9 de abril de 2017

RESTAURANTE KAIA-KAIPE (GETARIA): "Qué más se puede pedir........"

Me repito mucho pero es así. Una de las mejores cosas que me ha dado esta afición por la gastronomía y la de contar mis experiencias ha sido conocer a muchas personas.  Algunas de ellas de una calidad humana extraordinaria. Joan y MC son dos de esas personas.


Como no podía ser de otro modo, me apropio de las palabras de Joan y el relato de hoy es totalmente suyo.  Eso sí, comparto todo lo dicho. Sin preámbulos:
El restaurante está situado junto a la iglesia gótica de San Salvador, dominando el puerto pesquero y ofreciendo bonitas vistas al Cantábrico. Tiene dos pisos, en los bajos se encuentra una terraza invierno/verano y en el primer piso el comedor principal, de corte clásico, de estilo marinero y con grandes ventanales para poder contemplar el mar. Nos situaron en una mesa ubicada en un altillo en un ángulo del comedor desde la que divisábamos prácticamente toda la sala y el mar.


Debe tener una capacidad para unas 70 personas. Las mesas están bien vestidas, son bastante amplias y están bien separadas las unas de las otras. Buena vajilla y buenas copas. El servicio de sala es bueno, de trato amable y familiar. El servicio del vino, aparte del descorche lo efectuó perfectamente Jon Ander . Cabe destacar que tienen una bodega con casi 40.000 botellas de mil referencias.

Su cocina dirigida por el Chef  Txomien Urkiri es de producto, de temporada, co platos tradicionales de la cocina vasca y su especialidad son las brasas. La parrilla está situada a pie de calle, en la terraza, donde preparan los pescados procedentes de la lonja de Getaria y los mariscos de su vivero. El restaurante tiene un plato Michelín y un sol Repsol.
Primeramente, mientras decidíamos que íbamos a escoger, nos ofrecieron un aperitivo a base de atún con cebolla y remolacha que estaba bueno. Muy buen pan el que acompañó la comida.



Optamos por compartir la mayoría de los platos, a veces todos los comensales y a veces en función de los gustos de cada uno.
Gambas a la plancha, cuatro por comensal de buenas gambas en su perfecto punto de cocción, fresquísimas.



Hongos (boletus edulis) con huevo de corral, media ración por persona. Como os podéis imaginar estaba riquísimo.


Compartimos una de txangurro al horno. Muy rico, puro mar.



Como principal Jon Ander y Arantza un Sapito (rape) a la parrilla de kilo y cuarto de peso. Tuve la ocasión de probarlo ya que Arantza no pudo terminarse el plato y lo compartió con nosotros. Muy rico, fresquísimo y perfectamente cocinado. Puro producto de gran calidad.



MC tomó un salpicón de bogavante. Riquísimo, el océano en el plato.



Anais, nuestra hija y yo compartimos un lenguado a la parrilla, de 1 kilo. En su punto perfecto de cocción, delicioso.

Milhoja caramelizada que por lo que me pareció, Arantza degustó con placer, o sea que debió de estar muy bueno. 



Torrija caramelizada, en esta ocasión el afortunado fue Joan Ander, excelente postre.



MC disfrutó de un rico flan de queso y Anaís y yo de un helado de queso que también encontramos muy bueno.


Para beber Jon Ander escogió para empezar un vino espumoso, un Eugenia Txomin Etxaniz 2015.  DO Getariako Txakolina . Uva Hondarribi Zuri y 15 meses de crianza. Ligero, refrescante, afrutado, persistentes burbujas muy abundantes y muy fácil de beber. Me gustó pero lo encontré un poco más ácido que los otros espumosos a los que estoy acostumbrado.


Seguimos con una botella de vino blanco de crianza. Aitaren Txakolina 2015. DO Getariako Txakolina. Bodegas Aitaren, 100% Hondarribi Zuri, fermentado en barricas y cámara frigorífica durante 27 días. Después pasa 4 meses en barricas de roble francés. Me pareció un vino con personalidad, untoso, elegante, con buena acidez, largo en boca. Me gustó.


Finalizamos con 5 buenos cafés con sus petits-fours y rematamos en encuentro con dos gin´s tonic de Buldog y un Johnnie Walker Etiqueta Negra. La cuenta ascenció a 92 euros por persona. Buena relación calidad-precio. Excelente restaurante de pescado, marisco y de producto de proximidad. Gran maestría en el arte de la parrilla. No conozco Elkano pero este desde luego que tiene el listón muy alto. Se llenó hasta la bandera. Fueron 3 horas y media de buen comer en buena compañía. “Qué más se puede pedir………”. Recomendable.

Pues hasta aquí el relato de Joan. Mil millones de gracias por la compañía, por el trabajo que me has quitado y por las estupendas fotografías. Como siempre, un privilegio acompañaros. Hasta muy pronto.

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