Noche un tanto “rara”. Mañana es fiesta en Araba. El
patrón. Hoy los cocineros y soldados con sus tambores, tocan la retreta de San
Prudencio.
No suele ser un día demasiado “movido” en este pueblo. Bueno,
ya no sé si hay alguno. El ambiente deja mucho, más bien muchísimo que desear.
Quedo con mi hijo para tomar algo y sin ideas
predeterminadas pero como siempre, mejor cenar algo con consistencia. Como
tengo un vinito blanco que quiero degustar, nos acercamos a una de las pocas
opciones existentes de noche, el Laurak. Llamo para pedir permiso para llevar
la botella y a preguntar si tienen alguna txuleta por allí.
Para hacer un poco boca nos metemos un plato de ibéricos
con un buen pan casero, en este caso el del caserío de Olariaga que ya he
probado en muchísimas ocasiones.
Como he tenido el vino en la nevera, su temperatura es
suficientemente fresca y no precisamos de hielos. Buenas copas que siempre
parece que incluso mejoran el sabor del líquido elemento.
El vino en cuestión es un Valserrano Premium Gran Reserva
2008. Un vino que está criado durante 28 meses en barricas de roble francés.
Variedades Viura y Malvasía. De color amarillo intenso. Nada más meter la nariz
percibo que me va a gustar. Ese toque de madera está presente pero “sin
abusar”.
Tiene volumen, como me dicen algunos, parece que masticas
el vino. Este tipo de vinos invitan a ello. A degustarlo sin prisa. Despacio.
Además este vino mejora con el paso del tiempo. Incluso mi hijo dice que le va
gustando más.
Postgusto bien largo, estupenda acidez. Incluso Manu, el
propietario se anima a probarlo. No son vinos de su gusto. Dice que “parece un
coñac”. J
Creo que es un vino que tiene todavía tiempo de mejora
pero que se puede disfrutar en este momento de manera más que satisfactoria.
Rico de ganas.
Nos acercan la primera de las txuletas. En piedra
caliente. Con sus pimientos y sus ricas patatas fritas caseras. De unos 700
gramos. Estupenda carne en su punto. Estupenda temperatura y textura. Yo la
disfruto con su grasa puesto que mi compañero no se anima aún a hacerlo. Yo
pienso que se pierde algo pero ya llegará con el tiempo a disfrutar como su padre.
Como no somos de mal saque, nos animamos con otra, les
pido que sea un poco más pequeña y que no nos saquen patatas que ya vale.
En esta ocasión la carne sale menos trabajada. Es normal
puesto que no les hemos dado tiempo. Parece incluso más tierna, con menos
sabor. Seguro que es de la misma vaca pero el trato ha sido distinto.
De todos modos allí no queda ni el recuerdo. Los
pimientos correctos y la cesta de pan que desaparece por encanto.
Quedan un par de copas de vino así que un poco de queso
nos ayudará a terminarlo. Dos distintos uno castellano , el otro Idiazabal.
Ambos estupendos. Incluso le hago “trampa” al txikito y le “engaño”. No es
fácil diferenciarlos con los ojos cerrados.
Un cafecito y abonamos la cuenta
que ha sido de 63 euros.
Nos vamos al pueblo a tomarnos un par de GT. Los tambores
ya suenan pero tenemos tiempo hasta media noche que es cuando “rematarán” el
desfile. Una pena el poco ambiente. Cuatro y un…. bueno en este caso muchos
tambores. Pues hemos pasado bien la velada. Gora San Prudentzio!!!!!!!!!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario