Me voy a permitir el lujo de copiar
literalmente la primera parte del comentario hecho por mi amigo Josean en
Verema de este local. Yo no voy a ser capaz de describirlo mejor y así me
ahorro pensar. Espero no recibir alguna denuncia por usurpación de derechos. J
“Encantador restaurante ubicado en la
planta baja de una casa de labranza rehabilitada de la localidad de Escota,
pequeña aldea perdida en la bella comarca alavesa de los Valles Occidentales.
El local es muy frecuentado por cazadores, montañeros, seteros y
excursionistas, así como por cualquiera que aprecie la cocina casera,
contundente y sin contemplaciones. Los fines de semana es imprescindible
reservar. Nada más acceder al restaurante nos encontramos con una acogedora
sala en la que se ubica la barra de la taberna, que dispone de mesas, por si
queremos comer en plan informal (cuentan con pinchos y raciones), y una
chimenea baja de leña. La decoración es de tipo rústico pero sin caer en el
tipismo trasnochado, con tonos crema y tierra en sus paredes y elementos
decorativos que hacen que el local sea muy atractivo. Para comidas a la carta
disponen de un pequeño comedor en su sala adyacente.” Gracias Josean por los
servicios prestados.
Dicho esto comentar que el comedor es
agradable y que incluso siendo tres personas en vez de dos como había sido la
reserva, la mesa nos permite comer con comodidad más que suficiente.
Nos sacan las cartas. La de vinos muy
original. Es corta
pero suficiente para mi. Al ver que tienen el txakoli Uno y
a un precio ajustadísimo, le comento a la camarera si tendría alguna que no
fuese de este año. Ella me dice que no. Servido frío, le dejo que atempere y cuando va cogiendo temperatura yo pienso
que esto está demasiado rico. Que no hay tanta presencia de fruta fresca y le
pido a nuestra joven compañera de hoy que me diga el año. Sin gafas uno ya no
es nadie. Pues resulta que es un 2013. Ya decía yo que no era muy normal. Pues
me alegro de que “no dispongan” de añadas anteriores. J
Nos gusta compartir y así poder
probar más platos así que siendo hoy tres y no conociendo los gustos de la
sobri de Marijo, prefiero que sean ellas las que decidan la comanda.
De aperitivo nos ofrecen unos vasitos
de crema de calabacín que ayuda a calentar un poco los cuerpos. Hoy calor, lo
que se dice calor no hace.
Comenzamos con unas alcachofas con
hongos y foie. Extraordinaria la calidad del producto. Suaves, sabrosas. Con
una salsa cojonuda. Muy buen plato, diría yo que el mejor de la comida.
Seguimos con unas tostas de pimientos
rojos de cristal. Muy ricos los susodichos. Es un producto de los que más me
marcan entre los de calidad y los “del montón”.
Ya que nuestra alicantina amiga es
una enamorada de las gambas, no podemos dejar de probarlas. Bien pasadas por la
plancha, diría yo que incluso un poco demasiado. De tamaño medio y con ese
sabor que invita a chupar cabezas olvidándonos totalmente de los consejos del
médico de cabecera.
Lengua de ternera que esperaba yo
más clásica. Una pena pues aún estando rica, tenía yo ganas de recordar las que
hacía mi amatxu. Suave y bien preparada
sí que estaba, la verdad.
Brocheta de entrecot de potro. Potros
criados en los alrededores. Está tierna pero le falta sabor. Quizás
acostumbrado a esas “vacas viejas” es mucho pedir que esto tenga esa
contundencia. Original presentación del plato. Como aún tenemos un poco de
sitio, Marijo andaba con ganas de probar otra brocheta, en esta ocasión de rape
con langostinos. Pues al lío. De nuevo presentada en “vertical”, acompañada de
una rica patata que no tengo duda alguna que es alavesa.
Nuestra compi engaña. Está muy “finita” pero veo que
capacidad tiene y desde luego resulta ser un poco “chocolatera”, así que para
compartir nos pedimos dos postres. Un volcán y un brownie de chocolate, ambos a
un correcto nivel.
Tres cafés y un txupito de PX.
Decir que es un local muy agradable,
que la comida está rica y que incluso algunos platos son notables. Siempre
he dicho que el servicio marca mucho una experiencia gastronómica. Hoy la
camarera quizás no tenía su mejor día. Una pena esa sonrisa perdida.
La cuenta total ha sido de 145 euros.
Que hacen 48 por persona. RCP correcta. El txakoli a 9 euros que es un precio
ajustadísimo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario