En el
apartado vinícola, me parecía interesante que conocieran un vino cántabro que
yo ya he probado y que me parece un estupendo caldo para empezar con la comida.
Concretamente el Casona Micaela. Les ha gustado. La segunda botella ha sido una
recomendación del sumiller y también nos ha encantado a los tres. Un Tuerce
Botas. Tempranillo 2013. Un buen blanco de rioja.
Como
primer aperitivo disfrutamos del salmorejo en chupito. Estamos en tiempo de
tomates y el aperitivo está a su altura. Fresco, sabroso y cojonudo. Punto.
La
“croqueta que le quitamos a mi madre” es, como nos tienen acostumbrados, para
cerrar ojos y disfrutar. (Fotografía superior). Melosa, suave, mucho sabor, bien trabajada, etc, etc,
etc.
Las
pochas frescas guisadas vírgenes con verduras y acompañadas de una alegre
guindilla. Estupendas, finas, para untar pan. Encima he tenido la suerte de que
a mis compis no les gusta el picante, así que tres guindillas que han caído.
Otro
aperitivo más en forma de cilindro. Dentro están el huevo y la cebolla. A fin
de cuentas esto sabe a tortilla de patatas con cebolla que es la cuestión.
¿Necesitan
tiempo en cocina para hacernos el menú? Es que seguimos con aperitivos…. Esto
es la os..a. Nido “kataifi” de morcilla
con foie y queso.
Preciosa
presentación. A mi lo que me resalta sobremanera es la morcilla y como me
encanta….. el resto de los ingredientes quizás pequen de poca “presencia”.
Comenzamos
en menú en cuestión con un plato conocido ya por mi y que quiero que mis
compañeros prueben. Tartar de Salmón rojo de Alaska con helado de pepino e
hinojo. Como siempre muy bonita presentación con esa niebla. Sin lugar a dudas,
el éxito ha sido total. Esto está impresionantemente rico. Pero rico-rico.
Otro
plato ya degustado que de nuevo vuelve a causar estupenda impresión. El “Ajo
blanco”, tartar de tomate y cola de cigala XL a la parrilla. Pues ya descrito
en otra ocasión. Plato que debería conservarse en la carta al igual que el
anterior por los siglos de los siglos.
Hablando
de cosas ricas….. Setas de temporada salteadas, huevo a baja temperatura y
trufa de verano. Si es que uno se queda sin palabras para describir los platos.
Si es que son “demasiados piropos” pero inevitables. Trae el pan que unto.
Suculento.
Allí
que nos aparecen con lo que llaman el Caviar de Solana. Unos pimientos verdes
que, una vez desprovistos de su “gabardina”, nos dan una carne espectacular.
Como tengo la suerte de que los como habitualmente, dejo que mis compis
disfruten de ellos. Además, Ton “no come pimientos”. Ha roto la norma, le han
encantado.
Como
pescado nos llega la ventresca de bonito a la piedra de sal in situ. Bien
decorado el plato pero lo importante, el pez, simplemente….. espectacular.
Una
anécdota que ocurre cuando uno es un “culo inquieto” y lo quiere probar
todo. Y además hoy tengo “animadora”,
al oir que las piedras esas llevan sal, llevan…. ¿huevo? Pues se nos ha
ocurrido hincarles el diente. J Un “poco saladas” sí que están. Fíjate que he tenido que beber…….
Agua. Eso en mi es pecado y no precisamente venial. Por curiosos.
De
carne, cochinillo confitado en tres texturas de manzana. Uno ya no puede ni con
los pantalones pero que no se diga. El punto de sal nos ha parecido justito a
Mon y a mi pero no habrá sido la “degustación” anterior? Me encanta ese pequeño
txupito de manzana final que limpia la boca para empezar con el apartado dulce.
El
primer postre es el “Huevo de corral”. Bonita presentación, con base de coco y
yema de mango. Un postre muy fresco, muy suave, liviano. Menos mal porque
llevamos un recorrido…… Original y acertado.
De
segundo nos llega el Chocolate, granizado de manzana y helado de menta. Menos
mal que la menta no está demasiado presente. No puedo con ella. Pero el
chocolate y el helado combinan estupendamente. Este postre es ya más
contundente. Yo llegados a estos niveles
de cantidad, preferiría un sorbete y punto. Esto es un menú de salir como
señores.
Para
acompañar estos postres hemos pedido un par de “cositas ricas”. Como no, una
sidra de hielo Neige y el “Super Iniskillin”. Ese vino de hielo de Canadá que para mi
es un trago divino. Se me pone la carne de gallina cuando lo bebo. Qué cosa más
rica.
Los
cafés y la golmajería los tomamos en la terraza. Esto ya es puro vicio. La
cucharilla de tarta de plátano, la gominola de gin-tonic, la mini-magdalena y
la botellita de leche con sabor a canela.
El
servicio estupendo como siempre. Con caras nuevas y no tan nuevas. Charla con
Nacho (recuerda esa cerveza y esa foto), con su hermana, ausente por motivos de
salud (recupérate pronto) y con mis compis que están encantados de la visita.
Es curioso que cierta gente, desde el primer momento te genere tan buenas
sensaciones. Una pena eso de las distancias.
Me
alegro un “Mon-Tón” de haber acertado con las recomendaciones y sobre todo con
esta por ser compartida. Gente encantadora y además gente de pensamientos
similares. Para colmo, me han hecho una “trampa” y me han ganado por goleada,
para cuando me he dado cuenta, me habían invitado. Luego hablamos de los
catalanes………. Gracias por la visita, gracias por la compañía y espero tener la
suerte de devolverla en alguna ocasión.
No se
el precio final puesto que no he pagado pero el menú en cuestión es de 60
euros. Me sigue pareciendo unas de las mejores RCPs que conozco.
Aquí
están las dos entradas del blog que hacen referencia a Solana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario