18 de mayo de 2017

RESTAURANTE MUGARRA (BILBAO): MugARRAINgorri.

Quizás alguien pueda, en algún momento,  acusarme de “apología” a ciertos locales pero soy capaz de poner la mano en el fuego por algunos de ellos. Y desde luego que este ocupa un puesto privilegiado en ese listado de favoritos. Muchas visitas realizadas ya, muchos buenos momentos y nunca, repito, nunca me han fallado.


Aquí saben como trabajar los pescados y además tampoco se quedan atrás en la manera de cocinar alimentos más terrestres. Hoy hemos tenido la ocasión de comprobarlo. Y además otro punto a su favor es, sin duda, el trato. Profesional como la copa de un pino y si eres de los que “se deja” pues podemos llegar “a mayores” y pasar un rato excelente.


Una mala noticia me han dado hoy, Vero ya no está con ellos. Pues que lo sepas, estés donde estés, que te vaya bonito, eres una “potxolona” que deja huella. Un fuerte abrazo y espero que podamos encontrarnos en alguna ocasión.  

No hemos querido ver la carta, prefiero que Fran decida lo que vamos a cenar. Simplemente pido la de vinos, uno de mis restaurantes favoritos en ese aspecto, los blancos abundan y además los blancos no tan “normales”. Le digo a Fran que me saque un albariño pero él me recomienda probar un vino del que no había oído hablar jamás. Un  vino de Carlos Sánchez, de la variedad albillo Real, concretamente Las Bacantes. Un vino fermentado durante siete meses en barricas de roble francés. Amarillo con un toque verdoso. En cuanto Marijo le prueba me dice que es más de los míos. Efectivamente no es precisamente un vino afrutado. Se nota la permanencia en madera pero sin molestar. Fresco, con una acidez que en un principio no está muy marcada pero que a medida que pasa el tiempo, emerge con fuerza. Un vino del que he disfrutado mucho. Gracias, Fran.


Nos colocan su maravillo pan y ese aceite de calidad suprema que hace que Marijo caiga en la tentación y se quede sin pan antes del primer plato. Yo he sido precavido y he preferido “pasar”, que luego se paga.
Comenzamos con unos estupendos espárragos naturales navarros. “adornados” con: Sal roja del Himalaya, arroz negro, espuma de tomate, germinado de puerro, remolacha y calabacín liofilizados. Se nota que estamos en plena temporada. Esto está de rechupete.


Perretxikos con huevo campero y aceite de trufa blanca. El perretxiko es sin duda la seta más valorada en Euskadi. Seta de temporada cuyos recolectores guardan el secreto cual si de una mina de diamantes se tratara. En este caso son verdaderamente pequeños. Ración generosa de una seta con un sabor especial, a tierra, a bosque….. La mezcla con el huevo es genial. Además el huevo de hoy tiene un toque especial, la clara está hecha en forma de espuma. Cojonudo plato. Este año he hecho doblete “traicionero”, caracoles y perretxikos pero en Bizkaia.


Como plato principal nos ofrecen un Arraingorri, un pescado no valorado en su justa medida. Desde luego que el de hoy bien pudiera confundirse con alguno de los “famosos”. Calidad suprema y sin un pero a su elaboración, simplemente perfecto. En este restaurante lo saben hacer bien, lo saben hacer muy bien. Riquísimas las patatas que lo acompañan y la salsa, sin sabores extraños, invita a mojar pan, que por cierto está a la altura de la cena.


Tabla de quesos  de vaca, de cabra y de oveja  Los tres están ricos, con sabor , como es menester. Evidentemente mejor comenzar por lo más suave para terminar con ese azul que está de rechupete pero que, de ser el primero haría empequeñecer a los otros. De todos modos es un queso que se deja comer, con mucho sabor pero sin llegar a pasarse de vueltas. Nos lo acompañan con un pan tostado al vino tinto que está muy apetecible.



Terminamos con un par de buenos “cortaos” que aquí merece la pena tomarlos. El total abonado han sido 137 euros. Buen precio para un excelente producto.

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