9 de junio de 2019

RESTAURANTE NEBAK (BILBAO): ¿Gluten? No, gracias.


Descubierto por pura casualidad y con algún recelo por aquello de esa oferta cien por cien sin gluten, nos acercamos a probar este restaurante que apenas lleva un par de meses en funcionamiento.
Me costó un poco darme cuenta de que estaba en un local donde hace ya unos años había cenado en unas cuantas ocasiones, el viejo La Kuina.


Más o menos 8 mesas bien vestidas con buenos detalles de coperío, vajilla, mantelería…..



Oferta de varios menús con algún que otro atractivo y una carta de vinos decente incluso para los “raros” como yo. Una pena que no dispongan de un vino que había querido degustar pues la producción no ha sido elevada y las cosas se terminan, así que Aran tiene suerte y acompañamos la cena de un champagne Bollinger a buen precio. Variedades Pinot Noir, Chardonnay y Meunier. Envejecimiento de casi cuarenta meses antes del degüelle. Fina y agradable burbuja. Un vino que asegura el disfrute.

Un servicio muy simpático, joven y amable dispuesto en todo momento a satisfacer tus dudas.
Nos decantamos por su carta, además estoy con quien si es posible tirará hacia el clasicismo. Me voy a hacer un completo experto en algunos platos……
Dos “txupitos” de sandía a modo de refrescante aperitivo y una cesta de panes variados.


Oferta medio pulpo en su carta, no estaba seguro de en qué consistiría exactamente dicho plato pero ahora sé que no exageran demasiado. Ración consistente, para mi gusto excesiva y más para dos personas. Pulpo a la brasa acompañado de su correspondiente puré de patatas y un pimentón ligeramente picante como es menester. Buen producto, toque de brasa indiscutible pero más apropiado para casi cuatro comensales que para dos.


Continuamos con una tremenda ración, servida de manera individual de medallón de rape a la bilbaína. Buen pescado con unas estupendas patatas panadera y una correcta salsa.


Y mi compi tenía antojo de carne así que nos decantamos por ese entrecot con sus cojonudas patatas fritas y unos riquísimos pimientos rojos asados. En esta ocasión también nos lo sacan en dos raciones diferenciadas. Yo me pido un plato para que la carne no se me haga demasiado y utilizo la piedra para calentarla. Aran disfruta de ese “punto más” que ella prefiere. Rica carne, sin duda y muy rica la compañía.


Venía yo con ganas de probar ese “cubo” de chocolate que ofertan pero no tengo espacio. Viendo sus tremendas raciones cualquiera se atreve. Pues sorpresón…… allí que se presenta nuestro anfitrión con una pequeña ración de dicho postre para que no me marche sin probarlo. Detallazo.


Un postre muy chocolatero que está riquísimo pero que en ración exagerada tiene que ser complicado terminar. Eskerrik asko por el detalle.

Cafecitos, preparados en presencia del comensal, con la leche añadida al capricho. Eso me encanta.
Dejando el champagne de lado, no llegan a cuarenta euros lo que pagamos cada uno. Sin ser una cocina espectacular, se comen bien aquí. Con un entrante y un plato principal te quedará sitio para el postre. Pienso volver a probar ese arroz con bogavante que ofrecen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario