5 de marzo de 2016

RESTAURANTE PALACIO DE ANUNCIBAI (LAUDIO/LLODIO): Cuando sabes que vas a acertar,

Me encanta "prestar" este espacio. A día de hoy, solamente Izas ha aprovechado la ocasión en un par de ocasiones y además lo ha hecho maravillosamente. Hoy es un día especial. El que se anima es mi hijo, con lo que Gastionomía se viste hoy de lujo. Sin más, aquí os dejo su comentario.


En esta ocasión le va a tocar al hijo comentar la visita a este fantástico restaurante, ya que he venido sin la compañía del maestro.
Con la excusa de nuestro cuarto aniversario como pareja,  decidimos celebrarlo dándonos un pequeño capricho saliendo a comer fuera. En ese entonces nos miramos los dos y dijimos: “Pues nos vamos al palacio”. Llamamos para ver si tenían una mesa para dos y allí que fuimos.

 
Al entrar nos recibieron excelentemente y nos acomodaron en una de las mesas. Al sacarnos las cartas anduvimos eligiendo que podríamos comer y finalmente nos decantamos por el menú de fin de semana el cual tenia cosas del gusto de ambos. Este menú constaba de tres entrantes, un segundo a elegir y postre mas agua o vino (tinto, blanco o rosado).
Lo primero que nos sacaron fue un aperitivo. Una gilda para cada uno servida en un pequeño bol repleto de buenísimo aceite. Perfecto para quedarte sin pan.




Para beber pedimos un txakoli “Harria” de 2014 que venía con el menú. Un vino sencillo, fresco y con sabor a cítricos, vamos, de los míos. Yo no soy como mi padre, me conformo con vinos más sencillitos. (foto al final del comentario).

Empezamos los entrantes con una ensalada de ventresca presentada correctamente y con un sabor al nivel de la presentación. Antes de probarla sabía que no me iba a sorprender negativamente. Más que rica.




Seguimos con un revuelto de chipirones que estaba rico pero quizás me esperaba algo más. Era el plato que más ganas tenia de probar ya que hacía tiempo que no me comía un buen revuelto de chipirones. De todas formas no quedó nada en el plato. Es como si esperas que te regalen un Ferrari y en realidad te regalan un Bmw, tu querías el Ferrari pero tienes que admitir que el Bmw no esta nada mal.




Terminamos el apartado de los entrantes con unos langostinos a la plancha exquisitos y con el punto de sal perfecto. Untamos la salsa con el regustillo del langostino y la sal hasta que no hizo falta ni que fregaran el plato. Eso si, la mayonesa ni la probamos, porque, en nuestra humildísima opinión, sería desperdiciar el magnifico sabor de los langostinos.



Después de los entrantes llegó la hora de probar el segundo plato. Mi acompañante no quiso arriesgar y pidió un entrecot poco hecho (en eso nos parecemos bastante) con pimientos y patatas fritas. Una carne muy tierna y con su punto de sal perfecto. Las patatas y los pimientos eran dignas de acompañar al entrecot.




En mi caso pedí un atún rojo encebollado acompañado de una salsa de tomate. Desde que comencé a salir a cenar con aita es un plato que cada vez que puedo cojo, porque ha sido uno de los grandes descubrimientos que he hecho en el mundo del comer. En esta ocasión estaba muy bueno y en su punto. A la salsa de tomate no le hice mucho caso ya que yo no soy de mezclar, eso sí, unté un poco de pan en ella y tengo que decir que no es una salsa de tomate cualquiera, exquisita.




 
En cuanto al postre siento decir que con las ganas se nos pasó sacar una foto, así que trataré de describirlo un poco. Mi compañera pidió un hojaldre de crema y nata acompañado de una bola de helado de mandarina con nueces. El hojaldre estaba bueno, quizás algo soso para mi gusto, le faltaba chispa, aunque la camarera nos ofreció echarle un poco de chocolate caliente para darle esa chispa que le faltaba. El helado por su parte estaba increíble, refrescante y digestivo, con la sorpresa de las nueces que le daban un toque riquísimo.
Yo por mi parte no me compliqué mucho y pedí un sorbete de mandarina el cual me sorprendió, ya que en lugar de ponérmelo en una copa típica de cava me lo sirvieron en una copa del estilo “cocktail” acompañado de un cono de chocolate. Me supo estupendamente. Como no somos mucho de café, sobre todo yo, no pedimos ninguno.


En total nos salió 66€. Cada menú de fin de semana a 30€ +IVA, y teniendo en cuenta que el vino venía incluido en el menú. Una comida rica, de calidad y bien de precio, ¿que más se puede pedir?
Página Web:  www.palacioanuncibai.com

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