13 de agosto de 2019

RESTAURANTE BASUKI (BILBAO): Un espacio diferente.


Local que al parecer pretende combinar lo gastronómico con lo cultural. Música en vivo y otros eventos.
Nosotros hemos venido a cenar y probar esa comida que promete mezclar lo clásico con lo original y atrevido.

En cuanto al asunto del comer puedes encontrar platos de cualquier parte del mundo, una carta amplia con cosas reconocibles y otras que no lo son tanto. Su carta de vinos es más que suficiente con bastantes referencias tanto en blancos, como tintos como espumosos.
Su intención es también utilizar la coctelería para tu disfrute. La encargada de ello ha resultado ser de mi pueblo, hija de un quinto mío. Ha pasado algún año en lso países nórdicos y allí ha aprendido varias técnicas que ahora aplica en este local.


Local moderno, mesas correctas, iluminación ajustada a su idea. Cocina vista que en algún momento ha supuesto un pequeño problema con los olores. En cuanto ponen a tope los extractores desaparece, eso sí. El hecho de jugar mucho con la brasa tiene parte de culpa.
El pan es opcional, te preguntan si quieres o no. Yo sin pan….
Comenzamos con una ración de Langostinos salteados, tamarindo, piña y boniato asado. Pues están estupendos. Riquísima la salsa.


Pasamos a a degustar una generosa ración de Gyozas de manitas de cerdo setas y piñones. Nueva sopresa. Bien preparadas. Una mezcla muy agradable de sabores pero sobresaliendo esas manitas.



Para beber me he arriesgado hoy, he visto un ribeiro que me era desconocido y la que ha tenido suerte ha sido Marijo. Ella es más de vinos afrutados y frescos, así que le ha gustado mucho. A telleira.


Yo, al contrario, los prefiero más “curados” y en esta ocasión no es precisamente lo que me encuentro. Elaborado con godello y con una crianza en lías de cuatro meses más un reposo de otros tres en botella. Mucha fruta, demasiada para mi gusto. En nariz me resulta muy plano. De todos modos mi compi ha  disfrutado.


Curioso ha sido lo de los segundos platos puesto que ha resultado que nos los hemos intercambiado. El que yo he pedido, un pollito de corral a la parrilla ha resultado excesivamente  especiado para mi gusto pero del total gusto de Marijo y las mollejas que ha pedido ella han tenido un resultado exquisito para mi. Así que ambos contentos.


Para los segundos yo me he pedido una copa del único espumoso que abren, un correcto cava, un Palay Solá brut nature. Variedades  macabeo, xarel-lo y parellada. Con una crianza de un año. Evidentemente más de mi gusto que el vino. (foto superior).
Terminamos con dos cafecitos y abonamos los 92 euros de la cuenta. Pues lo dicho, un espacio diferente, más moderno.

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