2 de octubre de 2014

LA BICICLETA, PICOTEO & RESTAURANTE (HOZNAYO. CANTABRIA): PICOTEO Y DEL BUENO


Es nuestro 2º aniversario de casados y una celebración tan especial merece un sitio especial. Como no soy muy dada a ir a sitios “elegantes”- lo reconozco, soy un poco fan del fast food - navego un poco por internet a ver qué dicen los foros y veo un restaurante que me llama la atención. Aun así, le pido consejo a mi compañero y, me tomo la licencia de decir que amigo, Gastionomia y casualidades de la vida, que sin yo decirle cual había mirado, me dice que tiene ganas de ir a un sitio llamado “La Bicicleta”, el mismo que tenía ya fichado, por lo que no dudo en llamar para reservar (esto de ser YO la que llegado el lunes comente con Gastionomia dónde ha cenado y no al contrario, “me pone” bastante ;-P).
 

 Llegado el sábado y después de una relajante tarde en el balneario de Solares, nos presentamos allí. El restaurante está a 5 minutos del balneario,  muy fácil de encontrar, Hoznayo no es grande y además está a la entrada, por lo que dejamos el coche en un parking situado al otro lado de la calle y nos dirigimos hacia allí.

La primera impresión del lugar es buenísima, un sitio muy coqueto e íntimo, decorado al detalle con un estilo moderno a su vez que “antiguo” por algunos muebles restaurados y unas sillas que te hacen recordar tu etapa en la ikastola, sólo nos falta el pupitre.

 Para beber pedimos un vino rosado espumoso, y como viene siendo ya habitual en muchos sitios, nos sirven un Lambrusco. No me disgusta, pero dista bastante del Lambrusco que bebí hace ya 5 años en Roma, creo que en este sentido mi paladar ha evolucionado  bastante, aquel vino sí que entraba fácil…


Nos sirven un saquito con una variedad de pan, rico-rico, aunque aquí no puedo ser objetiva, me chifla cualquier tipo de pan.
 
Para ir abriendo boca nos sacan un aperitivo, “Arroz inflado al estilo Monchito” y pregunto yo al camarero…¿y de qué me suena a mí esto de Monchito? Pues a las bolsitas amarillas de arroz inflado de toda la vida, llamadas “Monchitos”. Buenísimos!! Nos los sirven calentitos en un cucurucho de papel. Ya me gustaban los de siempre, pero calentitos están mucho mejor! Nos quedamos con ganas de más, pero tampoco es plan de llenarse con el aperitivo.
 
  



 Echando un ojo a la carta vemos que es un sitio más bien de raciones, por lo que pedimos para empezar unas croquetas, sabor del día: Queso Gorgonzola con nueces.

Curiosa presentación y mejor sabor, la bechamel en su punto, súper finas.
 
Buen comienzo, y acabamos de empezar!

 
 
Desde que estuve curioseando en la web, yo tenía claro que iba a pedir sus “Fish & Chips”. Aunque a priori parecía un plato sin misterio alguno, después de probarlo nos arrepentimos de haber pedido sólo media ración. Nos presentan el plato servido en otro cucurucho de papel. Las patatas fritas de siempre, nada especial que destacar en ellas, pero la merluza… la merluza estaba mundial con un  rebozado súper crujiente. Todo ello acompañado por una salsa ali-oli, rica no, lo siguiente. Vamos, que te dan ganas de pedir más patatas para seguir untando lo que te ha sobrado.
 
 En el  ofrecimiento que nos habían hecho fuera de carta, habíamos elegido dorada con verduritas a la brasa. Sinceramente, no me gustó mucho. El pez estaba rico de sabor, pero a mi gusto, un poco seco; y las verduras, sobre todo el calabacín poco hecho. Supongo que, como todo, será el estilo de cada sitio, pero estoy acostumbrada a comer pescado un pelín más jugoso. Una pena, porque los dos coincidimos en que hubiera estado de 10 si ese hubiera sido su punto.
 
De segundo pedimos Milhojas de solomillo, foie y patata sobre crema de hongos boletus. No estaba yo muy convencida de la elección, teniendo en cuenta que a mí la carne me gusta muy hecha, que el foie no me convence y que la crema de hongos…cuidado con el sabor de los hongos. Pero fue una de las sorpresas de la noche. Espectacular. Sólo la presentación del plato ya te avisaba de que algo bueno te esperaba, pero superó nuestras expectativas con creces.

 
Como ya estábamos un poco llenos, pedimos un postre para compartir. Dudamos entre la tarta de queso al horno y la crema de yogurt con frutos rojos y helado. Nos dejamos aconsejar por el camarero y nos decantamos por la crema, ya que como él nos dice, la tarta de queso la encontramos en más sitios…ERROR. Aunque la crema estaba muy rica, sobre todo el helado, del cual me quedé con la curiosidad de saber qué sabor era por lo riquísimo que estaba, tampoco me pareció un postre tan sofisticado. Bonita presentación con el logo del restaurante impreso en la tapa del yogurt.

Como dice Dora la Exploradora: “Rico, rico, rico, delicious!!!!!” (soy fan de Dora desde que mi hija de 9 meses es fan de Dora, es lo que tiene la maternidad :D).

Ahora en serio, un sitio para repetir, recomendable 100%, de hecho creo que volveremos algún día a probar otras muchas raciones que nos quedamos con ganas de pedir. Un sitio decorado con mucho gusto y detalle y comida elaborada.
No recuerdo bien lo que pagamos, pero no pasó de los 60 euros. Buenísima relación calidad-precio. Yo me esperaba un poco “sablazo” pero nada que ver.
No quiero terminar sin agradecer a Gastionomia un par de cosas:

Primero, el privilegio de ser la primera persona que escribe en su blog. Tengo una mezcla de entusiasmo y nerviosismo por escribir en este blog…espero haber estado a la altura.

 Segundo, todos los sitios que nos hace conocer, que antes ni sabíamos que existían y tan cerca de casa.

Y por último, y no por ello lo menos importante, por hacer que los días de trabajo sean mucho más amenos!!!

Eskerrik asko!!!!













 

 

 

 

 

 

 

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