19 de mayo de 2019

LA BATEA MEJILLONERAS (BILBAO): De puro "Vicius".


Conversando con un amigo amante como yo del buen comer,  me comentó que había comido hacía poco en un local que le había gustado. Con producto principalmente gallego y para más inri que había visto que tenía algunos vinos también gallegos que quizás me resultasen interesantes.
Pues como el ciego lo que quiere es ver, allá que me planto acompañado de mi retoño.

Tiene un pequeño comedor al fondo del local con mesas altas aunque sé de buena tinta que si alguien tiene alguna discapacidad tienen mesa preparada al efecto.


Una vez acomodados vemos como en la mesa tienen una nota aclaratoria. Estamos en temporada baja del mejillón, coincide con su ciclo reproductor y eso influye en el tamaño del molusco. Buen detalle lo del aviso. Aún así preguntamos si merecen la pena y nos dicen que sí, así que comenzamos con una cazuela al vapor La Batea. Mejillones de tamaño medio bien cocidos.


Puedes acompañarlos, a dos euros la unidad, por unas de sus salsas. Nosotros probamos las tres. Daremos un notable a su vinagreta y su salsa de tomate y dejaremos en un aprobado justito su salsa marinera.

 

En el apartado líquido, hoy ha sido curioso. Cuando he echado un vistazo a su carta he visto un par de cosas que me apetecía probar pero por copas únicamente sirven sus vinos más corrientes. 

Así que  pido una de Albariño, en concreto un Vicius. Cosecha 2013. Una de las camareras, que por cierto son superagradables, tiene a bien avisarme de que quizás no me guste puesto que está fermentado en barrica, tiene un toque de almendras y encima la cosecha es “vieja”. Todo un detalle teniendo en cuenta que la inmensa mayoría de “amantes” del albariño piensan en algo más fresco y frutal. Yo le digo que es como si a un niño pequeño le dices que no mire debajo de la cama pues están los regalos del Olentzero….. sería lo primero que hiciese. Cien por cien albariño con una crianza en barricas de roble francés de tres meses. Al ver su color, olerlo y probarlo bien pudiera pensarse que es de una cosecha anterior. Da esa sensación de ser un vino “viejuno” pero a mi me ha gustado mucho. Tanto que me traigo una botella para casa. La probaremos entre amigos.


Continuamos con una cojonuda ración de pimientos del padrón. De tamaño ideal, de bocado. Una pena que ninguno de ellos nos haya dado una “alegría” en forma de picante. Ricos.


No puede uno pasar por un restaurante gallego sin probar su pulpo así que una ración de pulpo a Feira. Punto perfecto de cocción y punto exacto de picante para nuestro gusto.


Terminamos la parte salada con unos boquerones fritos. Mira que me suele costar eso de pelearme con espinas pero en esta ocasión, se puede comer prácticamente entero. Están estupendos.


Nos queda una copita de vino y no hace falta preguntar a mi compi lo que quiere. Una ración de queso de tetilla. Muy fresco y agradable aunque un poco menos frío hubiese estado mejor. Me ponen por petición expresa el membrillo en plato diferente para que el txikito no sufra.


Como detalle un par de bombones helados que por cierto saben a canela un montón.
Cosa curiosa de este local es que no tienen café. Ni siquiera en el bar. No sé muy bien a qué se deberá esa política pero en un local así sería la “repera” que ofreciesen café de putxero…. 


Pues por 75 euros con una botella de buen vino de 19, hemos cenado estupendamente. No es un lujo de local pero sabiendo a lo que se viene es una estupenda opción. Repito, las camareras un bombazo, extraordinarias.

12 de mayo de 2019

RESTAURANTE ORIGEN (BILBAO):" FsUShION"


 Me llamaba mucho la atención el local y he ido posponiéndolo en repetidas ocasiones pero hoy por fin me he animado. Reservo con tiempo por si las moscas.
Local moderno. Comedor amplio, para mi gusto un poco más iluminado ganaría pero quizás sea a su vez parte de su encanto.


Mesas correctas, servicio profesional, joven. Algunos más accesibles, otros más “fríos” pero atentos en todo momento a que no te falte de nada.
Hoy me acompaña Marijo y nos decidimos por probar su menú degustación. En teoría ellos venden su oferta como una cocina de fusión entre lo japonés, lo latino y lo vasco. Creo que el peso principal se lo lleva lo oriental. De ahí ese título “juguetón” de este comentario.

Buena carta de vinos y tengo claro que le voy a poner el toque vasco a la cena, al menos con el vino.
Un txakoli de casa, un txakoli de nivel. Un Marko, Gure Arbasoak. Variedades Hondarribi zuri, zuri zerratia y izkiota txikia. Trabajado de manera ecológica. Fermenta en barricas de roble francés. Crianza de algo más de medio año. Con nariz a frutas pero muy comedida. Precioso color. Cuerpo, serio, amable……. Para disfrutar a temperaturas “templadas”. Me ha encantado.

Comenzamos nuestro recorrido gastronómico con el Origo: Nigiri de huevo de codorniz y pate de trufa.


No sashimi: no sashimi templado de salmón.



Uramaki de foie trufado: foie, aguacate, plátano, trufa, miel y chips de yuka.


Raya: aleta de raya marinada en miso blanco. Tenía mis reticencias pero han quedado resueltas. Agradable el sabor de este pescado. Esperaba más gelatina.


Costilla ibérica: deshuesada a baja temperatura con salsa maang-hang.


Suspiro: curioso. Una bebida que en nariz te engaña pero en boca resulta muy agradable. Digestiva a más no poder. Te ayuda a cortar claramente entre lo salado y el postre principal. Buena idea, muy acertada.


Torrija de pan brioche en leche de coco. Torrija muy rica.


Buenos todos los platos. Se nota mucho el peso de lo oriental. Sin excesos de mentas o cilantros. El precio del menú es de 50 euros, bebidas no incluidas. Merece la pena.

7 de mayo de 2019

RESTAURANTE 11 ALDEANOS (BILBAO): No hay 2 sin 3.


Segunda visita a este restaurante situado en los bajos del edificio “Los aldeanos”, de la Plaza de Indautxu que por cierto hoy celebra sus terceras fiestas. Ambientazo increíble, buen rollo y alegría.


Había reservado con tiempo por si las moscas pero hoy la fiesta está en la calle y lo que está petado es el bar, el restaurante a media entrada.
Tenía muy buen recuerdo de nuestra visita anterior y desde luego que hoy hemos confirmado que aquí se come bien y a buenos precios.


La  carta de vinos es suficiente con varias opciones y además algunas incluso saliéndose de lo habitual. Pero vengo con quien vengo y vuelvo a repetir un estupendo cava con unas de las mejores RCPs que conozco. Un Giró Ribot brut nature. Crianza de entre dos y tres años. Variedades Macabeo, Xarel-lo y Parellada. Fina burbuja, bien integrada. Sus notas a manzana asada, buena acidez. Un cava muy agradable de beber y que además, con su potencia, te permite acompañar cualquier plato que tengas delante.

Me gustan las frases que usan en su página web y una de ellas dice así: “El hombre no puede dejar de soñar. El sueño es el alimento del alma, como la comida es el alimento del cuerpo.

Comenzamos con su cojonudo pan, en ración generosa al que acompaña un pequeño balde con tomate. Esto es puro vicio y prefiero utilizar la cucharilla para degustarlo, de otro modo me pondría las botas.


Tienen muchas opciones de medias raciones así que de primero unas riquísimas mollejas. Pero que muy bien preparadas. Suaves a más no poder por dentro, crujientes por fuera. Aran se pone fina y eso que le costó atreverse con ellas.


Pasamos a un arroz cremoso de hongos y pato al queso parmesano. Emplatado individualmente. Exagerada la ración. Casi una de ellas parecía una entera. Conste que lo he pedido por mi compi que tenía antojo de arroz. A mi siempre me resulta este en concreto un tanto…. ¿soso?. Pero cada uno tiene sus gustos. Plato muy consistente.


Terminamos con un entrecot de ganado mayor fileteado a la parrilla. Unos 400 gramos. Muy rica carne con sabor. Buenas patatas fritas y pimientos verdes y rojos. Como no puede ser de otro modo, Arantza pide que su carne pase de nuevo por el calor y dicho y hecho. No termina de animarse y no sabe lo que se pierde pero la cuestión es que ella disfrute.


Repaso para mi compi.


Un cafecito y una infusión y pagamos 71 euros en total. A tener en cuenta los 18 del cava. Estupendísima relación calidad-precio. Lo dicho: No hay dos sin tres.