27 de agosto de 2014

HARRIA (PALACIO URGOITI): Piedra a piedra.

Desde que un tipo grandullón y sanote había colgado un par de veces comentarios de este restaurante en verema, me había entrado el gusanillo de visitarlo. Además, leyendo cositas del local en internet, el gusanillo se había convertido ya en pura necesidad.
El Palacio de Urgoiti fue levantado en Galdakao allá por el siglo XVII, podemos verlo tal cual era en su primera ubicación en la foto.


La construcción de la autopista Bilbao-Behovia hizo que la posibilidad de derribo se hiciese patente por lo que su dueño tomó la decisión de desmontarlo piedra a piedra, numerándolas para posteriormente poder reconstruirlo.


No termina aquí la epopeya, las tremendas inundaciones que sufrimos en el año 1983 afectaron al lugar donde estaban apiladas las piedras y muchas de ellas perdieron la numeración e incluso alguna de ellas terminó en el río.
Pero con constancia, a través de técnicas de catalogación arqueologica y por supuesto con algo que yo no tengo, mucho dinero, se consiguió reconstruír el palacio con el mismo estilo original.


La verdad es que es espectacular, amplios jardines, mucha historia en su interior que además es un hotel muy coqueto que hace que el lugar se utilice para muchas bodas.
Tiene la posibilidad de comer de su bistró o bien en su restaurante Harria, con unas cristaleras que a los que sois de ir de día, os permitirán disfrutar de buenas vistas. La noche tiene otros encantos y hoy, curiosamente, incluso hemos podido disfrutar desde aquí de los estupendos fuegos artificiales de Bilbo.
El comedor amplio, mesas de buen tamaño, bien vestidas. El servicio es atento.


La carta de vinos es correcta, las referencias de blancos son más bien las típicas y no hay demasiadas posibilidades de tomar nada más allá.

Nos decantamos por un Marqués de Riscal Sauvignon blanc 2013.
Es de un color muy pálido. La nariz intensa, a mucha fruta.
En boca es fresco, de muy fácil beber y tiene una acidez bien marcada.

Las copas de la mesa son pequeñas y le comento si nos las puede cambiar, me dice que son las de agua y que para el vino nos traerá unas más grandes. Bueno, más grandes sí son pero yo no me refería a ese tamaño. Correctas.

Cubitera que hoy sí es necesaria ya que el vino no está a su tempertura ideal. El servicio del mismo es correcto. 


Comenzamos con la Ensalada “Hotz-bero” de langostinos y salmón.
4 langostinos ya pelados y con mucho sabor y un par de buenos trozos de salmón de buena calidad. El conjunto está bien rico. Plato agradable para comenzar suavemente, sin agresiones al estómago.


Nos vamos ahora a por unas estupendas croquetas de langostinos. Una docena (en la foto falta una, que hay hambre y ganas de probarlas). Bien crujientes por fuera, estupenda textura y con muchísimo sabor. Dicen por ahí que donde se comen buenas croquetas, se come bien. Vamos a comprobarlo.


Le comentamos si podemos comer pescado y carne para compartir y nos dice que sin problemas. Que nos lo emplatan individualmente. Encantados.
Rape con crema de txangurro. Dos buenas medias raciones de un buen pescado. Un poquito menos hecho hubiese estado mejor pero de sabor está cojonudo y la salsa de txangurro se nota que es puro producto. Sabe a lo que ofertan. Me encanta esa sal gorda que te encuentras en boca. Sano ya será comer sin sal, eso dicen, pero a mi que no me engañen que ni se puede comparar.


Le llega ahora el turno a la carne: Solomillo de buey con pimientos morrones asados. De nuevo dos buenas medias raciones. La carne está sabrosa. Eso de que sea de buey….. es mucho pensar pero tiene mucho sabor y la textura es realmente la que hemos pedido: al punto. Buena calidad.


Aunque no lo parezca, hemos cenado sobradamente y no nos atrevemos con los postres. Una pena porque hay algunos que suenan muy bien pero otra vez será. Esa torrija……. Marijo no quiere echarme una mano así que……
Dos cortaos bien preparados y a la terraza, que como está resguardada por las paredes del edificio, permite estar bien en una noche no demasiado veraniega. Pequeña charla con la camarera que realmente es muy agradable y que nos cuenta un poco la historia del lugar.
El total abonado ha sido de 92,80 euros que me parece buena relación calidad-precio para lo que nos hemos zampado.

Un lugar idóneo para una escapa romántica, buena cena, buen copazo en su terraza y después “dormir” en una de sus estupendas habitaciones.

Su página web: www.palaciourgoiti.com

23 de agosto de 2014

RESTAURANTE LAS PISCINAS DE VILLACARRIEDO: Se come bien y se bebe mejor.

Realmente hay días en los que todo sale redondo. No son muchos desgraciadamente pero quizás así seamos capaces de apreciarlos más. 
La cosa no pinta muy bien con la climatología pero a medida que pasa el día va arreglándose poco a poco y al menos disfrutamos de un “no llover” que no es poco.
Cómodo viaje en un “avión rodante” con “chófer” incluído que me permite disfrutar del paisaje como no puedes hacer cuando tienes que estar atento a la carretera.

Llegamos los primeros a este restaurante que como su nombre indica, está situado junto a las piscinas de Villacarriedo.
Buen aparcamiento, nos tomamos un blanco de la zona mientras hacemos tiempo y al poco aparece nuestro “anfitrión” en el día de hoy que además conoce muy bien el restaurante y a su dueño, Fonso.

Al de un rato llegan los que han pasado la mañana visitando especies varias en  Cabárceno, una pareja de Alicantinos que tenía ya el placer de conocer y que como no puede ser de otro modo, no llegan con las manos vacías. Unas estupendas cervezas que ya iremos catando en casita tranquilamente. Gracias pareja.

Tenemos la posibilidad de comer en una terraza acristalada pero preferimos hacerlo en un pequeño comedor donde vamos a estar más tranquilos. Nos acomodan en una buena mesa con espacio más que suficiente.

Se acerca Fonso y entre Sergio y él arreglan el asunto vinícola. El propietario del restaurante es amante de los vinos y suele tener “escondidas” algunas botellas más que reseñables y además a precios muy comedidos. En la foto podéis ver lo que nos hemos metido entre pecho y espalda que no ha sido mucho si lo comparamos con las quedadas que hacen "algunos otros" que yo me sé.


Comenzamos con unas burbujas, concretamente un champagne Les Vignes de Montgeux. Está rico el “condenao”, por mi podíamos haber continuado con él toda la comida pero evidentemente me hubiera perdido algo interesante.
Nos leen sus platos, yo no sabía ni por donde empezar pero hay algunos que son estrellas y que como nos llevamos bien, vamos a pedir para compartir al centro.
Nos sacan de aperitivo unas tostas con foie, es tarde y tenemos hambre y vuelan del plato. Ricas. Buen comienzo.


Seguimos con escabeche de bonito y rabas de chipirón. El escabeche diferente a todo lo degustado en otras ocasiones, está muy sabroso y bien conseguido, prueba de ello ha sido más de un trozo de pan revoloteando por el plato para no dejar ni rastro. Yo me quedo con las rabas, están riquísimas. Me encantan.



Llegan ahora las albóndigas de buey con sus patatas fritas. Desaparecen como por encanto. Esto es comida de siempre, con calidad y sabor. Creatividad no, ¿quién la busca?. Hemos venido a comer bien y lo estamos haciendo.


Para estas alturas el champagne había desaparecido y allí que aparece una señora botella de un vino blanco que me ha enamorado. Un godello, concretamente Pedrouzos. Los que entienden han dicho que el precio ha sido casi un regalo. No sé pero a mi me ha encantado. Rico, muy rico. Además yo he podido continuar con él hasta el final puesto que algunos tienen que beber tintos con la carne. Menos mal que incluso Fonso está conmigo en que este vino torea lo que se le ponga delante.
El siguiente paso son los callos de wagyu y unas cojonudas patatas fritas. Los callos están para comerte tú sólo el plato entero y las patatas están aún mejores casi.
Plato contundente y de nuevo aparecen por allí esos trozos de pan para limpiar el plato. Mira que somos “poco educados”. J


Una bandejita de judiones de la granja con unas setas de compañía. De nuevo plato tradicional, plato de comida contundente, plato de comerse hasta las esquinas que no tiene. Y por supuesto, queda inmaculado como todos los anteriores.


Aquí se viene a comer txuleta y eso hemos pedido, una txuleta de buen tamaño, de muy buen sabor y que vamos dando unos toques de calor con las bandejas calientes que van poniéndonos en la mesa y cambiando en cuanto pierden temperatura.
Casi dos kilos ha pesado la susodicha, yo hubiese pedido una más pero hoy mis compis estaban un poco “desganados”, o quizás yo un tanto hambriento.


Ahora los que “no saben de vinos” han pedido un tinto, La Solana en concreto. Gracias majetes por ello, yo me quedo con ese Pedrouzos.
Como he dicho, yo estoy hoy inspirado y le comento que si tiene algo para terminar con el vino y nos saca un queso, concretamente una torta de Cañarejal, un queso artesano de Valladolid, el pueblo de Pollos. No lo había probado y me ha gustado mucho. Se “deja” untar, sin duda.


Hay gente “muy fina” y no quiere compartir postres así que allá que nos vamos cada uno a lo suyo. Todos ellos postres caseros y correctos.
Tarta de galleta, flan de queso, tarta de queso, helado de yogur, natillas de turrón.
Yo había pedido la tarta de queso y me ofrece un poco de miel para echarle por encima. Le digo que no, gracias pero me ofrece leche condensada…… esto no se hace, por dios….. Así que en un generoso cuenco, termino por hacerme unas “sopas” golosas. Cuanto tiempo llevaba yo sin darme este capricho. Final feliz.


Para los postres nos hemos metido un par de botellas de vinos dulces, en primer lugar un Caligo que tiene una nariz impresionante, en boca no es que esté malo pero la nariz es de diez. Luego nos metemos un Sauternes que al contrario que el anterior es mejor en boca. De todos modos, dos buenos vinos para endulzar la vida.
Y como quedaba algo de vino dulce y había algo de gula, nos han sacado unos hojaldritos de los que te comerías "todos". Ricos.




Unos buenos cafecitos y a la terraza a tomarnos cada uno lo que guste. Yo me decanto por un GT de Rives Especial, bien preparado y sin ser de esas que me gustan tan afrutadas, está estupendo. Invitación de la casa, por cierto. Este tío es la os-tia.
Charla larga, continuación de todo lo hablado en la mesa. Hemos conseguido que el tema no sea vino, vino y más vino y hemos hablado de comer, de beber, de la vida, de muchas cosas que nos han hecho conocernos un poquito mejor. Curioso que personas tan variopintas y de tan diversas procedencias, tengamos tan buen rollete.
Quiero destacar sin duda, que Fonso es un tío a tener en cuenta. Buen profesional, sabe ganarse a la gente y además lo hace sin “plastificaciones”, es un tipo natural y que disfruta con lo que hace. Una pena que me pille tan lejos porque le visitaría unas cuantas veces. Eso sí, no te olvides Sergio que en cuanto se solucione ese asunto laboral, hemos prometido volver y celebrarlo. 
Una estupenda jornada con una gente estupenda. Como he dicho todo ha salido redondo y por si quedaba alguna esquinita, unos mensajes llegados del "más allá" han pulido las formas. 
La cuenta ha ascendido o yo casi diría que ha "descendido" a 258 euros. Un regalo.

19 de agosto de 2014

RESTAURANTE KARLOS ARGUIÑANO: Para todos los públicos.

Era imperdonable no haber visitado este restaurante. Lo había intentado en un par de ocasiones pero no fui lo suficientemente rápido y estaban completos.
Esta vez y sabiendo que agosto no es un mes fácil, lo hice con tiempo de sobra. Algunos días suelo pensar que para lo poco “viajero” que soy, me da poca pereza. Desde que he salido de casa hasta mi vuelta, han sido 250 kms en coche pero casi siempre me merece la pena, hoy también.


En una zona totalmente turística, donde aparcar ha sido un tanto complicado, en primera línea de playa, se encuentra este hotel-restaurante propiedad de un cocinero del que poco o nada se puede decir pues todo está sabido.

Cada cual tendrá su opinión sobre él pero desde luego que indiferente no deja a nadie y que a mi personalmente me ha hecho pasar unos cuantos buenos ratos viéndole. Pelos en la lengua pocos, pero que muy pocos.

Hemos pasado ya el ecuador de este mes de agosto y por estos lares la temperatura nocturna comienza a ser ya un tanto “fresca”. No hace noche de terraza precisamente.

El restaurante, situado en un palacete muy bonito tiene un comedor grande y que está repleto. Tienen dos turnos de dar de cenar, a las 8.30 y a las 10.30. Lógicamente el segundo es el que más se amolda a nuestras costumbres.
Las mesas de dos están situadas al fondo, junto a los ventanales que dan directamente al paseo de la playa. Al ser de noche nos sirven más para ver al resto de los comensales reflejados en sus cristales. Son mesas de correcto tamaño y bien vestidas.


 Las copas de vino, de tamaño un tanto reducido. Posteriormente, hablando con las simpatiquísima castellonense que nos ha atendido, se lo hemos comentado y nos ha dicho que si se lo hubiesemos comentado, sin problema alguno nos las hubiese cambiado. Al parecer para vinos de más nivel sacan copas más “elegantes”.
Había que probar aquí su txakoli, el K5 pero mi compi es un poco "complicada" para los vinos así que primero pedimos una copita para probar. A mi sí me gusta pero sabía que a ella no le iba a hacer demasiada gracia. Es un vino con acidez y al final dentro de su oferta de blancos, que no es demasiado variada, nos quedamos con un Terras Gauda 2013 que este sí se que va a ser del agrado de Arantza.



Disponen de un menú degustación a muy buen precio pero mi prima iba ya con alguna cosa en mente y no se amoldaba a sus “antojos”.
Nos ofrecen un par de aperitivos en foma de txupito de salmorejo y una cucharilla con una crema que no recuerdo exactamente lo que era. También nos dejan una botella de un aceite de oliva firma de la casa. (Ver foto superior).



Los aperitivos han resultado correctos, sin emocionar y lo que nos ha encantado sobremanera ha sido el pan. Un par de txapatas crujientes, con mucho sabor a cereal y de las que no ha quedado ni rastro. Muy ricas.
Comenzamos con una terrina de foie con sus mermeladas de manzana y frambuesa. Viene acompañada de unos panes tostados. El foie es de buena calidad y está co.jonudo. A mi me va más sin agragarle dulzor aunque reconozco que son buena pareja de baile.



Estando en el tiempo que estamos, siendo sugerencia de la casa y siendo otro de los caprichos de mi compi, pues no podíamos pasarlos por alto. Unos pimientos verdes con jamón.
El jamón está de rechupete pero los pimientos están mejores aún. De tamaño bocado, tan bien hechos que uno se pueden comer enteros, sin dejar nada. Realmente están ricos-ricos. Mejor definición estando donde estamos……


De platos principales nos decantamos por:
Merluza rellena de txipirón. Buena ración de la que he catado un trozo y realmente está bien hecha. Lleva por encima una salsa tipo bizkaina y unas hierbas que dice mi acompañante que sobran. A fin de cuentas la decoración es muy personal. Realmente ha sido un buen plato y el plato limpio siempre es una buena prueba de ello.


Hoy andaba yo un poco antojica de carne y me he decantado por el solomillo de vaca con pimientos morrones. No me arrepiento de la elección. Un buen trozo de sabrosa carne en su punto exacto y con esa sal que me encanta por encima. Un puré de patata en la base y unos pimientos rojos asados que están casi mejores que los verdes, de acompañamiento.


Si algo tenía claro Arantza era el postre que iba a cenar. Estamos donde estamos y los postres tienen su fama y talento así que lo mejor será una pequeña degustación de ellos.
Copa de cereza, pastel de arroz, torrija, helado de queso, vasito de nata con kiwi, coulant de chocolate. Todos ellos estaban muy ricos y además he tenido la inmensa suerte de que nos hemos entendido a la perfección. Lo que más me apetecía a mi ha sido lo que menos le llamaba la atención a ella. Hemos hecho un “maridaje” estupendo. Ese pastel de arroz y esa torrija estaban estupendas.


Un cafecito acompañado de una galleta de mantequilla y una cereza con chocolate blanco y una infusión han dado por terminada la velada.
El total abonado han sido 103 euros. Me parece un precio muy ajustado para lo degustado. Me parece una cocina al alcance de casi todos los bolsillos en un paraje idílico. Creo que a fin de cuentas es lo que él quiere, que su restaurante sea tan popular como él mismo.
Su página web: www.hotelka.com

15 de agosto de 2014

SOLANA (AMPUERO) : He disfrutado un... "Mon-Ton".

Desde que me animé a colgar comentarios de restaurantes en Verema, una de las mejores cosas que me han sucedido ha sido, sin duda, el poder conocer a personas de diferentes procedencias y hacer incluso, buenos amigos.

En esta ocasión, una pareja de catalanes. Era la primera vez que nos veíamos y en su nueva visita a tierras norteñas, han decidido que yo podía ser un buen consejero (es que los hay inocentes….).
Ellos solitos ya han ido dando cuenta de unos cuantos restaurantes de nuestro pequeño país pero además, tenían en mente visitar uno en concreto de nuestra vecina Cantabria. Solana era la elección. Aquí vengo con la total y absoluta seguridad de que quien me acompañe no va a salir precisamente indiferente.
Para evitar volver a describir el restaurante, al final de este comentario os dejo un par de entradas en este blog que ayudarán a conocerlo mejor y a hacerse una idea de esta visita obligada.


Tras echar un vistazo a la carta y preguntar sobre el menú degustación y como nos dan la opción de casi preparárnoslo nosotros mismos pues entre una cosa y otra vamos organizando una comida que comienza con tres panes riquísimos de los cuales vamos dando cuenta a medida que transcurre la sesión.


En el apartado vinícola, me parecía interesante que conocieran un vino cántabro que yo ya he probado y que me parece un estupendo caldo para empezar con la comida. Concretamente el Casona Micaela. Les ha gustado. La segunda botella ha sido una recomendación del sumiller y también nos ha encantado a los tres. Un Tuerce Botas. Tempranillo 2013. Un buen blanco de rioja.
Como primer aperitivo disfrutamos del salmorejo en chupito. Estamos en tiempo de tomates y el aperitivo está a su altura. Fresco, sabroso y cojonudo. Punto.


La “croqueta que le quitamos a mi madre” es, como nos tienen acostumbrados, para cerrar ojos y disfrutar. (Fotografía superior). Melosa, suave, mucho sabor, bien trabajada, etc, etc, etc.
Las pochas frescas guisadas vírgenes con verduras y acompañadas de una alegre guindilla. Estupendas, finas, para untar pan. Encima he tenido la suerte de que a mis compis no les gusta el picante, así que tres guindillas que han caído.


Otro aperitivo más en forma de cilindro. Dentro están el huevo y la cebolla. A fin de cuentas esto sabe a tortilla de patatas con cebolla que es la cuestión.


¿Necesitan tiempo en cocina para hacernos el menú? Es que seguimos con aperitivos…. Esto es la os..a.  Nido “kataifi” de morcilla con foie y queso.
Preciosa presentación. A mi lo que me resalta sobremanera es la morcilla y como me encanta….. el resto de los ingredientes quizás pequen de poca “presencia”.


Comenzamos en menú en cuestión con un plato conocido ya por mi y que quiero que mis compañeros prueben. Tartar de Salmón rojo de Alaska con helado de pepino e hinojo. Como siempre muy bonita presentación con esa niebla. Sin lugar a dudas, el éxito ha sido total. Esto está impresionantemente rico. Pero rico-rico.


Otro plato ya degustado que de nuevo vuelve a causar estupenda impresión. El “Ajo blanco”, tartar de tomate y cola de cigala XL a la parrilla. Pues ya descrito en otra ocasión. Plato que debería conservarse en la carta al igual que el anterior por los siglos de los siglos.


Hablando de cosas ricas….. Setas de temporada salteadas, huevo a baja temperatura y trufa de verano. Si es que uno se queda sin palabras para describir los platos. Si es que son “demasiados piropos” pero inevitables. Trae el pan que unto. Suculento.


Allí que nos aparecen con lo que llaman el Caviar de Solana. Unos pimientos verdes que, una vez desprovistos de su “gabardina”, nos dan una carne espectacular. Como tengo la suerte de que los como habitualmente, dejo que mis compis disfruten de ellos. Además, Ton “no come pimientos”. Ha roto la norma, le han encantado.


Como pescado nos llega la ventresca de bonito a la piedra de sal in situ. Bien decorado el plato pero lo importante, el pez, simplemente….. espectacular.


Una anécdota que ocurre cuando uno es un “culo inquieto” y lo quiere probar todo.   Y además hoy tengo “animadora”, al oir que las piedras esas llevan sal, llevan…. ¿huevo? Pues se nos ha ocurrido hincarles el diente. J Un “poco saladas” sí que están. Fíjate que he tenido que beber……. Agua. Eso en mi es pecado y no precisamente venial. Por curiosos.


De carne, cochinillo confitado en tres texturas de manzana. Uno ya no puede ni con los pantalones pero que no se diga. El punto de sal nos ha parecido justito a Mon y a mi pero no habrá sido la “degustación” anterior? Me encanta ese pequeño txupito de manzana final que limpia la boca para empezar con el apartado dulce.


El primer postre es el “Huevo de corral”. Bonita presentación, con base de coco y yema de mango. Un postre muy fresco, muy suave, liviano. Menos mal porque llevamos un recorrido…… Original y acertado.


De segundo nos llega el Chocolate, granizado de manzana y helado de menta. Menos mal que la menta no está demasiado presente. No puedo con ella. Pero el chocolate y el helado combinan estupendamente. Este postre es ya más contundente.  Yo llegados a estos niveles de cantidad, preferiría un sorbete y punto. Esto es un menú de salir como señores.


Para acompañar estos postres hemos pedido un par de “cositas ricas”. Como no, una sidra de hielo Neige y el “Super Iniskillin”. Ese vino de hielo de Canadá que para mi es un trago divino. Se me pone la carne de gallina cuando lo bebo. Qué cosa más rica.

Los cafés y la golmajería los tomamos en la terraza. Esto ya es puro vicio. La cucharilla de tarta de plátano, la gominola de gin-tonic, la mini-magdalena y la botellita de leche con sabor a canela.
El servicio estupendo como siempre. Con caras nuevas y no tan nuevas. Charla con Nacho (recuerda esa cerveza y esa foto), con su hermana, ausente por motivos de salud (recupérate pronto) y con mis compis que están encantados de la visita. Es curioso que cierta gente, desde el primer momento te genere tan buenas sensaciones. Una pena eso de las distancias.

Me alegro un “Mon-Tón” de haber acertado con las recomendaciones y sobre todo con esta por ser compartida. Gente encantadora y además gente de pensamientos similares. Para colmo, me han hecho una “trampa” y me han ganado por goleada, para cuando me he dado cuenta, me habían invitado. Luego hablamos de los catalanes………. Gracias por la visita, gracias por la compañía y espero tener la suerte de devolverla en alguna ocasión. 


No se el precio final puesto que no he pagado pero el menú en cuestión es de 60 euros. Me sigue pareciendo unas de las mejores RCPs que conozco.
Aquí están las dos entradas del blog que hacen referencia a Solana.



La página web del restaurante: www.restaurantesolana.com