Seguimos la “investigación”,
seguimos con ese afán de probar toda propuesta desconocida. Es bueno salirse de
lo habitual, conocer nuevas cocinas, nuevos locales y desde luego que esta no
deja de ser una propuesta diferente, una comida típica de Mexico y además en
cuanto entras y ves la decoración, nadie te debe explicar donde te encuentras.
Una típica cantina mexicana decorada con buen gusto a mi entender. Las mesas son bonitas pero pequeñas, siendo
dos personas se come cómodo, siendo cuatro ya la cosa cambiará un tanto.
Una curiosidad que en
mi opinión tiene fácil explicación: no reservan mesas para dos personas.
Supongo que así, como al parecer siempre llenan, pueden hacer que el número de
comensales sea mayor. Otra explicación no encuentro.
Así que si quieres
pillar mesa siendo dos comensales pues sabes lo que te toca, probar suerte.
Nosotros la hemos tenido.
A mi entender, el problema
principal de este local curiosamente es que tiene mucho éxito y si te sientas
en una de las mesas cercanas a la barra, donde se sitúan los que han ido más
tarde, las miradas a tus platos, no por envidia, más bien por ver si terminas y
dejas la mesa libre, hacen que te sientas un tanto incómodo.
Disponen también de
algunas mesas en la calle donde también se puede cenar.
El servicio de sala,
femenino y joven, es en general muy agradable y atento y dispuestas a ayudarte
con lo que no conozcas.
Yo soy un tío de los
más “paneros” que puedas encontrarte y aquí no hay pan. Pero nos han traido un
par de “tortillas”, unas crepes que al menos sirven para ayudar a “cargar” el
tenedor. De esas me como yo una docena y me quedo más ancho….. Para untar no
sirven pero tampoco hay mucho que untar.
Primero te preguntan
por la bebida, estamos donde estamos y digo yo que habrá que beber alguna
cerveza. Asi que una sin alcohol por asuntos de controles y otra típica
mexicana:
Cerceza Pacifico Clara. Una
cerveza que he leído por ahí que ha sido declarada en alguna ocasión como la
mejor cerveza del mundo. Desconozco la que al parecer tiene más sabor, la más
oscura pero la degustada hoy es una cerveza fácil de beber.
Para quitar la sed,
a mi gusto no es una cerveza para acompañar estos platos y no hablemos de los
picantes. Pero está rica si te gusta suave y además si te gusta el carbónico y
la sensación de estar tomando casi cerveza con gaseosa.
Comenzamos con unos
nachos muy ricos como aperitivo acompañados por dos salsas, una más picante y
más “verde” y la otra una especie de salsa de tomate que también tiene su toque
de picor pero más llevadero. Nos ha gustado mucho más esta última.
Ensalada
Tapachula que lleva como ingredientes: Hojitas verdes, bacon, tomate, aguacate,
maiz, tomatitos cherry, pan de Dioses, frutos secos y queso, aliñada con aceite
y vinagre de Modena “Deliciosa”.
Está
bien rica la ensalada, tiene un gusto diferente a lo que estamos acostumbrados
y además es una ración suficiente para dos personas. Una buena manera de
comenzar una comida de manera sana y natural.
Chilaquiles:Totopos de maiz con pollo deshebrado en salsa
de tomate picosita y cubierto de queso fundido. Esto ya es un plato mucho más
contundente, tiene un toque picante que ya “avisan” en la carta. Tampoco es de
anestesiar la boca pero pica y a mi el picante me encanta. Se notan bien los
trozos de carne y el queso le da un sabor muy rico. Ración que para uno sería
casi como plato único pero que entre dos se comparte estupendamente. Es un
plato que me ha gustado bastante.
Costillas de cerdo: Sabroso puerco con Salsa de
verdurita agridulce.
La carne está muy jugosa. Se suelta perfectamente del
hueso. Yo las costillas las prefiero sin salsas pero reconozco que esta
concretamente tiene buen sabor.
De nuevo una ración generosa que con los sabores tan
marcados, hacen que vayas ya sintiendo que tu cuerpo no necesita mucho más para
quedar satisfecho.
Postre: una crepe de base con dos bolitas de nata y una
crema de caramelo de café con leche, golosona a más no poder. Casi diría que
empalagosa. Recuerda mucho a la leche condensada al baño maría que tantas veces
hemos comido.
Pues sabiendo a lo que vas es una buena propuesta, no para
cenas románticas ni para cenas tranquilas o sin prisas.
El total abonado han sido 55 euros que teniendo en cuenta
lo degustado no me parce una mala relación calidad-precio.
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